domingo, agosto 16, 2009

Let It Flow

Estoy con la nena en Ayton, haciendo un wwoofing en medio del rainforest, a cinco minutos de una playa donde nunca hay nadie, sólo cocodrilos, pero si nadas por el medio no hay peligro, únicamente si te vas hacia la derecha, donde desemboca el río. Estamos durmiendo en un hut en el que las paredes son mallas, así que por las noches escuchamos todos los sonidos de la selva: cacatúas, monos voladores, maleza que se mueve por cualquier tipo de animal... a saber, normalmente son lagartijas, wallabies o pájaros que son como gallinas salvajes, pero puede ser cualquier cosa. Afortunadamente tenemos mosquiteras en la cama, ya nos acribillan lo suficiente los insectos durante el día como para preocuparnos de ellos también en sueños.

El Rainbow fue una pasada. El sitio era un paraíso, me monté mi chiringuito al principio, al lado del río, con un cover que me dejó Emamei y que colgué entre cuatro ramas. Dormíamos viendo las estrellas, y cuando se levantaba viento la luna llena nos iluminaba. ‘¡Apagad esa luz!’, decíamos entre risas. La nena me dice que echa de menos esas mañanas, cuando se despertaba con la luz del sol y yo ya tenía el fuego hecho y el café preparado. Luego nos dábamos un baño y nos íbamos al healing circle para hacer algo de yoga o nos quedábamos charlando con Cindy o con alguno de los vecinos.


casita en el rainbow en tablelands

Al final tardé ocho días en llegar desde Gosford. Eso de dejarse llevar es lo que tiene, te dejas, te dejas, y acabas el cuarto día en Toowoomba, inland, en un hostal de 50$ la noche y preguntándote qué cojones haces tú allí. Claro que ese mismo día un chaval que me llevó hasta Ipswich me invitó a comer en un Sizzle (pagas el plato principal y de lo demás comes lo que quieras) y me regaló unos noodles, así que lo comido por lo servido. Al día siguiente me paró un policía para decirme que hacer autostop en Australia era ilegal, y luego se puso a contarme sus viajes por Europa y por todo el país en moto. Hace un mes había estado en Nepal. ‘¿Cuál?’, le pregunté yo, ‘¿el norte o el sur?’. Me miró extrañado y luego sonrió. ‘¡El polo no, Nepal!’. Al final me aconsejó coger un autobús de vuelta a Brisbane y hacer autostop desde allí, que era más fácil. ‘Pero ya sabes’, sentenció, ‘you can get a ride or you can get a fine’.

Ese mismo día el último ride me lo hizo un ingeniero industrial que vivía con su familia en Gympie. ‘Yo nunca he necesitado hacer autostop porque siempre he tenido coche’, me decía, ‘pero siempre recojo a la gente porque sé que mis hijos un día necesitarán a alguien que les recoja. Mi mujer se pone nerviosa, me dice, no pares, no pares. Yo me río y le digo, pero mujer, qué nos va a pasar, si son unos chavales’. Como su familia estaba visitando a su suegra me llevó a su casa en el campo y luego se fue a cenar a casa de unos amigos no sin antes descongelarme unas chuletas de una de sus vacas, abrir una botella de vino y dejar la bañera/spa con agua caliente para relajarme antes de de cenar. ‘Si necesitas lavar ropa aquí tienes la lavadora y el detergente’, dijo antes de irse. Esperando que se llenara el baño, sentado en el suelo del salón, con una copa de vino blanco en la mano y viendo Los Simpson me vino a la cabeza una frase que últimamente me ronda mucho: qué dura es a veces la vida del vajero.


rana mimetizada


La nena se vuelve a Wellington en septiembre, y yo he quedado en Bangkok con la xina el 22 de agosto. La nena quiere ir a Darwin antes de volverse, yo también pero desde aquí hay 2.000 kms, más o menos lo que me hice desde Gosford hasta el Rainbow, pero es que además no encuentro ningún billete barato de Darwin a Thailandia, y sí que lo encuentro desde Brisbane. Así que estamos pensando en separarnos, a ella le da pena porque dice que está muy bien conmigo, pero acepta las cosas como vienen y como se van. El 5 de agosto aproximadamente dice que comienza el hitchhiking hacia Darwin, yo lo comenzaré hacia Brisbane, allí tengo un par de wwoofings interesantes. Pero bueno, decidiremos en el momento, para qué preocuparse ahora si las circunstancias cambian continuamente, y tengo aún tiempo de sobra para comprar el billete a Bangkok. La marquesa dice que se va a Brisbane a principios de agosto, otra razón más para acercarme por allí.

El sábado encontré una combinación desde Darwin por 180€ pasando por Singapur, así que me voy para Darwin. Entremedias hemos pasado cinco días de couchsurfing en Cooktown, y hemos viajado a Alva Beach para hacer un par de inmmersiones en el SS Yongala. Ahora estamos en una estación de servicio en Chartres Towers preguntándole a los camioneros si alguno tira hacia el oeste. Bueno, yo estoy escribiendo, les pregunta la nena, que para eso es más graciosa. De momento todos van para Brisbane o Townsville. Pero no tenemos prisa. Just let it flow.

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