martes, abril 29, 2014

5 años de vícaro: Visión local, percepción global

Fecha original de publicación: 27 de septiembre del 2009
Autor: didgewind
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Muchas veces asumimos que nuestro conocimiento de las cosas, condicionado totalmente por el entorno en el que vivimos, es extrapolable a nivel global. Y no importa que internet esté ahí y que tengamos acceso a información local de otros lugares: incluso en este pequeño universo de interconexión mundial seguimos tendiendo a analizar información puramente local. Y luego creemos que esa información, que posiblemente es conocida únicamente en nuestro pueblo, región o país, es ámpliamente compartida por el resto de la humanidad, o al menos de los países afines al nuestro. Un buen ejemplo que me recordó esta circunstancia sucedió hace unos años, cuando murió Georgie Best (para quien no lo sepa, Georgie Best fue un jugador de fútbol, capitán de la selección inglesa, que al parecer aparecía constantemente en noticias y revistas del corazón británicas por su comportamiento 'escandaloso'. Una vez dijo: 'Derroché casi todo mi dinero en mujeres y alcohol; el resto lo malgasté'):

- ¡¿No sabéis quién es Georgie Best?!

A Sushma se le salían los ojos de las órbitas.

- Pues no, contestó Sergio. ¿Georgie quién?

- ¡Georgie Best! ¡El ex-jugador de fútbol! ¡Estaba a todas horas en la televisión y los periódicos!

- Pues no, Sushma, yo es que ni veo la televisión ni leo los periódicos.

- ¡65.000 personas en el estadio, durante su funeral, sostenían su foto en alto! ¡Ha sido un acontecimiento grandioso! (A Sushma muchas veces le gustaba ponerse melodramática). ¿Y vosotros no tenéis ni idea de quién es?

- Bueno, tercié yo, a mí me suena algo, pero es que ya sabes que yo soy muy futbolero, y entiendo que Sergio no le conozca. ¿No jugó un Mundial?

Sushma nos miró con cara de incredulidad.

- Bueno Sush, no te pongas así. Ese tal Georgie Best será muy conocido en Inglaterra, pero aquí en España no creo que haya mucha gente que sepa quién es.

- ¡Todo el mundo sabe quién es Georgie Best! ¡Todo el mundo, menos vosotros! ¡Le preguntas por la calle a cualquiera que pase y seguro que sabe quién es! ¡Desde luego, a veces no sé en qué mundo vivís!

Nos miramos con aire divertido. Y entonces Sergio dio en el clavo.

- Vamos a ver Sushma, te pondré un ejemplo. ¿Tú sabes quién es Georgie... Dan? (Para quien no lo sepa, Georgie Dan es... oh, fuck it, todo el mundo sabe quién es Georgie Dan).

- ¿Quién?

- ¡Georgie Dan!, exclamamos al unísono. ¡El de 'La Barbacoa'! ¿No sabes quién es? ¡Pero en qué mundo vives!

Sush nos miró como si estuviéramos locos mientras Sergio cantaba 'La Barbacoa' y yo bailaba y le hacía los coros.

domingo, abril 27, 2014

Enciende la candela

Enciende la candela
en mitad de este páramo helado,
tú que conoces
el frío que me habita.

lunes, abril 21, 2014

5 años de vícaro: Las cárceles del alma

Fecha original de publicación: 20 de mayo del 2009
Autor: merteuil
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Sentada en el ordenador, escribiendo de manera que me pueden leer en cualquier lugar del mundo, me olvido de dónde estoy y todo me parece fruto de una pesadilla. Pero si vuelvo la cabeza veo que no, que no estoy soñando, que sigo en India, en la cárcel de mujeres, en la sala de ordenadores donde nos dejan estar unas horas un día a la semana. La mayoría de las páginas están capadas pero no tengo interés en leer lo que ocurre en el mundo exterior, sólo necesito escribir. Sacar a pasear de su encierro a mi alma ya que no puedo sacar a mi cuerpo.

Que cómo he acabado entre rejas es algo difícil de creer. Para empezar yo no debería estar aquí. Pero eso es lo que piensa la mayoría de nosotras. Ayer se llevaron a mi compañera de celda envuelta en ese papel de aluminio que utilizan para que no se vean o se huelan los cadáveres. Según ella misma apuñaló a su marido hasta verlo muerto. No es que yo pueda decir que el tío se lo merecía, pero tener encerrada a tu mujer en casa debería ser delito. Pero no lo es, y menos en India. Mamattha se sentía tan culpable, tenía tanto miedo de que la fueran a ejecutar que prefirió hacerlo ella misma. Así que ahora tengo una celda para mí sola. En mi egoísmo pienso que un poco de intimidad nunca viene mal. Y desear que mi próxima compañera hable inglés o español me anima la mente porque a menudo se ahoga con las palabras que no pueden salir de la garganta.

Las primeras semanas intenté tomármelo como una meditación, meterme tanto en mí misma que no me importara estar aquí dentro. Yo soy una secuencia de latidos, una respiración continua, un alma atrapada en un cuerpo. Un cuerpo encerrado en una cárcel. Así que básicamente estoy doblemente encarcelada. La cosa tiene su gracia. Mi propia cárcel, mi cuerpo, está encerrada en otra cárcel. Si bien mi cuerpo no puede hacerme callar mucho menos lo podrán hacer unas rejas. Mi alma sólo puede ser esclavizada por mí. Nadie más que yo puede encarcelarla. Y si como decía Marea la voz no hay quién la encierre, ni rejas ni paredes, ahora con internet las palabras no hay quién las borre.

Es irónico que haciendo tan poco tiempo que he aprendido a liberar mi alma me encierren a mí entera. Desde que estoy aquí río y lloro a la vez constantemente. Todo me parece para descojonarme y llorar a moco tendido. Así que cuando me desahogo ahogándome en lágrimas estoy lista para echarme a reír. Cada vez que bajamos al comedor y aspiro el olor a curry, a chilli, a pakora, a cúrcuma... me imagino que sigo fuera, paseando por las calles de Hampi, buscando un sitio donde comer. Y es que lo bueno de estar en una cárcel india es que sigues comiendo comida india, que debe ser mejor que la comida de las cárceles españolas. Por lo que cuentan porque lo único que sabía hasta ahora era basado en películas y en algún colega de San Blas que comentaba que donde mejor hachís había fumado era en el talego. Una pena que aquí eso no pase porque el Charas indio abre las puertas de la percepción. Pero cada vez que insinúo a alguna compañera (o colega, no se cómo referirme al resto de mujeres que me acompañan en mi penitencia) que cómo se consigue aquí de fumar me invitan a callar con la mirada. Supongo que además de ser esto India, es India en femenino, así todo está doblemente censurado. Y lo único que me consuela es pensar que a lo mejor Manuel tiene suerte y puede conseguir de fumar y relajar mente y cuerpo. Aunque Manuel no tiene ni un solo músculo tenso, lo que también me consuela en el caso de que aquí también se estile porculizar a los novatos en el tigre, porque Manuel podía meterse mi mano por el culo en cualquier momento sólo para enseñarme que se pueden tener todos los músculos del cuerpo relajados con sólo creer que se puede hacer. ¡Manuel! ¡Mi amor! ¿Dónde estarás? ¿Estarán nuestras cárceles tan sólo a unos metros de distancia? ¿O te habrán llevado a la otra punta de este país? Manuel, ni siquiera tengo tu email, tu dirección, tu teléfono. ¿Quién nos iba a decir que nos íbamos a separar? Y ahora puede que te haya perdido para siempre, mi vida. Sé que si estuvieras aquí me dirías que eso es imposible, que nuestras almas ya se han encontrado y que nunca se separarán... pero me cuesta tanto creer en esas palabras ahora... Yo quiero estar contigo en cuerpo y alma.

Dejar de ser consciente del tiempo que llevo aquí y del que me queda es la mejor terapia para mí. Me alegro de haber aprendido a hacer que el tiempo sea cero. Aquí hay compañeras que dibujan los típicos palitos de a seis y los tachan con el séptimo para contar las semanas. Dicen que así te vuelves menos loca pero yo estoy convencida de lo contrario; contabilizar este calvario sería mi muerte. Si medito lo suficiente puedo hasta creerme que estoy de retiro espiritual. Y es que nunca he meditado mejor que aquí dentro. Es irónico, ya digo que no paro de reír y llorar todos los días. Incluso estoy aprendiendo hindi, porque el inglés que hablan aquí es tan rudimentario que siempre acabo hablando por señas. Nos vamos conociendo poco a poco. Aquí dentro cada historia que oyes es tan increíble que termina siendo creíble. Y desde luego todas tratamos de pensar que somos inocentes. Y es que un error de cálculo te puede traer aquí. Fumando en el baño del tren por ejemplo, un policía que va de paisano te sale al paso. Te viene con el cuento de que o te folla allí mismo o acabas en prisión. Así que te mete mano como si tuviera 12 años, amasándote las tetas, y parece que está bromeando. Pero cuando se arrima y notas que está empalmado desaparece esa percepción. Manuel está lejos y no puede venir en mi ayuda, pero sé que en cuanto esté a unos metros de mí podrá sentir el miedo en los latidos de mi corazón y vendrá a ayudarme. Y sí, viene, y le dice al policía que si no le da vergüenza estando casado… Y el tío baja la cabeza humillado porque sabe que Dios le está mirando. Pero para entonces una mujer nos ha visto y el lío ya está montado. Y me separan de mi vida, de mi amor, y le veo alejarse sonriéndome y cantando para mí, para que no tenga miedo. Y se lo llevan a rastras entre 5 porque no pueden con él. Y le devuelvo el amor con otra sonrisa. Y pensando en él me olvido de que estoy en comisaría y de que me están encerrando entre 3 paredes y unas rejas. Y no se me borra la sonrisa porque el amor llena mi cuerpo, mi alma mi todo. Y los policías deben pensar que estoy fumada o loca pero me da igual. Ya no puedo hacer nada de todas maneras.

Y aquí sigo, viviendo el momento presente, sin pasado ni futuro. Haciendo mucho yoga y meditando más que nunca. Prestando más atención que nunca a mi respiración y a mis latidos… así que a veces me parece que cuando estaba encarcelada era cuando estaba fuera. Y es que empiezo a perder la noción de dentro y fuera, de viva o muerta. Empiezo a entender lo de ser uno con el universo porque a veces pierdo por completo mi identidad, y mi ego se está muriendo. Y eso es lo mejor que le puede pasar a una, aunque desde luego irónico que haya necesitado estar aquí dentro para que suceda.

Y claro, todo sería más fácil si no tuviera que mentir cada vez que escribo a mis padres, lo que daría por verles, por darles un abrazo. Pero no puedo decirles dónde estoy, vendrían a verme y se les caería el mundo encima. Y a mí, por lo único que se me empieza a caer el mundo encima es porque sin compañera de celda no puedo alcanzar la ventanita por la que se ve el atardecer, con esa transición de colores con los que atardece aquí en India. Lo que más deseo es que mi próxima compañera sea alta, como Mamattha, y subirnos a hombros para alcanzar a ver el sol con nuestros ojos. Porque por mucho que aprenda a vivir con el sol que llevo dentro creo que nunca querré prescindir del que brilla ahí fuera.

Y hoy he encontrado una edición en inglés de "Las cárceles del alma" que me recuerda tantos libros devorados en el metro camino al instituto. No podía haber encontrado otro título más acertado en estos momentos. Quién me iba a decir que lo releería aquí dentro.

domingo, abril 20, 2014

Desvestir a la palabra

Desvestir a la palabra
de su carne
y fabricar puntas de flechas
con los huesos,
es oficio al que aspiro.

lunes, abril 14, 2014

5 años de vícaro: Spooning

Fecha original de publicación: 27 de abril del 2009
Autor: merteuil
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En Argentina dormir en cucharita.

En Méjico cucharse.

¿¿En España?? ¿Dormir abrazando (o abrazado) al cuerpo de otra persona fundiditos en postura fetal?

Me gusta cada vez que descubres un verbo que existe en otro idioma pero no en el tuyo y te preguntas por qué. Sobre todo cuando la acción que describe es universal y el sentido se entiende perfectamente.

Buscando por un idioma universal incorporo este anglicismo en mi cerebro, en mi manera de pensar y sentir.

I love spooning!

domingo, abril 13, 2014

Llorar

Llorar,
hasta que las lágrimas
se fundan en mi rostro
para que no las adivines.

lunes, abril 07, 2014

5 años de vícaro: 27 de marzo de 2009, Balclutha, South Otago

Fecha original de publicación: 1 de abril del 2009
Autor: didgewind
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Queridísima mamá:

Te escribo desde un café en un pueblecito de Nueva Zelanda. Al final hice como te dije, dejé la vida occidental y me vine para el este, pero en vez de en Asia estoy en Nueva Zelanda. Básicamente, en el 2006 conocí a unos kiwis que se quedaron una semana en casa y me invitaron a su boda. Así que he aprovechado ya para venirme.

Aquí hay un montón de naturaleza por todos lados. Llegué a Christchurch, que está al noreste de la isla sur, el 17 de febrero (aquí tienen dos grandes islas, la norte y la sur, y luego algunas islas pequeñitas). La boda fue el 20, en medio del campo, nos lo pasamos muy bien. Luego tiré para Waitati, más al sur, para hacer helpx. Helpx, como Wwoof, es un sistema por el cuál ayudas 3 ó 4 horas en casa de alguien y ese alguien te da a cambio comida y alojamiento. El trabajo no suele ser duro, yo hasta ahora lo que he hecho ha sido cuidar jardines, y de esta manera no gastas dinero y tienes tiempo libre. Bueno, pues después de Waitati bajé a Milton, ahí sí que me explotaron un poco, y luego tiré para la costa suroeste, a Fiorland. Aquello son lagos y montañas, es todo un parque nacional y no hay pueblos, sólo Manapouri y Te Anau junto a los lagos del mismo nombre. Todo lo demás es prácticamente virgen.

En Te Anau estuve haciendo una ruta un día (Keppler's Track). Aquí lo del turismo activo lo tienen muy bien organizado, demasiado bien, diría yo. Me explico, por ejemplo, la Keppler's Track te la puedes hacer en 3 ó 4 días, los puntos de acampada están establecidos al lado de los refugios, y siempre tienes que reservar y pagar con antelación. La ruta está muy bien marcada, y salirse de ella está mal visto. No sé, aunque sea un parque nacional, parece que la gente viene sólo a hacer la ruta, no hay nadie que pase el día simplemente en la montaña, hay demasiados matorrales quizás, no sé si me explico. Bueno, yo me hice un día (3 horas p'alante, 3 horas p'atrás) y al día siguiente lo pasé descansando porque tenía las piernas llenas de agujetas. Me recordó a cuando jugaba al fútbol y tenía agujetas casi todos los días. Me llevé el didgeridoo, como siempre, y eso estuvo bien porque a veces me paraba a escuchar los sonidos y luego los intentaba imitar. De hecho estoy componiendo un tema basado en esos sonidos. Lo voy a llamar Te Anau - Keppler's Track :).

Al día siguiente me fui de kayaking a Doubtful Sound (por supuesto reservado desde el lunes) y fue también una experiencia muy interesante. Además nos llovió, lo cuál por una parte disminuyó considerablemente el número de mosquitos que se acercaban al kayak y por otra parte aumentó unas 50 veces el número de cascadas que nos encontramos por el camino. Ver los fiordos desde dentro del propio lago contribuyó también mucho a mi paz interior.

Luego tiré para Queenstown. Iba a comprar billete de autobús, pero desde que estoy por aquí toda la gente me dice que hacer auto-stop es muy fácil, que te recogen enseguida. Así que me lié la manta a la cabeza y me puse a hacer dedo a las afueras de Te Anau. Es cierto que te cogen fácil, a la media hora paró un inglés que andaba de vacaciones por allí y que me dejó en Lunsdem, y media hora después me recogió un nativo de Queenstown que me acercó hasta la ciudad. En Queenstown estuve el fin de semana de couchsurfing con una parejita de escoceses muy maja, y el domingo subí con dos taiwaneses a Glenorchy, a hacer un día del Roteburn's Track. Esa misma parejita me acercó el lunes a Wanaka, a casa de otra señora para hacer más wwoofing. Wanaka es preciosa, rodeada de montañas nevadas a la orilla de un inmenso lago. Me he pasado esta semana cortando leña y caminando alrededor del lago. Ayer subí al Roy's Peak, 1.300 metros de desnivel y una caminata de seis horas y media. Así que hoy viernes vuelvo a tener las piernas doloridas.

Y nada, lo que te contaba, que esta mañana haciendo autostop he vuelto a Balclutha, cerca de Milton, porque el otro día una gente me vio tocando en la calle y me invitaron a una celebración maorí que hacen mañana, donde cocinan bajo tierra o algo así. Aprovecharé para pasar unos días en los Catlins, que así se llama esta comarca. Ya te contaré.

Como ves por aquí no me aburro. Ahorré bastante pasta en Madrid el último año, y entre eso y el gastar lo menos posible espero estar bastante tiempo por ahí. De vez en cuando volveré a casa a pasar uno o dos meses con papá y el abuelo, y luego me volveré a ir. Sé que no es lo que a ti te habría gustado, pero de momento soy feliz así, y supongo que cada uno tiene que seguir su camino. Verdades hay muchas, y el que a mí me vaya bien así no quiere decir que sea lo mejor para todo el mundo, sólo que es lo mejor para mí. De la misma manera que el que alguien sea feliz trabajando todos los días y con pareja, casa y coche no quiere decir que ése sea el único camino para ser feliz, es sólo uno de tantos. Pero hay gente que no lo comprende.

En casa, a papá le pregunté y me dijo que a él le parecía bien, que mientras yo fuera feliz él estaba contento. Luego hablé con algún amigo suyo y me dijo que en realidad estaba algo preocupado, pero que ellos mismos le decían que es una experiencia que me va a venir muy bien. El abuelo me decía que no me fuera (fíjate, el abuelo, el que nunca se ha metido en lo que hacemos o dejamos de hacer), que en vez de irme tan lejos me quedara con ellos allí en Badajoz, pero yo creo que lo que le pasa es que está asustado, porque primero te moriste tú y a los pocos meses la trapi, y está viendo muy de cerca la muerte. Pues sí, la trapi se murió, según el veterinario de anemia, pero el tío Antonio dice que fue una depresión de caballo porque ya no estabas tú, y yo creo que tiene razón. Además el abuelo ya empieza a tener achaques y el hecho de que ya no haya energía femenina en casa se nota mucho. Por eso he intentado llevar amigas a casa de vez en cuando, y papá y el abuelo lo agradecen, porque ya te digo que se nota. De la misma manera que nunca le agradeceré a Mar lo suficiente el que se quedara una semana en casa tras tu muerte. Sobre todo a la hora de comer y de cenar se notaba mucho que faltabas tú. Y el hecho de que estuviera Mar por allí suavizaba mucho la cosa. Luego, hasta Navidades, siempre estábamos Manolo, Javi o yo por allí. Papá les decía a sus amigos que no les dejábamos solos. Y así, más o menos, lo van superando. Más o menos.

Papá todavía lo pasa mal, aunque ya sabes cómo es él, organizando las batidas, los viajes de jubilados, arreglando papeles... El abuelo va teniendo dolores, que si en la espalda, que si en el pie... Como ya no juegan a las cartas (supongo que es demasiado doloroso porque ya no estás tú) y recuerdo que decías que le venía muy bien para ejercitar la mente, estas navidades me fui al Corte Inglés a comprarle un ajedrez electrónico. Buscaba algo lo más sencillo posible, porque ya sabes que si el abuelo tiene que leer la pieza que le toca mover a la máquina y en qué casilla, al final se equivoca y no vuelve a jugar, así que buscaba algo como que iluminara las casillas de inicio y final, o algo así. ¿Y sabes lo que encontré? Pues un ajedrez en el que tú mueves tus piezas y un brazo-robot mueve las piezas contrarias. Así que es como si el abuelo jugara contra otra persona, pero mejor porque si se levanta para ir al baño, o a hacer algo en la cocina, o simplemente para ver la tele, el robot no protesta. Y luego puede continuar la partida. Bueno, pues al mover tu pieza tienes que apretar hacia abajo en la casilla en la que estás y presionar de nuevo en la casilla a la que te mueves, para que la máquina reconozca tu movimiento. Al parecer el abuelo juega mucho, así que es un buen regalo. Pero es que el otro día hablé con Manolo, y me dijo que se puso a jugar con el abuelo en un tablero normal, de madera, ¡y el abuelo presionaba las piezas contra el tablero al mover, como si estuviera jugando al ajedrez electrónico! Dice Manolo que se rieron mucho. Igual Manolo tendría que haber imitado al brazo-robot al mover, trrrrrrrrriiiiiiiii - trrrrrrrrrreeeeeeeeee...

Hablando de regalos de Navidad, este año he sido el único que ha escrito carta a los Reyes Magos. Desde que te fuiste ya no es lo mismo, aunque más o menos intentamos seguir la tradición. En mi carta decía que, como de todas formas estaba regalando mis cosas y me iba de viaje, era una tontería que los reyes me trajeran cosas que no me iba a llevar, que sí que me iban a hacer falta una buena mochila, un buen saco de dormir, unas buenas zapatillas y cualquier otra cosa que se les ocurriera y que me fuera útil para el viaje, como por ejemplo un termo. Y la siguiente vez que voy a Badajoz llega papá y me dice, Didgewind, Manolo te va a regalar el saco, Javi la mochila, yo las zapatillas y el abuelo el termo. Digo yo, eficacia alemana, pero a la española.

¿Te acuerdas de la niña de la que te hablé y que me duró sólo una semana? Bueno, pues hubo algo que me dijo cuando le conté que tenías cáncer y que andabas jodida, y fue que le había llegado mucho lo tuyo porque ella era Escorpio, como tú, y al parecer dicen que cuando un Escorpio se va, otro llega. Lo que pasa es que ya te dije que tras una semana no volví a saber más de ella. Pero este diciembre conocí a otra chica, también Escorpio, y los dos meses que hemos pasado juntos antes de irme han sido geniales. Te habría encantado, me la llevé a Badajoz y a papá y al abuelo les gustó mucho. El abuelo incluso me dice que le diga que les llame de vez en cuando, para ver qué tal está. Los últimos años parece que mis amantes son todas Cáncer, y mis amores verdaderos Escorpio. Aunque en este caso parece que la Escorpio vino y el Acuario se fue. Pero bien, aunque estemos separados seguimos en contacto, quién sabe, igual algún día se viene conmigo de rule por ahí. Ya veremos qué pasa.

Bueno, pues te dejo ya que al final me ha salido una carta muy larga, aunque es normal, hacía más de un año que no te contaba nada. Ahora a ver si donde estés puedes leer este blog, desde mi punto de vista en el momento en que mueres todas tus partículas se reparten colectivamente, y por tanto tu consciencia se reparte colectivamente también, así que cualquiera que lea esta carta estará contribuyendo a que tú también la leas. Quién sabe.

Venga, te dejo ya que si no al final me enrollo. Espero que te cuides donde quiera que estés,

tu hijo que siempre te quiere y te echa de menos,

dw

domingo, abril 06, 2014

Al sol

Al sol
piel de yunque,
espuma
en la soledad de la noche.