lunes, enero 17, 2011

Historias de Policías I

Voy conduciendo hacia casa, todo fumado. Vengo de cenar en casa de un amigo, cuando terminamos me dio un cogollo para que me hiciera un canuto, usé solo la mitad y el resto lo guardé en la cartera. Le di un par de caladas, es muy buena, y ahora que fumo poco... El caso es que estoy fumado. Además le compré 25 gramos que llevo en cinco bolsitas de cinco gramos en la mochila, en el asiento de atrás. Huelen mogollón.

Tengo que echarle gasolina al coche, pero estoy muy cansado. Bueno venga, ahora al llegar a Atocha giro a la izquierda y lleno el depósito... la putada es que luego tengo que ir hasta Mariano de Cavia para dar la vuelta. Igual puedo hacer una pirula...

- ¿Sabe vd. si hay que ir hasta Mariano de Cavia para dar la vuelta?

- Mira en el semáforo si viene alguien, y si no viene, giras.

No debería hacerlo, porque estoy fumado y llevo 25 gramos de hierba encima, pero estoy tan cansado... así que miro que no venga nadie y giro. Y antes de entrar al túnel de Ronda de Atocha veo las luces de un coche de policía a mi derecha, y oigo la sirena. Paro a la izquierda y bajo las ventanillas (la mía y las dos de la derecha, a ver si se va algo el olor).

- Buenas noches.

- Buenas noches.

- ¿Es vd. español?

- Sí, sí, español.

- ¿Ha visto vd. que ha realizado una maniobra prohibida?

- Sí, sí, es cierto, sé que he hecho mal, pero quería llegar a casa pronto porque es tarde y estoy cansado, mañana trabajo, y por no tener que ir hasta Mariano de Cavia...

- A ver, documentación. ¿El coche es suyo?

- Sí, bueno, es mío pero está a nombre de mi padre.

Intento no ponerme nervioso, porque estoy fumado, tengo la paranoia de que se nota mucho que estoy fumado y además mi coche apesta a la marihuana que llevo en el asiento de atrás. Me muevo despacio para no parecer nervioso, porque aunque a mí me parezca que me muevo demasiado despacio seguro que me estoy moviendo normalmente.

Según mi percepción tardo una eternidad en encontrar la documentación del coche, pero finalmente se la entrego al agente.

- ¿Quiere también mi dni?

- Sí, por favor.

Ésta es fácil, siempre llevo el dni en el mismo sitio, en la cartera. La abro y ¡boing!, lo primero que salta es el resto del cogollo que no me había fumado antes. Lo oculto como puedo con la mano libre y con la otra saco el carnet.

- ¿Cómo te llamas, Enrique?

- Sí, Enrique.

- ¿Eres español, verdad?

- Sí, de Badajoz.

- Enrique, ¿has bebido algo esta noche?

- (tengo los ojos rojos) No, bueno, sí, algo de vino en la cena.

- ¿Algo de vino cuánto es?

- Un vaso.

El agente le da el dni a su compañera, que vuelve a su coche a hacer comprobaciones.

- Enrique, la maniobra que has hecho es una multa de 120 € y la pérdida de 3 puntos del carné.

- Ya, si sé que he hecho una gilipollez, porque he mirado a ver si no venía nadie pero por no ir hasta Mariano de Cavia y llegar antes a casa me he jugado la vida...

- Bueno, tampoco ha sido jugarte la vida, si has mirado para ver si venía alguien...

Su compañera regresa, le devuelve el carné e intercambian unas palabras.

- Enrique, una denuncia por esta infracción son 3 puntos del carné y 120 €, que es una pasta. Hoy vas a tener suerte porque no te vamos a denunciar, pero la próxima vez ten más cuidado.

- Pues muchísimas gracias.

- ¿A dónde vas ahora?

- Yo, a mi casa.

- ¿Y dónde vives?

- En Carrera de San Francisco.

- Pues anda, dice sonriendo, vete para casa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Menos mal que eres español las dos veces que te lo preguntaron.
Un abrazo.
Paco.

didgewind dijo...

Pues sí. Curioso que me lo preguntaran dos veces, ¿verdad?

salu2.