Un Hombre Muy Ocupado

Esta mañana me he levantado, como en las últimas dos semanas, con picores en la garganta. Debe ser que estoy expulsando toda la nicotina que acumulé en el último mes y medio en Creta. Como sólo estoy tomando equináccea y vitamina c, me estoy curando lentamente. Lentamente pero bien.

Serían quizás las 8, o las 9. Me he limpiado la lengua, me he puesto traje de deporte, me he ido a correr por la alcazaba y el paseo del río. Al volver a casa, algunos estiramientos antes de ducharme.

Después, media horita de yoga. Es importante mantener los isquiotibiales flexibles, y los gemelos, y los músculos que protegen las vértebras. Dice mi abuelo que estoy más alto, y ciertamente, el metro que tenemos en casa dice que mido medio centímetro más. Quizás el estirar todos los días tantos músculos del cuerpo esté haciendo que la separación entre las articulaciones aumente mínimamente. Quién sabe.

Me he calentado parte de la avena con muesli que me preparé ayer, he puesto en el equipo algo de pop alemán que me pasó mi hermano el otro día, leo el periódico. Intento centrarme en el momento y no pensar en todas las cosas que quiero hacer mientras tanto. Terminar de ver Slumdog Millionaire, escribir un par de posts nuevos, instalar un par de aplicaciones en el portátil para un posible curro con Wordpress, enviar algunos correos que tengo atrasados desde hace días, ir a por el disco duro nuevo, ponerme a practicar con el programa de dj, limpiar las botas, tocar el didgeridoo, llamar por teléfono a un par de colegas de por aquí de Badajoz...

Son las 11:45h y como podéis ver, soy un hombre muy ocupado, me faltan horas en el día para hacer todo lo que me gustaría hacer. Gracias a Dios (o al universo) que, afortunadamente, no estoy trabajando.