Posesión
Poseído por los tentáculos de tus palabras tentadoras, mis sueños se turban en la madrugada, y me lanzo con los ojos cerrados a terribles abismos, sin medir las consecuencias.
Mi espíritu deja de ser mío, y dentro de mi ser, siento la presencia de otro que no soy yo.
Entonces vienen las musas oscuras a vomitar garabatos desde la punta de mi pluma. Intento así, escupir el veneno, que como etérea sombra fantasmal, has depositado en mis labios sedientos.
v.m.j.a.
1 comentario:
Hay veces en que las palabras se escupen, se vomitan, golpean. Pero otras en las que acarician, besan, abrazan.
Sea lo que sea, las tuyas no te dejan indiferente.
Un saludo
Vengo del blog de Juanjo y no he podido resistirme a ser la primera Alma que deje un comentario en esta entrada.
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