5 años de vícaro: Alicia
Fecha original de publicación: 12 de marzo del 2000
Autor: merteuil
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Izquierda es derecha y derecha es izquierda. Todo depende del lado del espejo en el que estés.
Dos ojos para un cerebro. Dos manos dos piernas para un corazón. 20 dedos para un sexo.
Un ojo para dos cerebros. Una mano una pierna para dos corazones. Un dedo para 20 sexos.
Bajo porque sube.
Subo porque baja.
Y así cada mañana.
Y así cada noche.
Cada sueño es una vida y cada vida es un sueño.
Todos los días la misma vida.
Todas las noches un sueño.
Cambian los amigos. Cambio yo.
A veces me gusto más en sueños. Otras me horrorizo de lo que soy capaz de hacer soñando.
O de lo que hago despierta.
Mis sueños dependen de lo que hago y pienso por el día.
O quizás mi día, mi vida, está condicionada por las impresiones de mis sueños.
Recuerdo que sueño o sueño que recuerdo.
- Despierta Alicia, por favor despierta. ¿Alicia? ¿Estás ahí?
No puedo responder, cómo decirle que no, que no estoy aquí.
- Vuelve.
No sé volver; tampoco sé si quiero.
Música, lo que necesito es música.
¿Lo que quiero, o lo que necesito?
Qué fácil es confundir necesitar con querer.
Amar es querer sin necesitar.
Música, elegir lo que quiero oir me llevará tiempo, el suficiente para olvidarme de que quiero bailar. Siempre dando vueltas a las canciones, ésta ahora sí, ésta ahora no, ésta la he escuchado mil veces. Quiero algo nuevo, no, quiero algo que conozca, quiero cantar, no espera, quiero dejarme llevar por la música. Elijo una al azar, es la única manera. No, al azar no, que si no me gusta no puedo bailar con el corazón.
¡Postishead! Vale.
Suelto los músculos, cierro los ojos, respiro profundamente por la boca y lo echo por la nariz, gimiendo ligeramente. Otra vez. Y ya los sonidos se funden con mi cuerpo, lo mecen, lo mueven a la deriva del deleite.
Ah, que bien todo ahora, ahora nada importa.
Espera, estás pensando, no pienses, fluye otra vez.
Respiro fuerte por la boca y lo hecho por la nariz, gimiendo ligeramente.
Keep swimming, keep dancing Alicia.
Dos manos 20 dedos que se mueven libremente. Dos piernas, una cadera que se contorsiona con cada ritmo.
Portishead cala hasta los huesos. Creo que son 200 los que puedo mover. Otros 600 muscúlos. El cuerpo humano, qué sarcófago más curioso en el que vivimos, nos contiene y nos impide vernos. Nos acerca y nos separa de los demás. No deja ver lo que hay dentro, y a lo que no vemos no le prestamos atención. No la suficiente.
Dos ojos que miran hacia fuera.
Dos manos que tocan, dos piernas que corren.
20 dedos que se agarran.
Un corazón que mira hacia dentro.
Una mente que se confunde; conectar fuera con dentro.
Dentro es fuera y fuera es dentro.
Todo es nada, nada es todo.
Un estómago, una soledad que lo mata.
Soledad que duermes conmigo cada noche,
que me oprimes el pecho, que me has dejado sin lágrimas.
Déjame sola, necesito descansar.
No podemos tocarnos el alma, sólo conformarmos con fuertes abrazos. Ansiedad de apretarte entre ellos. Ansiedad de que me aprieten a mí.
- Alicia, sólo puedo estar contigo si respiramos juntos, déjame respirar contigo.
Vuelvo a mi cuerpo para poder estar con Manuel.
- Manuel, qué sola estoy aquí dentro, virgen, sin que nadie me haya tocado nunca, sin haber podido tocar a nadie todavía. Sólo a ti, amor, he llegado a rozarte , corazón con corazón.
Manuel corre hacia mí, se detiene muy cerquita, se calma, me rodea con sus brazos y siente mi respiración, yo siento la suya. Inspiramos. Expiramos. A h h h,cuánto te echaba de menos. Cogemos aire juntos. Profundo. Despacio. Lo retenemos. Lo soltamos con fuerza.
- Alicia, creí que me ahogaba, creí que te habías ido.
- Siempre estoy aquí, y al mismo tiempo nunca, ya lo sabes. El cuerpo es una cárcel y al mismo tiempo nuestras alas... ¿no es de locos? Manuel, qué vamos a hacer.
- Mi vida, seguir transformando el aire en amor. Nuestro cuerpo es alquimia, nuestro corazón vive de ella. Tú y yo juntos podemos con todo.
Cuando Manuel canta pone tanto amor que me tiembla todo el cuerpo. ” I'M PUSHING AN ELEPHANT AT THE STAIRS ”. Le miro con los ojos llenos de lágrimas. Me mira mientras sigue cantando y pone su mano en mi sexo, sin tocarlo, dejando que sienta el calor de su energía.
- Deja que el río baje desde tu corazón, con tu respiración, sabes que eres Dios, sólo tienes que querer.
Y entonces noto cómo baja el torrente desde la garganta, atravesando el pecho, llenando mi estómago, acercándose a mi sexo... Los ojos de Manuel están más vivos que nunca. ¿O son los míos? 20 yemas de dedos que tiemblan, dos piernas que flojean... Respiro profundamente, dejo de sentir mi cuerpo, no tengo músculos porque están todos relajados. Estallo en un orgasmo, lloro y veo cómo Manuel llora. Reímos. Estallo en otro orgasmo. Manuel me sonríe, me coge la mano y la pone en su pecho. 4 ojos que se encuentran en el infinito. Tú eres yo y yo soy tú. Su cuerpo empieza a temblar, regueros de lágrimas que bajan hasta la comisura de sus labios sonrientes. Manuel no eyacula; absorbe toda la energía de sus orgamos. Es la persona más vital que he conocido nunca.
- Joder, Manuel. Acabo de perder mi virginidad, no sabía que era tan fácil. Mi primer orgasmo sólo con amor. Sin sexo, sin soñar.
- Te lo dije, eres Dios.
Empezamos a reír como si también fueramos vírgenes en esto. A carcajadas, que salen de lo más profundo de nosotros. Nunca me había sentido tan llena, tan libre.
- Manuel, sácame de aquí, tengo tanto miedo... vámonos a casa.
- Alicia, mi amor, estando juntos siempre estamos en casa. Bajemos a la playa a dormir. Quiero enseñarte una canción con la guitarra.
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