lunes, mayo 26, 2014

5 años de vícaro: La verdad os hará libres

Fecha original de publicación: 22 de julio del 2010
Autor: didgewind
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Siguiendo con un post anterior, Iceberg, me voy a centrar ahora en la frase que da título a éste, y en algunas de las ideas que comentaba en aquél. Para ello voy a detenerme en dos conceptos fundamentales: los apegos y las expectativas.

Un apego podemos definirlo como aquello a lo que no queremos renunciar, ya sea una idea, un objeto o un sentimiento hacia otra persona. Los apegos nos impiden evolucionar, por ejemplo puedo apegarme al concepto que tengo de mí mismo, evitando de esta forma el florecimiento del pensamiento inconsciente que ayuda al conocimiento interior y por tanto al descubrimiento de facetas de mi personalidad que me ayudarían a aceptarme más. Como dichos pensamientos no salen a la superficie permanezco ignorante de ellos y por consiguiente no puedo estudiarlos y utilizarlos para crecer como persona. Estoy apegado al concepto que tengo de mí mismo, no quiero aceptar que estoy muy influenciado por mis impulsos sexuales porque me avergüenzo de ellos, así que lo mejor es tenerlos ocultos en el inconsciente y seguir como estoy. Esto es una tontería porque yo soy maravilloso, todo yo. Si la existencia me ha aceptado tengo que ser maravilloso, y esos impulsos no son ni buenos, ni malos, simplemente son. En el momento en que te aceptas como eres, con todas tus 'mierdas', al menos empiezas a ser mucho más consciente de ellas, y puedes investigar aún más sobre su causa y cómo influyen en tu quehacer diario. También puedo apegarme a una persona y oponer resistencia a la evolución natural de mi relación con ella, porque no quiero que cambie. Esto es también una estupidez porque sabemos que todo cambia, nada es inmutable, todo es un continuo fluir y si mi relación con mi pareja cambia es porque tiene que cambiar. Yo no tengo derecho a obligar a otra persona a ser como yo quiero que sea, al contrario, la persona que esté conmigo tiene que gustarme tal y como es, no como yo quiero que sea, y si no es así es mejor que la relación evolucione. La gente que te atraiga, ya sea en una relación de pareja, de amistad o de trabajo, debe empatizar contigo por como tú eres y por como ellos son, no por como a ti te gustaría que fueran o como a ellos les gustaría que fueras tú. Más importante que el que te guste la otra persona es que tú te gustes a ti mismo cuando estás con esa otra persona. Y para ello es fundamental ser primero sincero con uno mismo. Al intentar ser tú (no quien tú crees que eres) las personas que estén a tu alrededor serán las personas a las que les guste como tú eres, lo cuál es una alivio enorme, te permite estar mucho más relajado y al mismo tiempo sin miedo a perderlos, porque si se alejan es, como ya hemos dicho, porque ambos evolucionáis de forma natural y ya no existe tanta afinidad entre vuestras formas de ser. Por ello es importante ser sincero hacia fuera y hacia dentro. Una de las razones por las que no decimos las cosas es por el miedo a que esa verdad afecte a nuestra relación con la persona a la que no se las decimos, y de esta manera no estamos siendo sinceros con ella. Tenemos que dar un paso al frente, dejarnos de miedos e historias y decir, yo soy así, y si no te gusta no pasa nada, no es ni bueno ni malo, ya aparecerá alguien a quien le guste como soy, ya aparecerá alguien que a ti te guste como es, como ya digo, con todas nuestras mierdas y todas nuestras bondades.

El segundo concepto es el de expectativas, que está muy relacionado con el concepto de anhelo. Las expectativas y los anhelos siempre traen desilusiones. Sin embargo, si no esperas nada, todo es un regalo. Yo tengo unas expectativas cuando espero algo. Se puede dar de muchas formas. Por ejemplo, puedo venir al Rainbow esperando que todo sea maravilloso, el sitio ideal, la gente generosa y el amor libre. Y cuando llego, sólo hay cinco personas y está diluviando, así que no se puede hacer nada y me vuelvo a casa decepcionado. Una semana más tarde regreso, y ahora hay sol, los pájaros cantan y el agua corre pura y cristalina, pero la lucha entre egos es diaria y las hippies no follan lo que yo pensaba. O puedo anhelar un objeto, una persona, un trabajo, una estabilidad... Los anhelos tienen que ver con el futuro, por lo que nos estamos olvidando de vivir el momento. Y el momento es ahora. Aquí y ahora. Ésta es una frase muy bonita que queda muy bien decirla, pero nos resulta casi imposible aplicarla. No digo que no lo intentemos, pero el que más y el que menos nos quedamos siempre a una distancia prudencial. Tenemos que eliminar todo tipo de expectativas, de deseos. La única aspiración legítima del hombre es la felicidad, y ésta sólo nos llegará cuando seamos capaces de renunciar a todo lo demás, lo que tenemos y lo que no tenemos. En el momento en que no tengamos nada, lo tendremos todo.

No tener expectativas no significa no hacer cosas o no tener ideas. Yo ahora mismo tengo la idea de ir al Rainbow de Macedonia en septiembre. O de que me contrate Línea Directa durante un par de meses, lo que me proporcionaría mucha pasta que me quitaría problemas futuros facilitándome el tipo de vida que me gustaría tener. Puedo pensar todo esto. Pero siempre sabiendo que si no sucede, no pasa nada, porque otras cosas sucederán. En el momento en que no tienes nada, ni esperas nada, todo es un regalo, y todo es mucho más fácil porque no tienes nada que perder.

Al liberarnos de los apegos y las expectativas todo es mucho más sencillo. Al no tener miedo a perder nada, porque sabes que en realidad no tienes nada, eres más sincero con los demás, dices las cosas como son para ti, sin filtros de deseos ni apegos, la verdad cada vez más pura. Al ser más sincero con los demás eres más sincero contigo mismo, por lo que de nuevo eres más sincero hacia fuera, lo que a la vez resulta en menos apegos y expectativas. Vivir resulta mucho más cómodo, sencillo y gratificante. Y la gente que tienes a tu alrededor, y los objetos que te proporciona el universo, son los que necesitas en cada momento. Es decir, aquí y ahora.

lunes, mayo 19, 2014

5 años de vícaro: Iceberg

Fecha original de publicación: 21 de junio del 2010
Autor: didgewind
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La verdad os hará libres.

Ésta es una de las frases que siempre anda por ahí, pero ahora estoy comenzando a comprender realmente su significado (o al menos, parte de su significado). Desde hace algún tiempo intento ser sincero completamente con los demás, y no callarme las cosas, ni suavizarlas; que alguien ha cocinado y me pregunta que qué tal, le respondo que está bueno, pero algo salado para mi gusto; que estoy en el rainbow charlando con alguien sobre lo duros que fueron los primeros días por la comida y el frío, no me callo que claro, me resultó más difícil porque el día antes de ir estuve tomando coca con una amiga; que estoy hablando con una chica y se me pasa por la cabeza el dormir esa noche con ella, pues le digo '¿Sabes que se me está pasando por la cabeza el dormir esta noche contigo?'

En algunos casos, como en este último, me di cuenta de que antes no era sincero porque tenía unas expectativas (el pasar la noche con esa chica) y tenía miedo de que no se cumplieran, así que intentaba no mostrar aspectos de mi personalidad que creía que desagradarían a la otra persona. En otros casos el miedo que tenía era a su reacción y a cómo esa reacción me iba a afectar: si se iba a enfadar conmigo, si iba a entristecerse y esa tristeza iba a hacer que yo me sintiera mal... porque muchas veces me engañaba (y me sigo engañando) pensando, 'No le voy a decir esto, o se lo voy a decir de tal manera para que no le siente mal, o para que no se ponga triste'. Falso. Lo que sucede es que no quiero enfrentarme a la reacción de esa persona, y me escondo tras un halo de falso altruismo. Si se enfada que se enfade, yo no lo digo por atacarle sino porque es la verdad, y le voy a seguir queriendo y agradeciendo igual el que haya hecho la comida. Si se pone triste será porque el hecho es irrefutable, y no porque yo se lo haya confirmado. Y la tristeza es una reacción aceptable pero muy subjetiva, que precede siempre al crecimiento personal. Y si el hecho es refutable, entonces me he equivocado y no hay más que hablar. El resultado es siempre positivo, o como mucho, neutro.

Hoy en día comprendo que todos estos miedos son una estupidez, porque con quien más a gusto voy a estar es con quien me acepta como soy (ya sean amantes, amigos o conocidos), y eso incluye a las amantes que no se escandalizan cuando les digo que quiero pasar la noche con ellas, a los amigos que no se enfadan cuando les digo que no me ha gustado lo que han cocinado, o a los conocidos que no me miran mal cuando comento mis noches farloperas.

A veces tampoco decimos las cosas porque tenemos miedo de perder algo: una oportunidad, una posición social, un trabajo... En este caso ya estamos hablando de apegos, y cuando te das cuenta de que no existe nada fijo, que todo es cambiante y en continuo movimiento, aprendes poco a poco a no apegarte a nada, y al mismo tiempo a poseerlo todo, porque todo lo que te llega es un regalo.

El caso es que al intentar ser más sincero hacia fuera estoy descubriendo muchas cosas de mí mismo que no conocía, i.e., estoy siendo más sincero también hacia adentro. Al verbalizar pensamientos conscientes pero que antes mantenía en el dominio del pensamiento, estoy dejando sitio para otros pensamientos que ahora aparecen y antes permanecían en el dominio del inconsciente. Digamos que estoy descubriendo que soy (y supongo que todos, somos) como un gigantesco iceberg en un gran océano. La parte que sobresale del agua es la que mostramos hacia afuera, y que ha pasado previamente el filtro de las profundidades y de nuestra mente consciente, con todas las modificaciones pertinentes y que más o menos creemos que nos van a beneficiar. La parte debajo del agua pero más pegada a la superficies es nuestra parte consciente que no queremos mostrar, o parte de la cuál mostramos a determinadas personas y parte de la cuál mostramos a otras. Más abajo se encuentra la gran mole del inconsciente. Es enorme y totalmente desconocida para nosotros, aunque influye (y de qué manera) en nuestra forma de ser, sentir y pensar. En esa gran mole se encuentran cosas maravillosas, y también cosas horrorosas (aunque en realidad la distinción entre maravilloso y horroroso es en este caso totalmente artificial, ya que todos, absolutamente todos, tenemos deseos y hechos que calificamos como horrorosos y que precisamente por eso mantenemos sumergidos en la parte inconsciente y que no lo son, pero de esto ya hablaré en otro post). Y justo en el borde entre nuestra mente consciente y la gran mole del inconsciente se encuentra una fina capa que comprende los pensamientos que suben fugazmente al dominio del consciente pero permanecen muy poco tiempo en él, porque los ocultamos rápidamente de nuevo en el inconsciente, ya sea por vergüenza o sentimiento de culpabilidad. Digamos que somos concientes de ellos a medias. Por ejemplo, cuando realizamos una determinada acción y nos decimos a nosotros mismos que lo hacemos por un motivo X, pero no terminamos de estar a gusto; es porque en realidad lo hacemos por un motivo Y, pero precisamente este motivo Y nos hace sentirnos incómodos, así que lo disfrazamos como un motivo X. Aquí es donde empezamos a no ser sinceros con nosotros mismos.

Pues bien, en el momento en que empezamos a ser más sinceros hacia fuera verbalizando nuestro pensamiento consciente es como si todo el iceberg se desplazara hacia arriba un palmo, es decir, muchos de esos pensamientos que hemos llamado medio conscientes siguen pasando al dominio del consciente pero ahora permanecen en él un tiempo más prolongado, haciendo que el resto de capas del iceberg se desplacen hacia arriba, por lo que otros pensamientos que permanecían en capas inferiores aparecen ahora en la frontera entre el consciente y el inconsciente. De esta manera me estoy conociendo de verdad mejor a mí mismo y además estoy superando algunos de mis miedos al tener que aceptar cosas de mi personalidad que ahora aparecen y de las que antes no era consciente por ser supuestamente 'horrorosas' o no procedentes (como el motivo Y del que hablábamos antes). Y es un universo alucinante.

lunes, mayo 12, 2014

5 años de vícaro: Buenos días

Fecha original de publicación: 12 de febrero del 2010
Autor: merteuil
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Esta mañana, cuando el sol me acariciaba la carita como todos los días para decirme que ya es la hora de despertar, me he dado la vuelta refugiándome en mis sueños sin ganas de abrir los ojos ni empezar un nuevo día. Y entonces me he parado a observar las sensaciones del cuerpo: el pecho me oprime, el estómago con la náusea, el cerebro con ganas de llorar... ¡Oh, no! La Bajona.

- ¿Pero que haces aquí? Si estoy en la playa, en el paraíso...

- Bueno, a mí no me preguntes, yo sólo vengo cuando me llamas.

- Eh, ... no creo que en estos momentos yo haya querido....

- Ya, no te hagas la sorprendida ni me vengas con que aparezco sin avisar. ¡Qué paciencia!

- Pero yo...

- A ver, vamos a hacerlo rápido y fácil que ya van muchos años con la misma historia.... ¿Vuelves al pasado a lamentarte de lo mal que lo hiciste, a llorar por el tiempo perdido?

- Bueno, yo...

- El futuro, siempre incierto, te vuelve insegura...

- Sí, pero...

- ¿Nadie te quiere, qué solas estás y todo ese drama?

- Sí, la verdad... y la eternidad de la ausencia que...

- ¿Hacer o no hacer? ¿Cómo, dónde, con quién...?

- Me vuelve loca a veces el tener que...

- ¿Viviendo en el Estar en lugar de en el Ser?

- Eh, uhm.... ¿Aprendiendo a diferenciar?

- ¿La muerte como probabilidad permanente?

- Uhm... incluso a veces como realidad inmediata.

- ¿Fumas más Ganja de la que quieres?

- Sí, no sé como he vuelto a...

- ¿Y entonces menos deporte del que necesitas?

- Cuando llegué nadaba y pateaba con muchas ganas y ahora...

- ¿Insatisfacción permanente?

- A veces parece que...

- ¿Miedo?

- Sí.

- Bueno ahí lo tienes, 10 sobre 10. Enhorabuena, sobresaliente en Bajona. ¡Buenos días!

- Eh... puf, buenos días.... ¿y te vas a quedar mucho tiempo?

- Todo el que tú quieras.

- Bueno, ... pues vamos a desayunar. Aquí al lado tienen unas galletas de coco muy ricas que...

domingo, mayo 11, 2014

De tan blanca

De tan blanca
tu música me deslumbra
y no percibe mi lengua
sino silencios.

lunes, mayo 05, 2014

5 años de vícaro: Despilfarro

Fecha original de publicación: 20 de octubre del 2009
Autor: víctor
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Compramos humo,

con plata ajena

mientras la conciencia

duerme inerte.

domingo, mayo 04, 2014

Estrella

Estrella,
luciérnaga de sueños inalcanzables,
posa tu luz lejana
en mi frente.