Una bossa suena y ella llora en su interior
La chica más guapa del lugar enmascara en su sonrisa forzada una maraña de pensamientos y sentimientos enfrentados. Quizás no quiere que se note su incomodidad pero por los puros poros de su piel transpira que no se encuentra bien. Y él, en su papel de galán trasnochado se pavonea con sus amigos. Ella le mira, pero su mirada guarda un tristeza profunda. Una tristeza real. Mientras una bossa suena, y los músicos son los primeros en disfrutar de su propia música. Ella no oye, no quiere oir. Tan solo pretende salir huyendo del rincón en el que se encuentra situada, a paraisos artificiales, y por supuesto, lejos de la presencia de quien tanto la angustia. Ahora miro su perfecto perfil y veo el cruel contraste de tristeza y belleza.
En estos momentos posan para mi. Es la primera vez que me siento como un pintor de vidas ajenas.
Veo una historia que desde luego no acabará bien. Pero tranquilos, en todas estas cosas suelo, felizmente, equivocarme.
v.m.j.a.
dic 2006
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