jueves, agosto 27, 2009

Mi Abecedario, en Amantes II

Heike
Isabel
Julia
Katia
Lorena
María del Mar
Noémi

miércoles, agosto 26, 2009

Edgar de Ribeiro

Las cosas en Bangkok funcionan muy diferentes. Esperando a la xina me sigo dejando llevar, haciendo lo que me apetece, sin prisas. La gente de la calle no habla inglés, así que por ejemplo, para coger un taxi es mejor tener apuntado en un papel a dónde quieres ir y enseñárselo al conductor, y a veces ni por ésas. Y luego siempre están intentando tangarte, el taxi que me trajo desde el aeropuerto marcaba 430, y el tío me pedía 500. 'Pero por qué 500, si ahí pone 430', decía yo, y el taxista, en un inglés super primitivo (es más fácil entender a mi amigo Rafa el califa con su acento de Montilla) diciendo '50 extras y 20 de propina'. Luego resulta que los 50 extras son normativos por venir desde el aeropuerto, pero claro, yo con mis paranoias. Y hoy me ha pasado lo mismo viniendo a la embajada de Portugal. Busqué la dirección en internet (¡bendito google!), la apunté en una tarjeta de masajes en los pies con peces que se comen tu piel muerta y salí a la calle. Que te pare un taxi en Bangkok es lo más fácil del mundo: te plantas al lado de la acera, miras a tu alrededor con aire despistado, y te paran. Además dos o tres, uno detrás del otro, para que elijas. Me monté en el primero y no conocía la dirección, así que me monté en otro y lo mismo, y todos dando la vuelta a la tarjeta y mirando lo del masaje de peces, y yo '¡Ne, ne, la otra!' Al final di con uno algo más espabilado que preguntó por el walki, luego avanzó unos metros, se bajó del taxi, le preguntó a otro tío que paró por la calle, se volvió a subir, volvió a repetir la misma operacion y finalmente anunció con aire de triunfo que ya sabía a dónde íbamos. Cuando llegamos el taxímetro marcaba 120 bath, pero él me pedía 200. Le di 150 y le dije que lo sentía mucho, pero que yo era pobre y 50 bath son 50 bath. En realidad no es nada, algo más de 1 euro, pero tengo la impresión de que en Australia me he gastado demasiada pasta y necesito estar un tiempo con economía de guerra. Patrones mentales de comportamiento, que también pueden ser autoinducidos.

Lo de venir a la embajada de Portugal arranca de cuando aún estaba en New Zealand. Volvía de Auckland a Wellington para el concierto de Joe y antes paré en Raumati South para visitar a Erin. Esperándola en un café al lado de su casa con el didgeridoo y la mochila se me acercó una viejecita muy simpática que me preguntó si yo también tocaba en el evento, le contesté que iba a tocar un par de días más tarde en Wellington y que de qué evento me estaba hablando. Al parecer estaban presentando un libro de poemas de distintos autores que habían declamado en aquel garito (una vez al mes tenían una tarde de poesía), y me regaló un ejemplar. Seguimos conversando y cuando le dije que era de Badajoz y que mi ciudad está a dos kilómetros de Portugal, me dijo 'Ah, fíjate tú, que yo tengo un amigo brasileño, Edgar de Ribeiro, que trabaja en la embajada portuguesa en Bangkok'. Entonces fue mi turno de decirle que en un par de meses yo iba a estar en Bangkok, y que si quería me leía el libro y cuando llegara a Tahilandia se lo llevaba de su parte a su amigo. '¡Oh, that would be wonderful!', y tras dedicarle el ejemplar a su amigo me dio dos besos y se despidió.

Y dos meses después ya estaba yo a punto de completar la misión que May me había encomendado. Atravesé el portal de entrada de la embajada y el guarda de seguridad me interpeló, 'Wachi wachi tai tai'. Le entregué mi pasaporte y me lo devolvió junto con un id de visitante. Con éste me fui a recepción a preguntar por Edgar de Ribeiro, pero no le conocían. Salió un señor de un despacho, me dirigieron a él y le conté toda la historia en mi portugués chapurrero. 'Lo siento, Edgar de Ribeiro no trabaja aquí'. 'Es brasileño', le comenté, 'Ajá, pues si es brasileño probablemente trabaje en la embajada de Brasil, en el edificio Lumpini'. '¿Está muy lejos la embajada brasileña?'. 'No, qué va, 20 minutos en taxi'. 'Ah, perfecto, oubrigadinho. Otra cosa, me podría escribir la dirección en un papel para el taxista?'.

Y con mi dirección de la embajada brasileira escrita en thai (qué nivelón) paré a otro taxi, que enseguida exclamó '¡Ah, brazil embassy!', y me llevó directo al edificio Lumpini. Éste no me quiso tangar, así que le di los 60 bath de propina que no le di al otro, por majo. Y me subí a la planta 34, a la embajada brasileña, con mis chanclas, mis pantalones thai desteñidos y mi camiseta sin mangas del Alcatraz swimming team llena de churretones negros del trekking de tres días que nos hicimos en Katherine Gorge (que la hemos lavado pero va a haber que echarle lejía para que empiece a ser blanca de nuevo). Me dirijo a recepción y pregunto por Edgar de Ribeiro. '¿Quién pregunta por él?'. Parece que le conocen. 'Dígale que soy un amigo de May, de Nueva Zelanda'. '¿Tiene usted cita?', 'No, no tengo cita'. 'El señor embajador está muy ocupado, pero apunte su nombre y se lo transmito'. ¿Eins? ¿Señor embajador? Qué cosas. Cojo un papel y apunto 'Didgewind, amigo de May, de Raumati South, New Zealand'. 'Espere un momento'. Me siento 5 minutos y aparece otra secretaria. 'El señor embajador tiene mucho trabajo, pero si espera en 20 minutos podrá atenderle. Venga conmigo'. Me lleva a una habitación con unas vistas de Bangkok impresionantes. '¿Le puedo traer un café o un té mientras espera?'. Al rato vuelve a aparecer. 'Disculpe por la espera, pero el señor embajador está muy ocupado'. 'No se preocupe, no tengo prisa'. Y por fin aparece Edgar de Ribeiro, un tío muy campechano que me sonríe al tiempo que me da la mano y me dice '¡Hola! Perdona que te ,haya hecho esperar. ¿Eres amigo de May?'. 'Mäs o menos', respondo, 'No sabías que eras el embajador'. 'Nada, éste es un trabajo que tengo para poder pagar a mis ex-mujeres. ¿Tú eres escritor también?'. Y le cuento mi historia a medias, porque como buen diplomático no para de hablar y hablar y no me deja meter baza. Me recomienda lugares para visitar en Bangkok, Thailandia y el sudeste asiático y me da una tarjeta con su email y su número de teléfono por si necesito algo o doy alguna actuación con el didgeridoo por aquí cerca, que le avise. Tras regalarme unas guías de la zona ('Ésto te lo dan en cualquier oficina de turismo') nos despedimos con un abrazo. 'Me ha encantado conocerte', me dice, 'ahora mismo escribo a May y le cuento'. 'Dale recuerdos de mi parte', contesto. Me monto en el ascensor y me marcho.

No soy director de banco como quería mi madre. Pero hoy me he hecho 'medio amigo' del embajador de Brasil en Bangkok.

Tu, yo, el, nosotros, vosotros, ellos

Si tu no te das cuenta de lo que vale
el mundo es una tonter'ia
si vas dejando que se escape lo que m'as quer'ias

o/y

Si tu no te das cuenta de lo que vales
el mundo es una tonter'ia
si vas dejando que se escape lo que m'as quer'ias.

jueves, agosto 20, 2009

Mi Abecedario, en Amantes I

Anne
Beatriz
Carmen
Desiree
Elisa
F - ?
G - ?

domingo, agosto 16, 2009

Let It Flow

Estoy con la nena en Ayton, haciendo un wwoofing en medio del rainforest, a cinco minutos de una playa donde nunca hay nadie, sólo cocodrilos, pero si nadas por el medio no hay peligro, únicamente si te vas hacia la derecha, donde desemboca el río. Estamos durmiendo en un hut en el que las paredes son mallas, así que por las noches escuchamos todos los sonidos de la selva: cacatúas, monos voladores, maleza que se mueve por cualquier tipo de animal... a saber, normalmente son lagartijas, wallabies o pájaros que son como gallinas salvajes, pero puede ser cualquier cosa. Afortunadamente tenemos mosquiteras en la cama, ya nos acribillan lo suficiente los insectos durante el día como para preocuparnos de ellos también en sueños.

El Rainbow fue una pasada. El sitio era un paraíso, me monté mi chiringuito al principio, al lado del río, con un cover que me dejó Emamei y que colgué entre cuatro ramas. Dormíamos viendo las estrellas, y cuando se levantaba viento la luna llena nos iluminaba. ‘¡Apagad esa luz!’, decíamos entre risas. La nena me dice que echa de menos esas mañanas, cuando se despertaba con la luz del sol y yo ya tenía el fuego hecho y el café preparado. Luego nos dábamos un baño y nos íbamos al healing circle para hacer algo de yoga o nos quedábamos charlando con Cindy o con alguno de los vecinos.


casita en el rainbow en tablelands

Al final tardé ocho días en llegar desde Gosford. Eso de dejarse llevar es lo que tiene, te dejas, te dejas, y acabas el cuarto día en Toowoomba, inland, en un hostal de 50$ la noche y preguntándote qué cojones haces tú allí. Claro que ese mismo día un chaval que me llevó hasta Ipswich me invitó a comer en un Sizzle (pagas el plato principal y de lo demás comes lo que quieras) y me regaló unos noodles, así que lo comido por lo servido. Al día siguiente me paró un policía para decirme que hacer autostop en Australia era ilegal, y luego se puso a contarme sus viajes por Europa y por todo el país en moto. Hace un mes había estado en Nepal. ‘¿Cuál?’, le pregunté yo, ‘¿el norte o el sur?’. Me miró extrañado y luego sonrió. ‘¡El polo no, Nepal!’. Al final me aconsejó coger un autobús de vuelta a Brisbane y hacer autostop desde allí, que era más fácil. ‘Pero ya sabes’, sentenció, ‘you can get a ride or you can get a fine’.

Ese mismo día el último ride me lo hizo un ingeniero industrial que vivía con su familia en Gympie. ‘Yo nunca he necesitado hacer autostop porque siempre he tenido coche’, me decía, ‘pero siempre recojo a la gente porque sé que mis hijos un día necesitarán a alguien que les recoja. Mi mujer se pone nerviosa, me dice, no pares, no pares. Yo me río y le digo, pero mujer, qué nos va a pasar, si son unos chavales’. Como su familia estaba visitando a su suegra me llevó a su casa en el campo y luego se fue a cenar a casa de unos amigos no sin antes descongelarme unas chuletas de una de sus vacas, abrir una botella de vino y dejar la bañera/spa con agua caliente para relajarme antes de de cenar. ‘Si necesitas lavar ropa aquí tienes la lavadora y el detergente’, dijo antes de irse. Esperando que se llenara el baño, sentado en el suelo del salón, con una copa de vino blanco en la mano y viendo Los Simpson me vino a la cabeza una frase que últimamente me ronda mucho: qué dura es a veces la vida del vajero.


rana mimetizada


La nena se vuelve a Wellington en septiembre, y yo he quedado en Bangkok con la xina el 22 de agosto. La nena quiere ir a Darwin antes de volverse, yo también pero desde aquí hay 2.000 kms, más o menos lo que me hice desde Gosford hasta el Rainbow, pero es que además no encuentro ningún billete barato de Darwin a Thailandia, y sí que lo encuentro desde Brisbane. Así que estamos pensando en separarnos, a ella le da pena porque dice que está muy bien conmigo, pero acepta las cosas como vienen y como se van. El 5 de agosto aproximadamente dice que comienza el hitchhiking hacia Darwin, yo lo comenzaré hacia Brisbane, allí tengo un par de wwoofings interesantes. Pero bueno, decidiremos en el momento, para qué preocuparse ahora si las circunstancias cambian continuamente, y tengo aún tiempo de sobra para comprar el billete a Bangkok. La marquesa dice que se va a Brisbane a principios de agosto, otra razón más para acercarme por allí.

El sábado encontré una combinación desde Darwin por 180€ pasando por Singapur, así que me voy para Darwin. Entremedias hemos pasado cinco días de couchsurfing en Cooktown, y hemos viajado a Alva Beach para hacer un par de inmmersiones en el SS Yongala. Ahora estamos en una estación de servicio en Chartres Towers preguntándole a los camioneros si alguno tira hacia el oeste. Bueno, yo estoy escribiendo, les pregunta la nena, que para eso es más graciosa. De momento todos van para Brisbane o Townsville. Pero no tenemos prisa. Just let it flow.

lunes, agosto 10, 2009

Polvo al polvo

En Australia tienen una visa de trabajo con la que puedes currar allí un año si eres menor de 30 y tu nacionalidad aparece en los países agraciados. Si eres mayor de 30 o tu país no está en la lista las posibilidades de encontrar trabajo son muy pocas. Para mí tiene el mismo sentido que si no me dejan currar en China porque tengo juanetes o en Canadá porque me ha venido la regla. Pero esto último suena a coña mientras que lo primero a muchos les parece razonable. Cómo me acuerdo de mis amigos africanos en España que llevan años a la espera de ser legales, cómo si de verdad hubiera cuerpos que pudieran decidir sobre otros cuerpos. Cómo si el polvo fuera más que el polvo. Cómo si el polvo pudiera controlar el alma. Cómo si lo mortal tuviera el derecho y el poder de controlar lo inmortal. No es sólo que no tenga sentido, es que es imposible.

Cómo puede nadie decidir cómo y dónde pueden vivir los demás?

Cómo es posible que estemos permitiendo que lo decidan?

LIBERACIÖN

Nunca es tarde para liberarse siempre que lo hagamos antes de que nuestro cuerpo muera. Incluso segundos antes de que esto suceda valdría, pero para que esperar tanto?

Buda se liberó con 35 años, sentado bajo un árbol sintió que era uno con el universo y como no puede ser menos con alguien que vive esta experiencia se dedicó a despertar a la gente practicando meditación Vipassana. Llegar a la mente a través de las sensaciones físicas de nuestro cuerpo. Aprender a usarla en lugar de ser usados por ella. Vivir en el ahora, liberarnos del tiempo y descubrir que podemos ser Amor sobre pensamiento y no al revés. Todos podemos practicarlo si queremos.

De Jesucristo creo que no sabemos a que edad se liberó pero si a que edad lo crucificaron los que no le entendieron. A mí me da por pensar que quizás vió la luz porque le dió un infarto cerebral. Trató de despertar a la gente con hechos (haciendo healing; sanación que no milagros) y palabras "Amaos los unos a los otros". Todos estamos capacitados para actuar y hablar como él si queremos.

Quizás Lao Tse Tung fumaba el opio suficiente y la Madre Teresa de Calcuta tenía Fe de la no ciega, el caso es que ya sea observando el Universo, escuchando al Corazón o con una casi muerte todos se liberaron y trataron de liberar a los demás con pocos resultados porque sus palabras siguen siendo oídas pero no escuchadas, no pasadas a acciones ni a sensaciones físicas.Parece que es más fácil delegar en Gurús, Papas, Profetas o Dalais Lamas y pensar que ellos son más hijos Dios que nadie y que por eso pueden alcanzar la Paz, el Amor, la Verdad y la Liberación en Vida. Me acuerdo de una canción de La Polla Records: "Amaos los unos a los otros dice el asesino" dedicada al Papa Juan Pablo II. Seguro que habrá alguna otra destinada al Dalai Lama que aunque al menos no asesino si hipócrita que se pasea creyéndose la encarnación de Dios .

Una pena o una coña muy grande ser nosotros mismos Dios y seguir buscándolo fuera. Llámalo Dios, Amor, Energía, Ser...Pero seguimos siendo tan cobardes, ciegos, egoistas, ignorantes como hace no sé cuantos millones de años (Dinero, Poder y Religión han puesto empeño en ello) y hasta muchos creen todavía que el universo gira en torno a nosotros seres humanos. Como si vivir en Babilon fuera tan importante y la única verdad. Para echarse a llorar.

Y me da también por pensar que si el número de mujeres liberadas conocidas en el mundo de las religiones es minimísimo se debe más a la biología que a la misoginia. Nuestras hormonas y nuestra capacidad para hacer varias cosas a las vez nos alejan de ello; las primeras nos hacen más permeables a las emociones (nos creemos que ellas somos nosotras y nos dominan) y lo segundo nos aleja de poder desarrollar más el lado derecho del cerebro que es el de la liberación (siempre pensando que era una ventaja y resulta que es un incoveniente).Pero bueno, lo peor de todo la falta de complementariedad del Yin y el Yang. Que no se porqué decidimos que como hombres y mujeres tenemos diferente cuerpo ( y por tanto diferente mente) teníamos que ser enemigos y no aliados. (Cómo será el careto del capullo que empezó con esto? ... Véase el El Secleto de la Tlompeta)

No debería resultar tan difícil resetear el disco duro y desaprender lo aprendido si de verdad quisiéramos liberarnos de la enfermedad del sufrimiento, de la enfermedad de pensar que nuestros problemas son diferentes de los de los demás, de tomarnos la vida a lo personal y no a lo universal. Estando enfermos no sólo no disfrutamos nosotros mismos de la vida sino que encima contagiamos a los demás.

En mi proceso de liberación me hago muchas preguntas y encuentro algunas respuestas con la mente... pero cuando busco con el cuerpo y presto más atención a las sensaciones físicas, al ahora, al instante y el tiempo se me hace cero, wow, ahí Soy!! Ahí siento y no pienso y me libero al menos por unos instantes. Porque enseguida la mente me reclama, la jodía quiere seguir teniendo el papel protagonista. Poco a poco.

Así que mientras tanto me ayuda mucho escuchar y aprender de los que a mi sentir están liberados. Hasta ahora sólo me he cruzado a 2 en mi camino por la vida. Los demás me llegan a través de la música, libros, cine... Este post es para que dejemos aquí los nombres de los que pensamos que se han liberado, que cantan, bailan, sanan, hacen películas o doblan cucharas...como Jesucristo y Buda hacían sanación o Vipassana o la Madre Teresa se enfrentaba a la muerte cada día para ayudar a los demás.Aquí dejo algunos de los míos, los que me devuelven la sonrisa cuando me pierdo y la pierdo.

Michael Stipes (REM)!!!!! Rober de Extremoduro, Rosendo , Leo Bassi, Julio Medem, Terry Gilliam, Lewis carrol, Eckhart Tolle...

Y sigo buscando a alguien que doble cucharas porque al final es verdad que NO HAY CUCHARA!

sábado, agosto 08, 2009

Armada Española

Esta foto apareció el miércoles pasado en el Cooktown News.

Lo que no dice es que éramos los únicos 'dancers'.


dando la nota en cooktown