lunes, agosto 18, 2014

Butoh in the caves

Os dejo un vídeo que grabamos en una cueva en Suomelina, una isla de Helsinki, cuando llegamos en Mayo. Se trata de parte de un taller de Butoh, una danza japonesa muy personal que a grandes rasgos, y entre otras cosas, intenta expresar la parte oscura que hay en nosotros. Las cuevas sí estaban muy oscuras y casi no se veía dentro, así que el vídeo está postprocesado. Un saludo.


domingo, agosto 10, 2014

Femosos en Suomi

Total, que Mirkka dice, veníos a pasar unos días a mi summer cottage en Rauma, y vamos, y ya que vamos organiza unos talleres de didgeridoo y percusión en ritmos primos. Y allá que vamos, y su padre trabajaba en un periódico de allí, así que llama a un ex compañero de su padre que aún trabaja en el mismo periódico y le cuenta nuestra historia. Así que el señor publica un artículo online, que podéis ver aquí (http://raumalainen.fi/jutut/jutut/juttu-didgeridoota-ja-rumputyopajaa), y cuando llegamos nos hace unas fotos y una entrevista para el Rumalainen Post, que adjunto más abajo.

A ver si entendéis algo.


lunes, julio 07, 2014

5 años de vícaro: Pecado pasado

Fecha original de publicación: 30 de agosto del 2011
Autor: víctor
enlace original y comentarios

La puerta principal del Instituto se divisa desde la cafetería de la esquina. Un hombre y una mujer, mientras toman un café, observan, desde los ventanales ahumados, la salida alborotada de los alumnos.

—Es aquel de allí, el rubito —dice ella —el de la chaqueta negra.

—Dios mío... ¿Qué edad tiene?

—Catorce.

—¿Ya ha pasado tanto tiempo? —se sorprende el hombre.

—Sí —responde bajando la mirada —Luego te largaste con tu mujer.

lunes, junio 30, 2014

5 años de vícaro: Efectos secundarios

Fecha original de publicación: 20 de agosto del 2011
Autor: víctor
enlace original y comentarios

Sonó el teléfono en el momento justo. Dudó, pero ante la insistencia, atendió la llamada.

—Le informamos de nuestra nueva oferta para conectarse a internet —la voz impersonal de la grabación se clavó en su oído.

Colgó con furia. Cuando volvió a por la cuchilla, se le habían quitado las intenciones de suicidarse.

lunes, junio 23, 2014

5 años de vícaro: Cielos artificiales

Fecha original de publicación: 10 de agosto del 2011
Autor: víctor
enlace original y comentarios

-¡Pero si no lleva nada! -exclamó de pronto un niño.

HANS CHRISTIAN ANDERSEN

Las lágrimas mueren invisibles

cuando las ahoga el reflejo del oro

y el terrible estómago insaciable

absorbe las entrañas de la inocencia.

El arte tiene la música

del caer de las monedas

y el verdadero aroma

de las flores

yace enterrado

en pozos sin fondos.



Una luna de neón brilla

en cielos artificiales

y los caminos de la gloria

terminan en horribles precipicios.

Y ahí se encuentran

el principio y el fin.

lunes, junio 16, 2014

5 años de vícaro: 100 cosas que me hacen feliz

Fecha original de publicación: 14 de enero del 2011
Autor: madi
enlace original y comentarios

1 - El sol: su luz, calorcito cuando es necesario, su vitamina...

2 - La naturaleza.

3 - El aire puro (sobre todo cuando me duele la cabeza).

4 - El mar.

5 - Los colores: en la ropa, las casas, el paisaje...

6 - Algunos aromas: comida, café, perfumes, jabones, incluidos los que emanan las personas y me hacen recordarlas con una amplia sonrisa.

7 - Reír y hacer reír.

8 - La sonrisa en general.

9 - Leer y querer leer de nuevo porque me ha gustado mucho.

10 - Documentales que me ilustran: nuevos conocimientos, épocas pasadas donde puedo imaginar cómo vivía alguien que me interesa...

11 - Una buena película, que me quede con las ganas de verla otra vez.

12 - Una buena conversación donde disfrutemos mutuamente, sea de la índole que sea. También te quedas con las ganas de volver a ver a esa persona para seguir disfrutando de la plática, por el simple hecho de estar a gusto...

13 - Una buena comida: fruta estupenda, verdura fresca, huevos de campo...

14 - Una buena bebida: un buen café, un buen té, un buen zumo natural.

15 - La música: a veces la alegre que saca y transmite mi energía. Otras aquella que me hace sentir y gozar.

16 - Un interesante programa de radio.

17 - Los ojos que no están vacíos: los de mis sobris, en los que parece que les vas a adivinar los pensamientos, los de personas a las que quieres: su brillo, su acompasamiento al hablar, su transmisión...

18 - El goce de la vida de lo pequeñito en general: bebés, niños, crías...

19 - Las buenas noticias.

20 - Superarme.

21 - Cumplir mis obligaciones.

22 - Llegar a casa en invierno y ponerme calentita y cómoda.

23 - Tomar algo calentito después de pasar mucho frío.

24 - Mi manta.

25 - Mi sofá.

26 - Mi cama.

27 - Los logros de los demás.

28 - La felicidad de las personas cercanas. Y las que no lo son.

29 - Ayudar a alguien.

30 - Descubrir nuevas tiendas interesantes.

31 - Conocer a una eminencia, sea el campo que sea, normalmente académico o artístico.

32 - Cuidarme estéticamente.

33 - Nuevas creaciones: ropa y complementos originales, calzado, tecnología, útiles en general, etc...

34 - Llegar a tiempo al trabajo.

35 - Un buen chiste.

36 - Una buena comedia.

37 - Lograr algo que creía imposible.

38 - Recrearme en un recuerdo: olores, sabores, conversaciones, situaciones y contexto...

39 - Una llamada que ansío: un trabajo, una cita, un amigo al que no veo hace tiempo...

40 - Una invitación.

41 - Un regalo.

42 - Descubrir nuevas aptitudes en mí.

43 - Que me traten bien.

44 - Que me den la enhorabuena por algo.

45 - Que me feliciten por haber hecho algo bien.

46 - Que una mascota me reconozca y muestre su cariño.

47 - Que las cosas salgan bien.

48 - Conducir.

49 - Jugar a algo.

50 - Ver algo bonito: observarlo y recrearme en la belleza: arte, escultura, arquitectura, decoración, naturaleza, limpieza.

51 - La limpieza.

52 - Un baño en la piscina nocturno o a primera hora de la mañana.

53 - Una buena ducha tras pasar mucho calor o cuando lo necesitas.

54 - Un baño en el mar.

55 - Un baño en el hidromasaje.

56 - Las caricias de quienes amas.

57 - Los abrazos.

58 - Los besos, sobre todo de los que quieres.

59 - Las cosas gratis.

60 - Un premio.

61 - Viajar.

62 - Conocer nuevas culturas y que ellos disfruten interactuando contigo.

63 - Arreglarme los pies cuando están tan doloridos que quieres estar cerca de casa para no andar mucho.

64 - Poder acostarme cuando estoy muy cansada.

65 - Que mis alumnos de clases aprobaran, se superaran y sacaran muy buenas notas.

66 - Que me recomendaran.

67 - Pasar una prueba.

68 - Aprobar exámenes.

69 - Estar en paz conmigo misma.

70 - No deber dinero.

71 - Estar tranquila.

72 - Ordenar.

73 - Deshacerme de cosas inservibles.

74 - Empezar de cero.

75 - La tranquilidad.

76 - Poder mejorar la calidad de vida de alguien.

77 - Dar compañía a quien lo necesita.

78 - Saber que alguien se va a sentir bien cuando se sabe querido por mí.

79 - Hacer un favor cuando es necesario, no cuando yo quiero.

80 - Plantearme nuevos retos.

81 - Rectificar.

82 - Saber que nunca es tarde y repetírmelo continuamente.

83 - Saber que algo siempre es mejor que nada.

84 - Ser fiel a mí misma: seguir mis principios, valores, ideas...

85 - Sacrificarlos de vez en cuando por los demás, cuando es requerido.

86 - Todos tenemos derecho a vivir.

87 - Ser noble cuando es necesario.

88 - Saber torcer el brazo en alguna relación.

89 - Disfrutar de algo deseado.

90 - Que los míos sigan a mi lado (esto es harto egoísta).

91 - Deportes en que quien es un número 1 haga una exhibición.

92 - Algunas tradiciones: concierto de Año Nuevo, cena de Nochebuena, reunión de familiares por Navidad.

93 - Reuniones con amigos.

94 - Luchar por los demás cuando la causa es justa.

95 - Acostarme agotada después de un largo y provechoso trabajo.

96 - Poder compartir mis ideas, sentimientos, conocimientos...

97 - Poder compartir mis cosas, mis logros, mis descubrimientos: mi casa, mi dinero, algún manjar también desconocido por mí y que no lo sea...

98 - Saber que me quedan innumerables cosas por hacer en la vida.

99 - Tener salud.

100 - Haber nacido: la vida es un regalo para mí y muy corta.


Son un bosquejo de la cantidad de cosas que nos hacen felices y llevaderas muchas épocas. Hay y habrá muchas más, que omito por íntimas o por creerlo necesario, más las que vosotros podáis ir añadiendo... Otras, seguramente muchas, las he olvidado.

No están ordenadas ni pensadas, han salido a medida que he ido meditando sobre ello.

CARPE DIEM

lunes, junio 09, 2014

5 años de vícaro: Colores de Grecia

Fecha original de publicación: 1 de enero del 2011
Autor: didgewind
enlace original y comentarios

- Salgo fuera, a hacer una foto.

La luz del atardecer cae sobre el puerto de Ermoupolis, en la isla de Siros. ¿Son tus ojos o vislumbro un aire de tristeza en tu interior? O quizás es la melancolía del crepúsculo. Igualmente sonríes cuando vuelves a entrar, como esta mañana, cuando amanecimos enredados entre sábanas de amor y pereza.

- ¿Qué me decías anoche, cuando dejamos de ver la peli?

Te decía que percibo que hay lazos intangibles que se crean de forma inconsciente, a un nivel muy profundo, cuando haces algo junto a alguien a quien amas, pasear por el parque, ir a alguna exposición... en nuestro caso, ver una película. Es una base, algo que estará ahí para siempre. La próxima vez que veas una peli de Kusturica, o escuches música balcánica, parte del placer que sentirás a la par que melancolía será debida a esa unión que creamos anoche.

- Podemos bajar por este prado de tréboles, hasta la playa, o subir hasta aquella casa y ver qué distancia nos queda hasta el faro.

Y pienso brevemente qué opción me parece mejor, y sé en ese instante que me da igual hacer una cosa u otra, porque de todas formas es tiempo que voy a compartir contigo.

Hoy partimos hacia Milos.

- Como vamos a estar ocho horas en el barco voy a aprovechar para coser unas cosas que necesitan arreglo. Aunque no sé si vibrará mucho, con el oleaje.

- No vibra tanto, el otro día estuve dibujando y no noté nada.

- Ya, pero es que tú tienes mucho talento como dibujanta, y yo soy muy mal costurero.

- Y tú me dices muchas cosas bonitas.

- Es muy fácil decirte cosas bonitas; sólo tengo que ser sincero.

lunes, junio 02, 2014

5 años de vícaro: La madre salvadora

Fecha original de publicación: 2 de agosto del 2010
Autor: didgewind
enlace original y comentarios

Desde hace un tiempo vengo observando un patrón de comportamiento que se repite a menudo en las chicas, independientemente de la edad (aunque con el tiempo y el aprendizaje muchas, afortunadamente, lo vais abandonando, y por ello es más frecuente en las mujeres jóvenes) y de la nacionalidad. A este patrón originalmente le di el nombre de la salvadora, pero tras una conversación con la xina lo completamos con el término madre. Así pues, hablemos de La Madre Salvadora.

La madre salvadora es una chica que mantiene una relación de pareja (en toda la extensión de su acepción). El chico es maravilloso, quiere mucho a la chica, al igual que ella a él, pero tiene un pequeño problema: no se quiere a sí mismo. Tiene un enorme potencial, por supuesto, y cuando está bien es la caña, pero esto no ocurre frecuentemente, y además va a menos con el paso del tiempo y la evolución de la relación. La chica, pues, se siente obligada a salvarle cuidando de él cuando no se encuentra bien y tirando hacia arriba de la relación, invirtiendo una energía y un tiempo que cada vez se ven menos recompensados y que además ejercen de lastre, porque claro, con todo el esfuerzo que ha puesto en la relación no lo va a dejar ahora. Al mismo tiempo, el chico se acomoda en su posición, exigiendo cada vez más y dando cada vez menos, aunque en su haber hay que decir que muchas veces esta actitud es totalmente inconsciente. Podemos decir que, por diversas circunstancias, entre las cuáles se encuentra por supuesto nuestra educación, que inculca a las mujeres la obligación de hacer las cosas en casa con la única recompensa de que toda la familia esté a gusto, o el cuento del apuesto príncipe azul, que aparecerá un día cabalgando en un córcel blanco ofreciendo su encantadora sonrisa, la chica se siente en la necesidad de ejercer su papel de salvadora y madre a la vez, con la utópica esperanza de que un día el chico llegue a ser quien ella sabe que puede ser y cuiden el uno del otro, viviendo juntos para siempre en el palacio de su amor y comiendo perdices de soja. Como diría un anglosajón, bollocks. Lo que sucede es que esto rara vez se cumple. Lo normal es que la chica se quede sin fuerzas, deje de alimentar ella sola la relación y ésta perezca de puro agotamiento.

Y entonces la chica puede que haya aprendido algo y empiece a quererse y a cuidarse más a sí misma o puede que haya aprendido menos y comience otra relación, diferente en su moldura pero idéntica en su esencia.

Es increíble la cantidad de mujeres, ya digo que de todas las edades y todas las razas, que me he encontrado con este patrón, incluso entre las más iluminadas. Debe ser algo atávico a vuestro género. Claro que todo está siempre bien, todo es un aprendizaje, y cierto es que también me he encontrado a alguna chica consciente de ello, y que intenta no repetirlo. Aruna, por ejemplo, me dijo un día: 'Yo antes era así. Siempre iniciaba relaciones con chicos que no se querían a sí mismos, pero el problema no eran ellos, era yo. Yo era la que no me quería a mí misma. Pero en una ocasión dije basta. Ya no quiero tener ese tipo de relaciones. Son destructivas. Ya nunca más'. Bien por ella. Desde aquí te mando toda mi energía, y todo mi amor.

Yo una vez tuve una grow shop. Trabajaba a la vez de informático, y todo el dinero se lo comía la tienda. Y mis ratos libres. Y mis vacaciones. Hasta que un día un compañero me dijo que me planteara si me valía la pena invertir tanto tiempo y esfuerzo para que lo disfrutaran otros. Entonces cerré la tienda.

Así que a aplicarse el cuento.

lunes, mayo 26, 2014

5 años de vícaro: La verdad os hará libres

Fecha original de publicación: 22 de julio del 2010
Autor: didgewind
enlace original y comentarios

Siguiendo con un post anterior, Iceberg, me voy a centrar ahora en la frase que da título a éste, y en algunas de las ideas que comentaba en aquél. Para ello voy a detenerme en dos conceptos fundamentales: los apegos y las expectativas.

Un apego podemos definirlo como aquello a lo que no queremos renunciar, ya sea una idea, un objeto o un sentimiento hacia otra persona. Los apegos nos impiden evolucionar, por ejemplo puedo apegarme al concepto que tengo de mí mismo, evitando de esta forma el florecimiento del pensamiento inconsciente que ayuda al conocimiento interior y por tanto al descubrimiento de facetas de mi personalidad que me ayudarían a aceptarme más. Como dichos pensamientos no salen a la superficie permanezco ignorante de ellos y por consiguiente no puedo estudiarlos y utilizarlos para crecer como persona. Estoy apegado al concepto que tengo de mí mismo, no quiero aceptar que estoy muy influenciado por mis impulsos sexuales porque me avergüenzo de ellos, así que lo mejor es tenerlos ocultos en el inconsciente y seguir como estoy. Esto es una tontería porque yo soy maravilloso, todo yo. Si la existencia me ha aceptado tengo que ser maravilloso, y esos impulsos no son ni buenos, ni malos, simplemente son. En el momento en que te aceptas como eres, con todas tus 'mierdas', al menos empiezas a ser mucho más consciente de ellas, y puedes investigar aún más sobre su causa y cómo influyen en tu quehacer diario. También puedo apegarme a una persona y oponer resistencia a la evolución natural de mi relación con ella, porque no quiero que cambie. Esto es también una estupidez porque sabemos que todo cambia, nada es inmutable, todo es un continuo fluir y si mi relación con mi pareja cambia es porque tiene que cambiar. Yo no tengo derecho a obligar a otra persona a ser como yo quiero que sea, al contrario, la persona que esté conmigo tiene que gustarme tal y como es, no como yo quiero que sea, y si no es así es mejor que la relación evolucione. La gente que te atraiga, ya sea en una relación de pareja, de amistad o de trabajo, debe empatizar contigo por como tú eres y por como ellos son, no por como a ti te gustaría que fueran o como a ellos les gustaría que fueras tú. Más importante que el que te guste la otra persona es que tú te gustes a ti mismo cuando estás con esa otra persona. Y para ello es fundamental ser primero sincero con uno mismo. Al intentar ser tú (no quien tú crees que eres) las personas que estén a tu alrededor serán las personas a las que les guste como tú eres, lo cuál es una alivio enorme, te permite estar mucho más relajado y al mismo tiempo sin miedo a perderlos, porque si se alejan es, como ya hemos dicho, porque ambos evolucionáis de forma natural y ya no existe tanta afinidad entre vuestras formas de ser. Por ello es importante ser sincero hacia fuera y hacia dentro. Una de las razones por las que no decimos las cosas es por el miedo a que esa verdad afecte a nuestra relación con la persona a la que no se las decimos, y de esta manera no estamos siendo sinceros con ella. Tenemos que dar un paso al frente, dejarnos de miedos e historias y decir, yo soy así, y si no te gusta no pasa nada, no es ni bueno ni malo, ya aparecerá alguien a quien le guste como soy, ya aparecerá alguien que a ti te guste como es, como ya digo, con todas nuestras mierdas y todas nuestras bondades.

El segundo concepto es el de expectativas, que está muy relacionado con el concepto de anhelo. Las expectativas y los anhelos siempre traen desilusiones. Sin embargo, si no esperas nada, todo es un regalo. Yo tengo unas expectativas cuando espero algo. Se puede dar de muchas formas. Por ejemplo, puedo venir al Rainbow esperando que todo sea maravilloso, el sitio ideal, la gente generosa y el amor libre. Y cuando llego, sólo hay cinco personas y está diluviando, así que no se puede hacer nada y me vuelvo a casa decepcionado. Una semana más tarde regreso, y ahora hay sol, los pájaros cantan y el agua corre pura y cristalina, pero la lucha entre egos es diaria y las hippies no follan lo que yo pensaba. O puedo anhelar un objeto, una persona, un trabajo, una estabilidad... Los anhelos tienen que ver con el futuro, por lo que nos estamos olvidando de vivir el momento. Y el momento es ahora. Aquí y ahora. Ésta es una frase muy bonita que queda muy bien decirla, pero nos resulta casi imposible aplicarla. No digo que no lo intentemos, pero el que más y el que menos nos quedamos siempre a una distancia prudencial. Tenemos que eliminar todo tipo de expectativas, de deseos. La única aspiración legítima del hombre es la felicidad, y ésta sólo nos llegará cuando seamos capaces de renunciar a todo lo demás, lo que tenemos y lo que no tenemos. En el momento en que no tengamos nada, lo tendremos todo.

No tener expectativas no significa no hacer cosas o no tener ideas. Yo ahora mismo tengo la idea de ir al Rainbow de Macedonia en septiembre. O de que me contrate Línea Directa durante un par de meses, lo que me proporcionaría mucha pasta que me quitaría problemas futuros facilitándome el tipo de vida que me gustaría tener. Puedo pensar todo esto. Pero siempre sabiendo que si no sucede, no pasa nada, porque otras cosas sucederán. En el momento en que no tienes nada, ni esperas nada, todo es un regalo, y todo es mucho más fácil porque no tienes nada que perder.

Al liberarnos de los apegos y las expectativas todo es mucho más sencillo. Al no tener miedo a perder nada, porque sabes que en realidad no tienes nada, eres más sincero con los demás, dices las cosas como son para ti, sin filtros de deseos ni apegos, la verdad cada vez más pura. Al ser más sincero con los demás eres más sincero contigo mismo, por lo que de nuevo eres más sincero hacia fuera, lo que a la vez resulta en menos apegos y expectativas. Vivir resulta mucho más cómodo, sencillo y gratificante. Y la gente que tienes a tu alrededor, y los objetos que te proporciona el universo, son los que necesitas en cada momento. Es decir, aquí y ahora.

lunes, mayo 19, 2014

5 años de vícaro: Iceberg

Fecha original de publicación: 21 de junio del 2010
Autor: didgewind
enlace original y comentarios

La verdad os hará libres.

Ésta es una de las frases que siempre anda por ahí, pero ahora estoy comenzando a comprender realmente su significado (o al menos, parte de su significado). Desde hace algún tiempo intento ser sincero completamente con los demás, y no callarme las cosas, ni suavizarlas; que alguien ha cocinado y me pregunta que qué tal, le respondo que está bueno, pero algo salado para mi gusto; que estoy en el rainbow charlando con alguien sobre lo duros que fueron los primeros días por la comida y el frío, no me callo que claro, me resultó más difícil porque el día antes de ir estuve tomando coca con una amiga; que estoy hablando con una chica y se me pasa por la cabeza el dormir esa noche con ella, pues le digo '¿Sabes que se me está pasando por la cabeza el dormir esta noche contigo?'

En algunos casos, como en este último, me di cuenta de que antes no era sincero porque tenía unas expectativas (el pasar la noche con esa chica) y tenía miedo de que no se cumplieran, así que intentaba no mostrar aspectos de mi personalidad que creía que desagradarían a la otra persona. En otros casos el miedo que tenía era a su reacción y a cómo esa reacción me iba a afectar: si se iba a enfadar conmigo, si iba a entristecerse y esa tristeza iba a hacer que yo me sintiera mal... porque muchas veces me engañaba (y me sigo engañando) pensando, 'No le voy a decir esto, o se lo voy a decir de tal manera para que no le siente mal, o para que no se ponga triste'. Falso. Lo que sucede es que no quiero enfrentarme a la reacción de esa persona, y me escondo tras un halo de falso altruismo. Si se enfada que se enfade, yo no lo digo por atacarle sino porque es la verdad, y le voy a seguir queriendo y agradeciendo igual el que haya hecho la comida. Si se pone triste será porque el hecho es irrefutable, y no porque yo se lo haya confirmado. Y la tristeza es una reacción aceptable pero muy subjetiva, que precede siempre al crecimiento personal. Y si el hecho es refutable, entonces me he equivocado y no hay más que hablar. El resultado es siempre positivo, o como mucho, neutro.

Hoy en día comprendo que todos estos miedos son una estupidez, porque con quien más a gusto voy a estar es con quien me acepta como soy (ya sean amantes, amigos o conocidos), y eso incluye a las amantes que no se escandalizan cuando les digo que quiero pasar la noche con ellas, a los amigos que no se enfadan cuando les digo que no me ha gustado lo que han cocinado, o a los conocidos que no me miran mal cuando comento mis noches farloperas.

A veces tampoco decimos las cosas porque tenemos miedo de perder algo: una oportunidad, una posición social, un trabajo... En este caso ya estamos hablando de apegos, y cuando te das cuenta de que no existe nada fijo, que todo es cambiante y en continuo movimiento, aprendes poco a poco a no apegarte a nada, y al mismo tiempo a poseerlo todo, porque todo lo que te llega es un regalo.

El caso es que al intentar ser más sincero hacia fuera estoy descubriendo muchas cosas de mí mismo que no conocía, i.e., estoy siendo más sincero también hacia adentro. Al verbalizar pensamientos conscientes pero que antes mantenía en el dominio del pensamiento, estoy dejando sitio para otros pensamientos que ahora aparecen y antes permanecían en el dominio del inconsciente. Digamos que estoy descubriendo que soy (y supongo que todos, somos) como un gigantesco iceberg en un gran océano. La parte que sobresale del agua es la que mostramos hacia afuera, y que ha pasado previamente el filtro de las profundidades y de nuestra mente consciente, con todas las modificaciones pertinentes y que más o menos creemos que nos van a beneficiar. La parte debajo del agua pero más pegada a la superficies es nuestra parte consciente que no queremos mostrar, o parte de la cuál mostramos a determinadas personas y parte de la cuál mostramos a otras. Más abajo se encuentra la gran mole del inconsciente. Es enorme y totalmente desconocida para nosotros, aunque influye (y de qué manera) en nuestra forma de ser, sentir y pensar. En esa gran mole se encuentran cosas maravillosas, y también cosas horrorosas (aunque en realidad la distinción entre maravilloso y horroroso es en este caso totalmente artificial, ya que todos, absolutamente todos, tenemos deseos y hechos que calificamos como horrorosos y que precisamente por eso mantenemos sumergidos en la parte inconsciente y que no lo son, pero de esto ya hablaré en otro post). Y justo en el borde entre nuestra mente consciente y la gran mole del inconsciente se encuentra una fina capa que comprende los pensamientos que suben fugazmente al dominio del consciente pero permanecen muy poco tiempo en él, porque los ocultamos rápidamente de nuevo en el inconsciente, ya sea por vergüenza o sentimiento de culpabilidad. Digamos que somos concientes de ellos a medias. Por ejemplo, cuando realizamos una determinada acción y nos decimos a nosotros mismos que lo hacemos por un motivo X, pero no terminamos de estar a gusto; es porque en realidad lo hacemos por un motivo Y, pero precisamente este motivo Y nos hace sentirnos incómodos, así que lo disfrazamos como un motivo X. Aquí es donde empezamos a no ser sinceros con nosotros mismos.

Pues bien, en el momento en que empezamos a ser más sinceros hacia fuera verbalizando nuestro pensamiento consciente es como si todo el iceberg se desplazara hacia arriba un palmo, es decir, muchos de esos pensamientos que hemos llamado medio conscientes siguen pasando al dominio del consciente pero ahora permanecen en él un tiempo más prolongado, haciendo que el resto de capas del iceberg se desplacen hacia arriba, por lo que otros pensamientos que permanecían en capas inferiores aparecen ahora en la frontera entre el consciente y el inconsciente. De esta manera me estoy conociendo de verdad mejor a mí mismo y además estoy superando algunos de mis miedos al tener que aceptar cosas de mi personalidad que ahora aparecen y de las que antes no era consciente por ser supuestamente 'horrorosas' o no procedentes (como el motivo Y del que hablábamos antes). Y es un universo alucinante.

lunes, mayo 12, 2014

5 años de vícaro: Buenos días

Fecha original de publicación: 12 de febrero del 2010
Autor: merteuil
enlace original y comentarios

Esta mañana, cuando el sol me acariciaba la carita como todos los días para decirme que ya es la hora de despertar, me he dado la vuelta refugiándome en mis sueños sin ganas de abrir los ojos ni empezar un nuevo día. Y entonces me he parado a observar las sensaciones del cuerpo: el pecho me oprime, el estómago con la náusea, el cerebro con ganas de llorar... ¡Oh, no! La Bajona.

- ¿Pero que haces aquí? Si estoy en la playa, en el paraíso...

- Bueno, a mí no me preguntes, yo sólo vengo cuando me llamas.

- Eh, ... no creo que en estos momentos yo haya querido....

- Ya, no te hagas la sorprendida ni me vengas con que aparezco sin avisar. ¡Qué paciencia!

- Pero yo...

- A ver, vamos a hacerlo rápido y fácil que ya van muchos años con la misma historia.... ¿Vuelves al pasado a lamentarte de lo mal que lo hiciste, a llorar por el tiempo perdido?

- Bueno, yo...

- El futuro, siempre incierto, te vuelve insegura...

- Sí, pero...

- ¿Nadie te quiere, qué solas estás y todo ese drama?

- Sí, la verdad... y la eternidad de la ausencia que...

- ¿Hacer o no hacer? ¿Cómo, dónde, con quién...?

- Me vuelve loca a veces el tener que...

- ¿Viviendo en el Estar en lugar de en el Ser?

- Eh, uhm.... ¿Aprendiendo a diferenciar?

- ¿La muerte como probabilidad permanente?

- Uhm... incluso a veces como realidad inmediata.

- ¿Fumas más Ganja de la que quieres?

- Sí, no sé como he vuelto a...

- ¿Y entonces menos deporte del que necesitas?

- Cuando llegué nadaba y pateaba con muchas ganas y ahora...

- ¿Insatisfacción permanente?

- A veces parece que...

- ¿Miedo?

- Sí.

- Bueno ahí lo tienes, 10 sobre 10. Enhorabuena, sobresaliente en Bajona. ¡Buenos días!

- Eh... puf, buenos días.... ¿y te vas a quedar mucho tiempo?

- Todo el que tú quieras.

- Bueno, ... pues vamos a desayunar. Aquí al lado tienen unas galletas de coco muy ricas que...

domingo, mayo 11, 2014

De tan blanca

De tan blanca
tu música me deslumbra
y no percibe mi lengua
sino silencios.

lunes, mayo 05, 2014

5 años de vícaro: Despilfarro

Fecha original de publicación: 20 de octubre del 2009
Autor: víctor
enlace original y comentarios

Compramos humo,

con plata ajena

mientras la conciencia

duerme inerte.

domingo, mayo 04, 2014

Estrella

Estrella,
luciérnaga de sueños inalcanzables,
posa tu luz lejana
en mi frente.

martes, abril 29, 2014

5 años de vícaro: Visión local, percepción global

Fecha original de publicación: 27 de septiembre del 2009
Autor: didgewind
enlace original y comentarios

Muchas veces asumimos que nuestro conocimiento de las cosas, condicionado totalmente por el entorno en el que vivimos, es extrapolable a nivel global. Y no importa que internet esté ahí y que tengamos acceso a información local de otros lugares: incluso en este pequeño universo de interconexión mundial seguimos tendiendo a analizar información puramente local. Y luego creemos que esa información, que posiblemente es conocida únicamente en nuestro pueblo, región o país, es ámpliamente compartida por el resto de la humanidad, o al menos de los países afines al nuestro. Un buen ejemplo que me recordó esta circunstancia sucedió hace unos años, cuando murió Georgie Best (para quien no lo sepa, Georgie Best fue un jugador de fútbol, capitán de la selección inglesa, que al parecer aparecía constantemente en noticias y revistas del corazón británicas por su comportamiento 'escandaloso'. Una vez dijo: 'Derroché casi todo mi dinero en mujeres y alcohol; el resto lo malgasté'):

- ¡¿No sabéis quién es Georgie Best?!

A Sushma se le salían los ojos de las órbitas.

- Pues no, contestó Sergio. ¿Georgie quién?

- ¡Georgie Best! ¡El ex-jugador de fútbol! ¡Estaba a todas horas en la televisión y los periódicos!

- Pues no, Sushma, yo es que ni veo la televisión ni leo los periódicos.

- ¡65.000 personas en el estadio, durante su funeral, sostenían su foto en alto! ¡Ha sido un acontecimiento grandioso! (A Sushma muchas veces le gustaba ponerse melodramática). ¿Y vosotros no tenéis ni idea de quién es?

- Bueno, tercié yo, a mí me suena algo, pero es que ya sabes que yo soy muy futbolero, y entiendo que Sergio no le conozca. ¿No jugó un Mundial?

Sushma nos miró con cara de incredulidad.

- Bueno Sush, no te pongas así. Ese tal Georgie Best será muy conocido en Inglaterra, pero aquí en España no creo que haya mucha gente que sepa quién es.

- ¡Todo el mundo sabe quién es Georgie Best! ¡Todo el mundo, menos vosotros! ¡Le preguntas por la calle a cualquiera que pase y seguro que sabe quién es! ¡Desde luego, a veces no sé en qué mundo vivís!

Nos miramos con aire divertido. Y entonces Sergio dio en el clavo.

- Vamos a ver Sushma, te pondré un ejemplo. ¿Tú sabes quién es Georgie... Dan? (Para quien no lo sepa, Georgie Dan es... oh, fuck it, todo el mundo sabe quién es Georgie Dan).

- ¿Quién?

- ¡Georgie Dan!, exclamamos al unísono. ¡El de 'La Barbacoa'! ¿No sabes quién es? ¡Pero en qué mundo vives!

Sush nos miró como si estuviéramos locos mientras Sergio cantaba 'La Barbacoa' y yo bailaba y le hacía los coros.

domingo, abril 27, 2014

Enciende la candela

Enciende la candela
en mitad de este páramo helado,
tú que conoces
el frío que me habita.

lunes, abril 21, 2014

5 años de vícaro: Las cárceles del alma

Fecha original de publicación: 20 de mayo del 2009
Autor: merteuil
enlace original y comentarios

Sentada en el ordenador, escribiendo de manera que me pueden leer en cualquier lugar del mundo, me olvido de dónde estoy y todo me parece fruto de una pesadilla. Pero si vuelvo la cabeza veo que no, que no estoy soñando, que sigo en India, en la cárcel de mujeres, en la sala de ordenadores donde nos dejan estar unas horas un día a la semana. La mayoría de las páginas están capadas pero no tengo interés en leer lo que ocurre en el mundo exterior, sólo necesito escribir. Sacar a pasear de su encierro a mi alma ya que no puedo sacar a mi cuerpo.

Que cómo he acabado entre rejas es algo difícil de creer. Para empezar yo no debería estar aquí. Pero eso es lo que piensa la mayoría de nosotras. Ayer se llevaron a mi compañera de celda envuelta en ese papel de aluminio que utilizan para que no se vean o se huelan los cadáveres. Según ella misma apuñaló a su marido hasta verlo muerto. No es que yo pueda decir que el tío se lo merecía, pero tener encerrada a tu mujer en casa debería ser delito. Pero no lo es, y menos en India. Mamattha se sentía tan culpable, tenía tanto miedo de que la fueran a ejecutar que prefirió hacerlo ella misma. Así que ahora tengo una celda para mí sola. En mi egoísmo pienso que un poco de intimidad nunca viene mal. Y desear que mi próxima compañera hable inglés o español me anima la mente porque a menudo se ahoga con las palabras que no pueden salir de la garganta.

Las primeras semanas intenté tomármelo como una meditación, meterme tanto en mí misma que no me importara estar aquí dentro. Yo soy una secuencia de latidos, una respiración continua, un alma atrapada en un cuerpo. Un cuerpo encerrado en una cárcel. Así que básicamente estoy doblemente encarcelada. La cosa tiene su gracia. Mi propia cárcel, mi cuerpo, está encerrada en otra cárcel. Si bien mi cuerpo no puede hacerme callar mucho menos lo podrán hacer unas rejas. Mi alma sólo puede ser esclavizada por mí. Nadie más que yo puede encarcelarla. Y si como decía Marea la voz no hay quién la encierre, ni rejas ni paredes, ahora con internet las palabras no hay quién las borre.

Es irónico que haciendo tan poco tiempo que he aprendido a liberar mi alma me encierren a mí entera. Desde que estoy aquí río y lloro a la vez constantemente. Todo me parece para descojonarme y llorar a moco tendido. Así que cuando me desahogo ahogándome en lágrimas estoy lista para echarme a reír. Cada vez que bajamos al comedor y aspiro el olor a curry, a chilli, a pakora, a cúrcuma... me imagino que sigo fuera, paseando por las calles de Hampi, buscando un sitio donde comer. Y es que lo bueno de estar en una cárcel india es que sigues comiendo comida india, que debe ser mejor que la comida de las cárceles españolas. Por lo que cuentan porque lo único que sabía hasta ahora era basado en películas y en algún colega de San Blas que comentaba que donde mejor hachís había fumado era en el talego. Una pena que aquí eso no pase porque el Charas indio abre las puertas de la percepción. Pero cada vez que insinúo a alguna compañera (o colega, no se cómo referirme al resto de mujeres que me acompañan en mi penitencia) que cómo se consigue aquí de fumar me invitan a callar con la mirada. Supongo que además de ser esto India, es India en femenino, así todo está doblemente censurado. Y lo único que me consuela es pensar que a lo mejor Manuel tiene suerte y puede conseguir de fumar y relajar mente y cuerpo. Aunque Manuel no tiene ni un solo músculo tenso, lo que también me consuela en el caso de que aquí también se estile porculizar a los novatos en el tigre, porque Manuel podía meterse mi mano por el culo en cualquier momento sólo para enseñarme que se pueden tener todos los músculos del cuerpo relajados con sólo creer que se puede hacer. ¡Manuel! ¡Mi amor! ¿Dónde estarás? ¿Estarán nuestras cárceles tan sólo a unos metros de distancia? ¿O te habrán llevado a la otra punta de este país? Manuel, ni siquiera tengo tu email, tu dirección, tu teléfono. ¿Quién nos iba a decir que nos íbamos a separar? Y ahora puede que te haya perdido para siempre, mi vida. Sé que si estuvieras aquí me dirías que eso es imposible, que nuestras almas ya se han encontrado y que nunca se separarán... pero me cuesta tanto creer en esas palabras ahora... Yo quiero estar contigo en cuerpo y alma.

Dejar de ser consciente del tiempo que llevo aquí y del que me queda es la mejor terapia para mí. Me alegro de haber aprendido a hacer que el tiempo sea cero. Aquí hay compañeras que dibujan los típicos palitos de a seis y los tachan con el séptimo para contar las semanas. Dicen que así te vuelves menos loca pero yo estoy convencida de lo contrario; contabilizar este calvario sería mi muerte. Si medito lo suficiente puedo hasta creerme que estoy de retiro espiritual. Y es que nunca he meditado mejor que aquí dentro. Es irónico, ya digo que no paro de reír y llorar todos los días. Incluso estoy aprendiendo hindi, porque el inglés que hablan aquí es tan rudimentario que siempre acabo hablando por señas. Nos vamos conociendo poco a poco. Aquí dentro cada historia que oyes es tan increíble que termina siendo creíble. Y desde luego todas tratamos de pensar que somos inocentes. Y es que un error de cálculo te puede traer aquí. Fumando en el baño del tren por ejemplo, un policía que va de paisano te sale al paso. Te viene con el cuento de que o te folla allí mismo o acabas en prisión. Así que te mete mano como si tuviera 12 años, amasándote las tetas, y parece que está bromeando. Pero cuando se arrima y notas que está empalmado desaparece esa percepción. Manuel está lejos y no puede venir en mi ayuda, pero sé que en cuanto esté a unos metros de mí podrá sentir el miedo en los latidos de mi corazón y vendrá a ayudarme. Y sí, viene, y le dice al policía que si no le da vergüenza estando casado… Y el tío baja la cabeza humillado porque sabe que Dios le está mirando. Pero para entonces una mujer nos ha visto y el lío ya está montado. Y me separan de mi vida, de mi amor, y le veo alejarse sonriéndome y cantando para mí, para que no tenga miedo. Y se lo llevan a rastras entre 5 porque no pueden con él. Y le devuelvo el amor con otra sonrisa. Y pensando en él me olvido de que estoy en comisaría y de que me están encerrando entre 3 paredes y unas rejas. Y no se me borra la sonrisa porque el amor llena mi cuerpo, mi alma mi todo. Y los policías deben pensar que estoy fumada o loca pero me da igual. Ya no puedo hacer nada de todas maneras.

Y aquí sigo, viviendo el momento presente, sin pasado ni futuro. Haciendo mucho yoga y meditando más que nunca. Prestando más atención que nunca a mi respiración y a mis latidos… así que a veces me parece que cuando estaba encarcelada era cuando estaba fuera. Y es que empiezo a perder la noción de dentro y fuera, de viva o muerta. Empiezo a entender lo de ser uno con el universo porque a veces pierdo por completo mi identidad, y mi ego se está muriendo. Y eso es lo mejor que le puede pasar a una, aunque desde luego irónico que haya necesitado estar aquí dentro para que suceda.

Y claro, todo sería más fácil si no tuviera que mentir cada vez que escribo a mis padres, lo que daría por verles, por darles un abrazo. Pero no puedo decirles dónde estoy, vendrían a verme y se les caería el mundo encima. Y a mí, por lo único que se me empieza a caer el mundo encima es porque sin compañera de celda no puedo alcanzar la ventanita por la que se ve el atardecer, con esa transición de colores con los que atardece aquí en India. Lo que más deseo es que mi próxima compañera sea alta, como Mamattha, y subirnos a hombros para alcanzar a ver el sol con nuestros ojos. Porque por mucho que aprenda a vivir con el sol que llevo dentro creo que nunca querré prescindir del que brilla ahí fuera.

Y hoy he encontrado una edición en inglés de "Las cárceles del alma" que me recuerda tantos libros devorados en el metro camino al instituto. No podía haber encontrado otro título más acertado en estos momentos. Quién me iba a decir que lo releería aquí dentro.

domingo, abril 20, 2014

Desvestir a la palabra

Desvestir a la palabra
de su carne
y fabricar puntas de flechas
con los huesos,
es oficio al que aspiro.

lunes, abril 14, 2014

5 años de vícaro: Spooning

Fecha original de publicación: 27 de abril del 2009
Autor: merteuil
enlace original y comentarios

En Argentina dormir en cucharita.

En Méjico cucharse.

¿¿En España?? ¿Dormir abrazando (o abrazado) al cuerpo de otra persona fundiditos en postura fetal?

Me gusta cada vez que descubres un verbo que existe en otro idioma pero no en el tuyo y te preguntas por qué. Sobre todo cuando la acción que describe es universal y el sentido se entiende perfectamente.

Buscando por un idioma universal incorporo este anglicismo en mi cerebro, en mi manera de pensar y sentir.

I love spooning!

domingo, abril 13, 2014

Llorar

Llorar,
hasta que las lágrimas
se fundan en mi rostro
para que no las adivines.

lunes, abril 07, 2014

5 años de vícaro: 27 de marzo de 2009, Balclutha, South Otago

Fecha original de publicación: 1 de abril del 2009
Autor: didgewind
enlace original y comentarios

Queridísima mamá:

Te escribo desde un café en un pueblecito de Nueva Zelanda. Al final hice como te dije, dejé la vida occidental y me vine para el este, pero en vez de en Asia estoy en Nueva Zelanda. Básicamente, en el 2006 conocí a unos kiwis que se quedaron una semana en casa y me invitaron a su boda. Así que he aprovechado ya para venirme.

Aquí hay un montón de naturaleza por todos lados. Llegué a Christchurch, que está al noreste de la isla sur, el 17 de febrero (aquí tienen dos grandes islas, la norte y la sur, y luego algunas islas pequeñitas). La boda fue el 20, en medio del campo, nos lo pasamos muy bien. Luego tiré para Waitati, más al sur, para hacer helpx. Helpx, como Wwoof, es un sistema por el cuál ayudas 3 ó 4 horas en casa de alguien y ese alguien te da a cambio comida y alojamiento. El trabajo no suele ser duro, yo hasta ahora lo que he hecho ha sido cuidar jardines, y de esta manera no gastas dinero y tienes tiempo libre. Bueno, pues después de Waitati bajé a Milton, ahí sí que me explotaron un poco, y luego tiré para la costa suroeste, a Fiorland. Aquello son lagos y montañas, es todo un parque nacional y no hay pueblos, sólo Manapouri y Te Anau junto a los lagos del mismo nombre. Todo lo demás es prácticamente virgen.

En Te Anau estuve haciendo una ruta un día (Keppler's Track). Aquí lo del turismo activo lo tienen muy bien organizado, demasiado bien, diría yo. Me explico, por ejemplo, la Keppler's Track te la puedes hacer en 3 ó 4 días, los puntos de acampada están establecidos al lado de los refugios, y siempre tienes que reservar y pagar con antelación. La ruta está muy bien marcada, y salirse de ella está mal visto. No sé, aunque sea un parque nacional, parece que la gente viene sólo a hacer la ruta, no hay nadie que pase el día simplemente en la montaña, hay demasiados matorrales quizás, no sé si me explico. Bueno, yo me hice un día (3 horas p'alante, 3 horas p'atrás) y al día siguiente lo pasé descansando porque tenía las piernas llenas de agujetas. Me recordó a cuando jugaba al fútbol y tenía agujetas casi todos los días. Me llevé el didgeridoo, como siempre, y eso estuvo bien porque a veces me paraba a escuchar los sonidos y luego los intentaba imitar. De hecho estoy componiendo un tema basado en esos sonidos. Lo voy a llamar Te Anau - Keppler's Track :).

Al día siguiente me fui de kayaking a Doubtful Sound (por supuesto reservado desde el lunes) y fue también una experiencia muy interesante. Además nos llovió, lo cuál por una parte disminuyó considerablemente el número de mosquitos que se acercaban al kayak y por otra parte aumentó unas 50 veces el número de cascadas que nos encontramos por el camino. Ver los fiordos desde dentro del propio lago contribuyó también mucho a mi paz interior.

Luego tiré para Queenstown. Iba a comprar billete de autobús, pero desde que estoy por aquí toda la gente me dice que hacer auto-stop es muy fácil, que te recogen enseguida. Así que me lié la manta a la cabeza y me puse a hacer dedo a las afueras de Te Anau. Es cierto que te cogen fácil, a la media hora paró un inglés que andaba de vacaciones por allí y que me dejó en Lunsdem, y media hora después me recogió un nativo de Queenstown que me acercó hasta la ciudad. En Queenstown estuve el fin de semana de couchsurfing con una parejita de escoceses muy maja, y el domingo subí con dos taiwaneses a Glenorchy, a hacer un día del Roteburn's Track. Esa misma parejita me acercó el lunes a Wanaka, a casa de otra señora para hacer más wwoofing. Wanaka es preciosa, rodeada de montañas nevadas a la orilla de un inmenso lago. Me he pasado esta semana cortando leña y caminando alrededor del lago. Ayer subí al Roy's Peak, 1.300 metros de desnivel y una caminata de seis horas y media. Así que hoy viernes vuelvo a tener las piernas doloridas.

Y nada, lo que te contaba, que esta mañana haciendo autostop he vuelto a Balclutha, cerca de Milton, porque el otro día una gente me vio tocando en la calle y me invitaron a una celebración maorí que hacen mañana, donde cocinan bajo tierra o algo así. Aprovecharé para pasar unos días en los Catlins, que así se llama esta comarca. Ya te contaré.

Como ves por aquí no me aburro. Ahorré bastante pasta en Madrid el último año, y entre eso y el gastar lo menos posible espero estar bastante tiempo por ahí. De vez en cuando volveré a casa a pasar uno o dos meses con papá y el abuelo, y luego me volveré a ir. Sé que no es lo que a ti te habría gustado, pero de momento soy feliz así, y supongo que cada uno tiene que seguir su camino. Verdades hay muchas, y el que a mí me vaya bien así no quiere decir que sea lo mejor para todo el mundo, sólo que es lo mejor para mí. De la misma manera que el que alguien sea feliz trabajando todos los días y con pareja, casa y coche no quiere decir que ése sea el único camino para ser feliz, es sólo uno de tantos. Pero hay gente que no lo comprende.

En casa, a papá le pregunté y me dijo que a él le parecía bien, que mientras yo fuera feliz él estaba contento. Luego hablé con algún amigo suyo y me dijo que en realidad estaba algo preocupado, pero que ellos mismos le decían que es una experiencia que me va a venir muy bien. El abuelo me decía que no me fuera (fíjate, el abuelo, el que nunca se ha metido en lo que hacemos o dejamos de hacer), que en vez de irme tan lejos me quedara con ellos allí en Badajoz, pero yo creo que lo que le pasa es que está asustado, porque primero te moriste tú y a los pocos meses la trapi, y está viendo muy de cerca la muerte. Pues sí, la trapi se murió, según el veterinario de anemia, pero el tío Antonio dice que fue una depresión de caballo porque ya no estabas tú, y yo creo que tiene razón. Además el abuelo ya empieza a tener achaques y el hecho de que ya no haya energía femenina en casa se nota mucho. Por eso he intentado llevar amigas a casa de vez en cuando, y papá y el abuelo lo agradecen, porque ya te digo que se nota. De la misma manera que nunca le agradeceré a Mar lo suficiente el que se quedara una semana en casa tras tu muerte. Sobre todo a la hora de comer y de cenar se notaba mucho que faltabas tú. Y el hecho de que estuviera Mar por allí suavizaba mucho la cosa. Luego, hasta Navidades, siempre estábamos Manolo, Javi o yo por allí. Papá les decía a sus amigos que no les dejábamos solos. Y así, más o menos, lo van superando. Más o menos.

Papá todavía lo pasa mal, aunque ya sabes cómo es él, organizando las batidas, los viajes de jubilados, arreglando papeles... El abuelo va teniendo dolores, que si en la espalda, que si en el pie... Como ya no juegan a las cartas (supongo que es demasiado doloroso porque ya no estás tú) y recuerdo que decías que le venía muy bien para ejercitar la mente, estas navidades me fui al Corte Inglés a comprarle un ajedrez electrónico. Buscaba algo lo más sencillo posible, porque ya sabes que si el abuelo tiene que leer la pieza que le toca mover a la máquina y en qué casilla, al final se equivoca y no vuelve a jugar, así que buscaba algo como que iluminara las casillas de inicio y final, o algo así. ¿Y sabes lo que encontré? Pues un ajedrez en el que tú mueves tus piezas y un brazo-robot mueve las piezas contrarias. Así que es como si el abuelo jugara contra otra persona, pero mejor porque si se levanta para ir al baño, o a hacer algo en la cocina, o simplemente para ver la tele, el robot no protesta. Y luego puede continuar la partida. Bueno, pues al mover tu pieza tienes que apretar hacia abajo en la casilla en la que estás y presionar de nuevo en la casilla a la que te mueves, para que la máquina reconozca tu movimiento. Al parecer el abuelo juega mucho, así que es un buen regalo. Pero es que el otro día hablé con Manolo, y me dijo que se puso a jugar con el abuelo en un tablero normal, de madera, ¡y el abuelo presionaba las piezas contra el tablero al mover, como si estuviera jugando al ajedrez electrónico! Dice Manolo que se rieron mucho. Igual Manolo tendría que haber imitado al brazo-robot al mover, trrrrrrrrriiiiiiiii - trrrrrrrrrreeeeeeeeee...

Hablando de regalos de Navidad, este año he sido el único que ha escrito carta a los Reyes Magos. Desde que te fuiste ya no es lo mismo, aunque más o menos intentamos seguir la tradición. En mi carta decía que, como de todas formas estaba regalando mis cosas y me iba de viaje, era una tontería que los reyes me trajeran cosas que no me iba a llevar, que sí que me iban a hacer falta una buena mochila, un buen saco de dormir, unas buenas zapatillas y cualquier otra cosa que se les ocurriera y que me fuera útil para el viaje, como por ejemplo un termo. Y la siguiente vez que voy a Badajoz llega papá y me dice, Didgewind, Manolo te va a regalar el saco, Javi la mochila, yo las zapatillas y el abuelo el termo. Digo yo, eficacia alemana, pero a la española.

¿Te acuerdas de la niña de la que te hablé y que me duró sólo una semana? Bueno, pues hubo algo que me dijo cuando le conté que tenías cáncer y que andabas jodida, y fue que le había llegado mucho lo tuyo porque ella era Escorpio, como tú, y al parecer dicen que cuando un Escorpio se va, otro llega. Lo que pasa es que ya te dije que tras una semana no volví a saber más de ella. Pero este diciembre conocí a otra chica, también Escorpio, y los dos meses que hemos pasado juntos antes de irme han sido geniales. Te habría encantado, me la llevé a Badajoz y a papá y al abuelo les gustó mucho. El abuelo incluso me dice que le diga que les llame de vez en cuando, para ver qué tal está. Los últimos años parece que mis amantes son todas Cáncer, y mis amores verdaderos Escorpio. Aunque en este caso parece que la Escorpio vino y el Acuario se fue. Pero bien, aunque estemos separados seguimos en contacto, quién sabe, igual algún día se viene conmigo de rule por ahí. Ya veremos qué pasa.

Bueno, pues te dejo ya que al final me ha salido una carta muy larga, aunque es normal, hacía más de un año que no te contaba nada. Ahora a ver si donde estés puedes leer este blog, desde mi punto de vista en el momento en que mueres todas tus partículas se reparten colectivamente, y por tanto tu consciencia se reparte colectivamente también, así que cualquiera que lea esta carta estará contribuyendo a que tú también la leas. Quién sabe.

Venga, te dejo ya que si no al final me enrollo. Espero que te cuides donde quiera que estés,

tu hijo que siempre te quiere y te echa de menos,

dw

domingo, abril 06, 2014

Al sol

Al sol
piel de yunque,
espuma
en la soledad de la noche.

lunes, marzo 31, 2014

Recuerdo

Recuerdo,
pinta una sonrisa
en el muro de la ausencia.

5 años de vícaro: ¿Voy al revés?

Fecha original de publicación: 28 de marzo del 2009
Autor: ricardo
enlace original y comentarios

Voy al revés
- ¿nos tomamos un café?
- prefiero té.
- mejor dos cervezas.
- para mí un tinto con limón.

Voy al revés II
Mis padres me cuentan que de chico me montaron en unos coches chocantes para niños, de estos que tienen una salchicha en el medio y todos los niños dan vueltas alrededor. Según parece a las pocas vueltas me aburrí de dar vueltas en el mismo sentido y cambié para ir al revés que todos los demás. El encargado enseguida me llamó la atención para que me diera la vuelta y seguir con los demás.

No voy al revés
En realidad no voy al revés. Terminé mis estudios hasta la universidad, tengo un trabajo estable, una pareja estable, pretendo formar una familia... En las decisiones importantes de la vida parece que voy a favor de viento, sólamente en algunos detalles, a veces, me doy la vuelta para sentir el viento en la cara.

¿Voy al revés?
¿Al final las cosas importantes de la vida no son los detalles?

lunes, marzo 24, 2014

5 años de vícaro: Mi no-amor imposible

Fecha original de publicación: 23 de marzo del 2009
Autor: didgewind
enlace original y comentarios

Mi no-amor imposible es como la rosa de Saint-Exupéry: cuando no nos vemos me echa de menos, pero cuando estamos juntos es como si yo no estuviera allí. Me ha enseñado muchas cosas, y en determinados momentos me ha ofrecido mucho apoyo y cariño, pero el único alimento que me ofrece ahora son las lágrimas que no puedo derramar.

- Principito, no hables de energía porque no tienes ni puta idea. ¿Cómo vas a ganar dinero dando masajes con el didgeridoo? ¿Acaso alguien te ha enseñado? ¡Si no sabes cómo se hace!

- Bueno, no-amor imposible, no he dado ningún curso pero a la gente parece que les gusta, después del masaje se sienten mejor, más relajados...

- Pero eso no es por el masaje ni por ti, a ver, es normal porque la sensación es agradable y creen que les sienta bien, pero la gente tampoco tiene ni idea, y les puedes estar haciendo mucho daño, porque no sabes lo que haces.

Yo creo que son celos, pero no me atrevo a decirle nada porque piensa que le estoy atacando. Y cuando ella me ataca a mí no son ataques: es porque ella sabe las cosas, y yo no.

- Principito, a ver, yo no sé nada, sólo un poquito, pero sí sé que sé más que tú.

- ¿Y no piensas que puedes estar equivocada acerca de lo que sabes?

- No, porque lo sé.

Es cierto que sabe mucho; pero también es cierto que muchas veces sus hechos contradicen sus palabras.

- Principito, te amo incondicionalmente.

Pero cuando necesita cariño lo busca en otros, y prefiere dormir sola aún teniéndome a mí a su lado.

- Principito, le das mucha importancia al sexo. Deberías fijarte menos en las apariencias, dejar que las cosas fluyan, ¿qué es el sexo sin amor? Lo importante, lo único verdadero, es el amor.

Pero si salimos por ahí me comenta lo atractivo que es tal o cuál chaval, y cuando está de viaje me envía cartas contándome que se ha acostado con éste o con aquél, pero sólo por necesidad física, y que le falta amor.

- Lo que te pasa es que no confías en mí; si confiaras más en mí verías que todo es muy sencillo.

Pero no puedo confiar en ella porque cuando la he necesitado, me ha abandonado.

Mi no-amor imposible dice que me quiere pero no me necesita; sin embargo, yo creo que es al revés, que cuando me necesita me dice que me quiere, lo que sucede es que ella cree lo contrario, pero se está engañando a sí misma.

- Principito, perdóname por todo el daño que haya podido hacerte.

Pero no sé por qué me pide perdón si sigue haciéndome sufrir.

Mi no-amor imposible era antes un amor imposible; pero supongo que murió de soledad y hastío.

lunes, marzo 17, 2014

5 años de vícaro: Alicia

Fecha original de publicación: 12 de marzo del 2000
Autor: merteuil
enlace original y comentarios

Izquierda es derecha y derecha es izquierda. Todo depende del lado del espejo en el que estés.

Dos ojos para un cerebro. Dos manos dos piernas para un corazón. 20 dedos para un sexo.

Un ojo para dos cerebros. Una mano una pierna para dos corazones. Un dedo para 20 sexos.

Bajo porque sube.

Subo porque baja.

Y así cada mañana.

Y así cada noche.

Cada sueño es una vida y cada vida es un sueño.

Todos los días la misma vida.

Todas las noches un sueño.

Cambian los amigos. Cambio yo.

A veces me gusto más en sueños. Otras me horrorizo de lo que soy capaz de hacer soñando.

O de lo que hago despierta.

Mis sueños dependen de lo que hago y pienso por el día.

O quizás mi día, mi vida, está condicionada por las impresiones de mis sueños.

Recuerdo que sueño o sueño que recuerdo.

- Despierta Alicia, por favor despierta. ¿Alicia? ¿Estás ahí?

No puedo responder, cómo decirle que no, que no estoy aquí.

- Vuelve.

No sé volver; tampoco sé si quiero.

Música, lo que necesito es música.

¿Lo que quiero, o lo que necesito?

Qué fácil es confundir necesitar con querer.

Amar es querer sin necesitar.

Música, elegir lo que quiero oir me llevará tiempo, el suficiente para olvidarme de que quiero bailar. Siempre dando vueltas a las canciones, ésta ahora sí, ésta ahora no, ésta la he escuchado mil veces. Quiero algo nuevo, no, quiero algo que conozca, quiero cantar, no espera, quiero dejarme llevar por la música. Elijo una al azar, es la única manera. No, al azar no, que si no me gusta no puedo bailar con el corazón.

¡Postishead! Vale.

Suelto los músculos, cierro los ojos, respiro profundamente por la boca y lo echo por la nariz, gimiendo ligeramente. Otra vez. Y ya los sonidos se funden con mi cuerpo, lo mecen, lo mueven a la deriva del deleite.

Ah, que bien todo ahora, ahora nada importa.

Espera, estás pensando, no pienses, fluye otra vez.

Respiro fuerte por la boca y lo hecho por la nariz, gimiendo ligeramente.

Keep swimming, keep dancing Alicia.

Dos manos 20 dedos que se mueven libremente. Dos piernas, una cadera que se contorsiona con cada ritmo.

Portishead cala hasta los huesos. Creo que son 200 los que puedo mover. Otros 600 muscúlos. El cuerpo humano, qué sarcófago más curioso en el que vivimos, nos contiene y nos impide vernos. Nos acerca y nos separa de los demás. No deja ver lo que hay dentro, y a lo que no vemos no le prestamos atención. No la suficiente.

Dos ojos que miran hacia fuera.

Dos manos que tocan, dos piernas que corren.

20 dedos que se agarran.

Un corazón que mira hacia dentro.

Una mente que se confunde; conectar fuera con dentro.

Dentro es fuera y fuera es dentro.

Todo es nada, nada es todo.

Un estómago, una soledad que lo mata.

Soledad que duermes conmigo cada noche,

que me oprimes el pecho, que me has dejado sin lágrimas.

Déjame sola, necesito descansar.

No podemos tocarnos el alma, sólo conformarmos con fuertes abrazos. Ansiedad de apretarte entre ellos. Ansiedad de que me aprieten a mí.

- Alicia, sólo puedo estar contigo si respiramos juntos, déjame respirar contigo.

Vuelvo a mi cuerpo para poder estar con Manuel.

- Manuel, qué sola estoy aquí dentro, virgen, sin que nadie me haya tocado nunca, sin haber podido tocar a nadie todavía. Sólo a ti, amor, he llegado a rozarte , corazón con corazón.

Manuel corre hacia mí, se detiene muy cerquita, se calma, me rodea con sus brazos y siente mi respiración, yo siento la suya. Inspiramos. Expiramos. A h h h,cuánto te echaba de menos. Cogemos aire juntos. Profundo. Despacio. Lo retenemos. Lo soltamos con fuerza.

- Alicia, creí que me ahogaba, creí que te habías ido.

- Siempre estoy aquí, y al mismo tiempo nunca, ya lo sabes. El cuerpo es una cárcel y al mismo tiempo nuestras alas... ¿no es de locos? Manuel, qué vamos a hacer.

- Mi vida, seguir transformando el aire en amor. Nuestro cuerpo es alquimia, nuestro corazón vive de ella. Tú y yo juntos podemos con todo.

Cuando Manuel canta pone tanto amor que me tiembla todo el cuerpo. ” I'M PUSHING AN ELEPHANT AT THE STAIRS ”. Le miro con los ojos llenos de lágrimas. Me mira mientras sigue cantando y pone su mano en mi sexo, sin tocarlo, dejando que sienta el calor de su energía.

- Deja que el río baje desde tu corazón, con tu respiración, sabes que eres Dios, sólo tienes que querer.

Y entonces noto cómo baja el torrente desde la garganta, atravesando el pecho, llenando mi estómago, acercándose a mi sexo... Los ojos de Manuel están más vivos que nunca. ¿O son los míos? 20 yemas de dedos que tiemblan, dos piernas que flojean... Respiro profundamente, dejo de sentir mi cuerpo, no tengo músculos porque están todos relajados. Estallo en un orgasmo, lloro y veo cómo Manuel llora. Reímos. Estallo en otro orgasmo. Manuel me sonríe, me coge la mano y la pone en su pecho. 4 ojos que se encuentran en el infinito. Tú eres yo y yo soy tú. Su cuerpo empieza a temblar, regueros de lágrimas que bajan hasta la comisura de sus labios sonrientes. Manuel no eyacula; absorbe toda la energía de sus orgamos. Es la persona más vital que he conocido nunca.

- Joder, Manuel. Acabo de perder mi virginidad, no sabía que era tan fácil. Mi primer orgasmo sólo con amor. Sin sexo, sin soñar.

- Te lo dije, eres Dios.

Empezamos a reír como si también fueramos vírgenes en esto. A carcajadas, que salen de lo más profundo de nosotros. Nunca me había sentido tan llena, tan libre.

- Manuel, sácame de aquí, tengo tanto miedo... vámonos a casa.

- Alicia, mi amor, estando juntos siempre estamos en casa. Bajemos a la playa a dormir. Quiero enseñarte una canción con la guitarra.

lunes, marzo 10, 2014

5 años de vícaro: Cuento de navidad

Fecha original de publicación: 24 de diciembre del 2008
Autor: víctor
enlace original y comentarios

Hace frío por las calles del barrio antiguo. El olor de la leña recién quemada se derrama por las chimeneas y empapa el aire, haciéndolo más denso y cálido. Dos sombras cruzan un solitario adarve y alcanzan el Arco de la Estrella. Hay luces de colores que anuncian fiestas. La Plaza Mayor está engalanada y de la fachada del Ayuntamiento cuelgan adornos imposibles y brillantes.

Las dos sombras se dirigen a la primera puerta que encuentran. Golpean y nadie abre. Seguramente, por algún moderno video-portero alguien los observa y decide no responder. Son un hombre y una mujer, y por la pinta, parece que son extranjeros y pobres... — ¡Pobres a estas horas... Llamando para pedir limosna! No les abro — Alguien piensa en un acogedor hogar, también adornado, cálido, con una buena mesa preparada y una familia acomodada a su alrededor.

Van por todas la puertas y nadie abre. En un hotel, un amable recepcionista los invita, antes de abrir la boca, a irse de nuevo a la calle. — Lo siento, no queda ni una habitación —. Se fija en la mujer, y ve que está embarazada. — Sólo hacía falta que ésta se pusiera a parir aquí, en la recepción, ¡con el jaleo que tenemos esta noche! — Piensa, mientras les echa fuera.

En la calle Pintores hay mucha gente. Antiguos villancicos se oyen en modernos equipos de sonido. Las luces de los comercios deslumbran en elaborados escaparates. La pareja sube sin que nadie repare en ellos. Ambos van descalzos, pese al frío. La mujer tirita y él se quita su raída y sucia chaqueta y se la pone a ella por los hombros, intentando hacer que guarde un poco de calor. Al pasar por la puerta de la iglesia ven personas que salen de misa. Se acercan a pedir ayuda, pero lo único que consiguen son un puñado de céntimos.

— No, muchas gracias señora... pero no, no queremos dinero, solo buscamos ayuda... — Dice el hombre con acento extranjero mientras la señora le da definitivamente la espalda sin hacer caso a sus torpes palabras.

Siguen su camino, lento y tortuoso. Llegan al paseo de Cánovas. Las luces y la música acompañan cada uno de sus pasos. Los comerciantes siguen vendiendo felicidad envuelta en brillantes papeles. Montones de personas recorren la calle. Una calle en la que no hay sitio para dos extranjeros pobres.

Se alejan del bullicio, del resplandor, del estruendo... Y llegan a un barrio de la ciudad. Es triste y no hay luces ni se oye el eco de la música. No hay nadie por la calle. La noche ha llegado ya a su centro, llenando de frío cada uno de los rincones. La mujer rompe aguas... no puede seguir caminando. El hombre la toma en sus brazos y tambaleándose llegan al portal de un pobre edificio. Empuja la puerta y la encuentra abierta. Al menos, en aquel portal se cobijarán del frío mientras ella da a luz.

El llanto de un niño quiebra el silencio de la madrugada. Los habitantes del edificio despiertan sobresaltados y bajan por la escalera para ver con sus propios ojos a un bebé recién nacido en brazos de su madre. La cara del pequeño es increíblemente bella, llena de paz, de luminosidad... de amor. La pobre gente, enseguida trae mantas, alimentos, bebidas caliente... Ofrecen su casa y abren sus puertas de par en par, para que la familia pueda pasar, al menos, la noche.

Entonces, ante el asombro y la incredulidad, se les presentó un ángel del Señor, y la gloria los envolvió con su luz, y quedaron sobrecogidos. Un coro celestial alababa a Dios diciendo: “Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a las mujeres y hombres de buena voluntad”... Y todos quedaron sumergidos en un sentimiento eterno de paz y amor.

lunes, marzo 03, 2014

5 años de vícaro: Talento incipiente

Fecha original de publicación: 22 de septiembre del 2008
Autor: didgewind
enlace original y comentarios

Hoy, revisando el correo, me he encontrado con una grata sorpresa, el relato que me ha enviado una amiga, que publico a continuación. Siempre me resulta interesante y sorprendente el punto de vista de las chicas con respecto al sexo. Que lo disfrutéis.


Camino del baño se sentía culpable, sabía que eso no estaba bien, de hecho se lo habían enseñado desde que era pequeña. Pero el movimiento del tren le estaba dando unas ganas incontenibles de correrse, había intentado dormirse dando varias vueltas en su minúsculo asiento pero era imposible, su sexo le pedía a gritos, mejor dicho, le exigía que se ocupara de él. Sabía que con poco, con muy poco se iba a correr, no necesitaba casi ni tocarse pero le daba demasiada vergüenza hacerlo con todo el mundo a su alrededor, no es que ella fuera muy escandalosa pero seguro que su placer lo podían sentir sin verlo ni oírlo.

A su lado hay un muchacho joven, ella piensa que seguro que si le cuenta lo que le sucede entre los dos lo pueden solucionar. Lo mejor sería coger su mano y acercarla a mis, digo, a sus piernas y poner las manos de ella en su polla, sobre sus pantalones; o quizá sea mejor hablarle...mmm... qué duda y lo peor que su sexo no le deja pensar con claridad, ya no hay tiempo y por experiencia sabe que el sexo nunca es tan sencillo como follar con un desconocido en el baño de un tren y adiós muy buenas. La gente cuando folla adquiere derechos que nadie le ha dado. Definitivamente la idea no es muy buena, lo mejor será ir al baño sola.

De camino todos la miran, irradia algo que los demás no tienen y que les produce cierta envidia, incluso parece que sus pechos son algo más grandes y su boca tiene el gesto de cuando sabes que vas a hacer algo que te va a gustar.

¡Mierda! el baño está ocupado, ya no puede esperar más. Llega otra chica que también está esperado para ir al baño, es atractiva, pero no, definitivamente no tiene tiempo de convencer a nadie que se plantee su bisexualidad.

¡Al fin! Ya se queda libre el baño, tiene poco tiempo, pero no importa, sabe que no necesita mucho.

Se pone frente al espejo, será divertido, y mientras con una mano toca su sexo con la otra recorre su cuerpo, su boca, sus tetas, su culo... Cada vez más húmedo su cuerpo empieza a temblar y los dedos cada vez más deprisa entran y salen y se recrean buscando nuevos rincones, y entran y salen, una y otra vez, y otra vez, y otra vez, cada vez más fuerte. Se imagina varias escenas, con varias personas tomándola y penetrándola por varios sitios a la vez, se imagina chupando una polla mientras la penetran, o.... chupando el coño de la chica que está esperando al otro lado de la puerta. Mientras, su mano, ya algo cansada sigue sin parar y su cuerpo parece que va a explotar de un momento a otro.

El clímax no es tan espectacular como se había esperado, pero al menos está algo más calmada y puede volver a su asiento a leer. Su sexo está más relajado y su cabeza vuelve a tener lucidez, al menos vuelve a poder pensar en otras cosas, porque tal y como le han enseñado son los chicos los que piensan en el sexo de esa manera.

lunes, febrero 24, 2014

5 años de vícaro: Sensaciones

Fecha original de publicación: 9 de agosto del 2008
Autor: didgewind
enlace original y comentarios

En casa siempre hemos sido muy futboleros. De hecho, uno de los primeros recuerdos que tengo de mi niñez es jugando al fútbol con mi hermano, mi abuelo y mi padre. A mi madre, ni fú ni fá, pero con el tiempo se aficionó. Eso de tener fútbol en casa todos los sábados, y con el tiempo sábados y domingos, influye mucho. El hábito hace al monje.

Mi padre es bético, mi hermano Manolo también. Todos los demás, sevillistas. Otro día os contaré las circunstancias de tan singular reparto, ahora no vienen al caso. Pero siempre hemos sido muy tolerantes. ¿Qué vas a hacer, enfadarte con tu padre por el fútbol, cuando es un cacho de pan? Y mi abuelo, aún siendo muy sevillista, siempre ha puesto paz. Amor de abuelo, que no distingue entre los colores de sus nietos.

Para ver el fútbol, en casa tenemos una disposición establecida por la costumbre: mi padre se coge un sillón y se pega al balcón, a la izquierda; mi abuelo se coge otro y se pone a la derecha. Ambos justo enfrente del televisor, para poder verlo bien. Mi madre se sienta donde siempre, en SU sillón, a la derecha de la mesa, detrás de mi abuelo. Yo tenía la costumbre de ver los partidos en el sofá, detrás de la mesa, pegadito a mi madre. Suelo tener el portátil enchufado, pero con el tiempo, conforme me ha ido fallando la vista y me he vuelto más aficionado, he terminado cogiendo yo mismo un sillón y acomodándome entre mi padre y mi abuelo, pero sólo para ver los partidos del Sevilla.

Mi afición. Ésta se ha ido incrementando con el paso del tiempo, debido principalmente a Internet. Antes, bueno, sí, era sevillista, me enteraba de los resultados, veía los partidos cuando los daban por la tele, a veces oía la radio, pero poco más. Con Internet comencé a relacionarme con otros sevillistas, gente de allí, que te mantenía al tanto de las novedades del equipo, gente de Madrid, con los que quedaba para ver los partidos cuando el sevilla estaba en segunda, medios digitales donde encontrar información que los periódicos nacionales o las televisiones, si no es del barca o del madrid, no mencionan... hasta el punto de que terminé haciéndome abonado (socio también con dos acciones) aún viviendo en Madrid, eso sí, abono compartido con un amigo de Plasencia (también conocido a través de Internet), lo que me ha permitido asistir a muchos partidos emocionantes en casa y a varios importantes fuera (semifinales de la uefa en Alemania y final en Eindhoven; final de la copa del rey en Madrid...), momentos muy divertidos, aparte de por el encuentro en sí, por el hecho de viajar, reencontrarme a distintos amigos por los diferentes sitios por los que me he movido y conocer lugares nuevos y gente muy interesante, con alguna de la cuál aún no está dicha la última palabra.

El caso es que esta afición la he trasladado a casa. Comprando bufandas, hablando del sevilla con mi abuelo y mi madre, llevándomelos a partidos o a reuniones sociales con el presidente, Monchi, Caparrós, Pablo Alfaro... A mi madre la llevé a un partido contra el atleti en Sevilla (nosotros vivimos en Badajoz) y, aunque empatamos a cero, se lo pasó tan bien que me dijo que si viviera en Sevilla iría todos los domingos. Mi madre usó también esa afición para animar a mi abuelo cuando el pobre andaba jodido de la espalda. Debo aclarar que mi abuelo es un toro: bajito, fuerte, como él dice no ha estado enfermo en su vida. Yo creo que si me da una mascá, me tumba. Y hace un par de años comenzó a darle problemas la espalda, y andaba tristón. Claro que con ochenta años, más cerca de los noventa, qué te puedes esperar, no vas a pedirle peras al olmo. Así que mi madre aprovechaba los partidos del Sevilla, sacaba las bufandas, y cuando marcábamos un gol, cosa que en los últimos tiempos era bastante frecuente, pues todo el mundo a gritar, a aplaudir, y a agitar las bufandas. Bueno, todos menos mi padre y mi hermano Manolo, que son béticos. Pero mi padre sonreía y también se le veía feliz, porque como ya he dicho, aunque bético, es un cacho de pan.

Los últimos meses de mi madre se invirtieron los papeles. Ella estaba en un estado somnoliento, por la morfina, y porque el hígado ya le fallaba y liberaba toxinas que iban directamente a su cabeza. Me imagino que es como cuando estás fumado o de hongos, que estás en otro mundo y de vez en cuando regresas a éste. Sólo que cuando estás fumado o de hongos sabes que ese estado es temporal, mientras que el de mi madre no lo era. Y debe ser agobiante. Y cuando estás en un estado consciente no eres capaz de situarte. Recuerdo una vez que, estando con ella en su habitación, me dijo que la acompañara al baño, que tenía ganas de vomitar. Una vez allí se echó a llorar desconsoladamente preguntándome que qué hacíamos en el baño. Yo le dije que había ido con ella porque tenía ganas de vomitar. Me miró sin comprender, aún llorando, y me dijo que no, que ella no me había dicho nada. Luego preguntó que qué le estaba pasando.

En esos momentos no sabes qué hacer. Intentas explicarle que con las medicinas, que es normal que se le olviden las cosas, pero no sabes si decirle lo del hígado, porque tu padre y tu hermano, que son médicos, te han dicho que parte de las esperanzas de que se recupere están en que ella siga optimista y pensando que se va a recuperar. Y claro, si le cuentas lo del hígado, a lo mejor no ayudas. Así que tienes que disimular, sonreír, darle un abrazo y decirle que es normal, que es la medicación. Y tragar con todo, con la pena, con el dolor, con la rabia. Porque tú sabes que se está muriendo. Y que no puedes hacer nada por evitarlo.

Así que cuando mi madre estaba en ese estado, siempre tumbada en la cama, siempre sin fuerzas, la llevábamos al salón si le apetecía, para ver al Sevilla. Y era mi abuelo el que sacaba las bufandas, y era mi abuelo el que se la ponía alrededor del cuello, y el que le decía 'Carmen, ha sido gol', y agitaba la bufanda delante de ella para que reaccionara. Mi madre sonreía, se le iluminaban por un instante los ojillos, y movía la suya ligeramente, para volver a caer de nuevo en ese estado de no-vigilia casi permanente.

Ya casi al final mi madre quiso comer con nosotros. Solía comer en la cama, le llevábamos una bandeja y le dábamos de comer, porque no tenía fuerzas ni para tragar. Pero ese día dijo que quería levantarse. Pusimos la mesa, la ayudamos a sentarse, y comimos. Supongo que quería recuperar algo de vida normal, hacer algo que formara parte de la rutina diaria, cuando la rutina era lo habitual. Quería sentirse viva de nuevo, poder decirse, todavía puedo comer con mi familia, como antes, la enfermedad aún no me ha quitado eso. O tal vez era consciente de que le quedaba poco tiempo y quería disfrutar una última vez de los momentos que la hacían feliz. Eso es lo que pensé yo en ese momento, que a lo mejor era la última vez que comíamos juntos, como así fue. Te llega de repente, como una revelación, que no puedes asimilar en ese ahora porque el ahora está centrado en tu madre, en que se encuentre a gusto, en que la comida de hoy sea tan normal como todas las comidas que habéis tenido juntos y que hace tantos meses que no tenéis, que no haya nada que la signifique, que pueda disfrutar de su familia como si no existiera la enfermedad. Y optas por no pensar en nada, que todo esto no te afecte, porque no es justo que tu madre, que es la que está jodida, tenga que cargar además con la pena de verte triste.

lunes, febrero 17, 2014

5 años de vícaro: Podredumbre

Fecha original de publicación: 24 de julio del 2008
Autor: merteuil
enlace original y comentarios

El alma rota se me escapa entre los jirones de piel de mi cuerpo descosido. La aguja que debería coserlos se me ha perdido o más bien la he dejado perderse. Nunca he sabido cuidar de las cosas importantes. Tirada en la acera observo cómo los borbotones de amor van haciendo regueros en el suelo como un estuario rojo que va a parar al mar de la alcantarilla. Si el suelo fuera plano tendría un lago bajo mi cuerpo; no me hubiera gustado pudrirme en un charco. He tenido suerte de caer sobre una pendiente, era más probable de todas formas, siempre intentando alcanzar la cumbre sin disfrutar de la ladera. Con el alma resbalando quedaré primero bien seca por dentro, sin un hálito de vida, lentamente la iré perdiendo y mis ganas de ella en cada gota. Lo prefiero así, el olor será menos y no llamaré la atención de nadie, me pudriré sola sin que nadie tenga que respirar el hedor de mi inmundicia.

Las horas pasan, quizás los días, y a veces me viene la idea de recomponerme, de hacerme parches con ilusión rescatada de algún bolsillo... mas la alegría de vivir no existe ya en mi cuerpo. Si sus manos quisieran coserme todo sería distinto, pero sé que esas manos están muy lejos de pasar ya por aquí. También se me perdieron, o más bien las dejé perderse. Nunca he sabido cuidar de las cosas importantes.

lunes, febrero 10, 2014

5 años de vícaro: Tus besos

Fecha original de publicación: 27 de abril del 2008
Autor: didgewind
enlace original y comentarios

Tus besos saben a fresa. A frambuesas de la Vera recién lavadas en el agua fresca que baja de las montañas. A las naranjas que cogemos del naranjo que tiene mi tío en Sanlúcar la Mayor.

Tus labios son cerezas que derraman zumo de pasión al besarlos. Sorbo cada gota que me das y me alimento de su jugo, y muerdo tu lengua que me traslada a Colombia, a las papayas maduras que comíamos en San José, en la Sierra de los Farallones. Su textura es similar al morojó de Guineal, y la electricidad que recorre mi boca son los gusanitos que nacían en los guanábanos que recogíamos del suelo cuando estaban en su mejor momento para ser consumidos.

Besarte es comer cien frutas al mismo tiempo. Cómo echo de menos tus besos.

lunes, febrero 03, 2014

5 años de vícaro: Suzzanne

Fecha original de publicación: 21 de abril del 2008
Autor: didgewind
enlace original y comentarios

A Suzzanne la conocí en la fiesta de una amiga, en Tirso de Molina. Hablamos un rato y nos caímos bien. Bailamos.

- Cambiemos de pareja, dije, así alternamos un poco.

Suzzanne se rio y nos separamos. Al rato, cuando volví a buscarla, conversaba con un chico del que no se separó en toda la noche. Casi al final de la fiesta seguían conversando. Estábamos sentados en el sofá del salón, espalda contra espalda. Estaba muy claro que el chaval quería llevársela a la cama, le decía cosas al oído y ella se reía mucho. Algo dije, no recuerdo el qué, quizás que se me hacía tarde. Suzzanne se volvió hacia mí.

- ¿Nos vamos?, preguntó.

Suzzanne me recitaba poemas de amor en francés mientras fumábamos canutos. Y poemas castellanos medievales con acento francés. Sabía que así me volvía loco. Casi nunca la dejaba terminar: agarraba su cabello con ambas manos, acercaba su cara a la mía y devoraba sus labios con ansia animal. Tenía grandes pechos, el pelo corto y cejas imposibles. Algunas noches llegaba a su casa tarde, después del trabajo. Ella me esperaba en su cama, desnuda, haciéndose la dormida. Me quitaba la ropa y me tendía a su lado. Unas veces nos acariciábamos tiérnamente, demorándonos etérnamente en cada beso. Otras simplemente me pegaba a ella y me dormía con el olor de su pelo y su sudor de mujer. Alguna vez la abrazaba por la espalda y la penetraba lentamente, sintiendo cómo su vulva se contraía y dilataba sin necesidad de realizar ningún movimiento, escuchando sus gemidos ahogados por la almohada, dibujando su cuerpo con mis manos, su cara, sus pezones, su vientre. Al vaciarme en ella nos quedábamos así dormidos, con mi miembro ya flácido en su interior y mi deseo totalmente satisfecho. Luego por la mañana le dejaba un canuto recién hecho al lado de la almohada y me marchaba tras darle un beso de buenos días.

Suzzanne se fue sin despedirse. Un día me dijo que quería terminar nuestra relación, y terminó. No me dio explicaciones, ni yo se las pedí. Posteriormente me enteré de que volvía a Francia, y cuando le llamé estaba en el autobús.

- Me han dicho que te vas.

- Sí, estoy ya en el autobús.

- Me gustaría seguir en contacto contigo.

- Apunta mi email y escríbeme. Te contesto.

Nunca contestó. Siempre le he echado la culpa a los filtros anti-spam.