lunes, diciembre 30, 2013

5 años de vícaro: Belleza

Fecha original de publicación: 18 de septiembre del 2007
Autor: víctor
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Me gusta tu aroma cuando no estás, pero prefiero tener tu presencia. En la soledad del alba, me despierto sin ti, entre una maraña de sábanas blancas. No me invade la tristeza porque tu recuerdo es suficiente para deshacer la angustia y el nudo en la garganta. Ahora me queda buscarte por los pasillos ocres de la mañana.

El sol ya se derrama a través de las vidrieras y camino buscando en cada sombra. Cada cuadro de la pared y cada escultura invitan a una reflexión. Pienso en las manos de los creadores, en el padre de cada obra, pienso en sus pensamientos y analizo a base de hipótesis infundadas sentimientos que un día quedaron plasmados para ser admirados. Sin embargo, en lo más profundo e interior, ¿quién asegura el verdadero significado de la realidad tangible?

Llego a la biblioteca y entro. La gran sala está vacía. Solo los libros en sus estantes descansan en su letargo calmado, tranquilo y paciente. Son miles. Paso mis ojos al azar por alguno de los lomos. Letras oscuras sobre fondo claro, letras claras sobre fondos oscuros, títulos dorados, plateados y grabados, holandesa piel, rústica, cartoné... formas y colores que no son nada comparados con la esencia que guarda. El olor inconfundible a papel viejo lo invade todo, lo llena todo y lo impregna todo. No tomo ninguno en mis manos. Prefiero imaginarlos desde la distancia de los estantes y hago juego de palabras mezclando los títulos de los unos con los otros, buscando la originalidad y la chispa de genio perdida.

Me asomo por la ventana que da al campo abierto. La mañana ha reventado en todo su esplendor. La luz llena todo. Al fondo las montañas, delante un valle verde por las primeras lluvias tímidas y árboles altos. Matices otoñales, colores ocres, marrones, verdes, grises fundiéndose en la claridad del día y en el azul de un cielo raso. Aire fresco que llena mis pulmones, y cierto olor a tierra mojada. Pronto el frío lo llenará todo y la nieve cubrirá cada rincón, pero de momento, la estampa guarda la esencia cálida del color.

Vuelvo al interior y sigo por los pasillos. Al fondo te veo. Menuda, desnuda, perfecta. Te acercas con pisadas felinas de tus descalzos pies sobre el frío mármol. Sonríes y tus labios me invitan a desayunar besos húmedos. Te tomo por cintura y te atraigo hacia mi. Siento tu piel y tus curvas, te abrazo y te aprieto. Fundo tu cara dulce en mi pecho, hundo mis dedos en tu pelo, aspiro cada gota de aroma que emana de tu cuerpo y suavemente, muerdo tu blanco cuello. Bebo el néctar del deseo, a sorbos pequeños, lleno mi boca de un sabor intenso y me dejo arrastrar hasta el infierno, para luego, en vertical vuelo, subir al cielo de tu universo.

lunes, diciembre 23, 2013

5 años de vícaro: Mi lugar en el mundo

Fecha original de publicación: 12 de septiembre del 2007
Autor: lupa
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De pequeña me daba por pensar que si alguna vez me iba muy mal en la vida, siempre podría ir a un convento, llamar a la puerta y pedir que me acogieran. Quizá por oír siempre a mi tía decirle a mi prima que se metiera a monja y así no tendría nunca ningún problema.

De adolescente pensaba que si alguna vez no tuviera dinero para pagar ni el alquiler, podría cometer algún delito para que me encerraran una temporada en la cárcel a pensión completa.

Al final, me fue mal en la vida y no elegí ninguno de los micromundos anteriores para refugiarme. Pero elegí perfectamente mi refugio. Hace dos años me presenté aquí, con la cara descompuesta, las ropas desgarradas, gritando que no soportaba más vivir en el desquiciado mundo que me rodeaba, que necesitaba paz, sinceridad, solidaridad, confianza, amor. Me ofrecieron una habitación “sólo estarás aquí unos días, hasta que te calmes”. Unos días hacen ahora 731. Vivo en el manicomio de Carabanchel y la gente es muy amable conmigo. Aquí no soy invisible como ahí fuera, donde nadie me sonreía nunca, donde nadie me necesitaba, donde nadie me quería. Ese mundo que durante 33 años me ha mostrado una vida cruel, triste, sin sentido; de locos.

Hoy una enfermera me ha dicho que con un poco de suerte saldré pronto pero yo no quiero salir. Ahí fuera están todos más locos que aquí. Por lo visto la cosa no ha cambiado desde que lo abandoné: egoísmo, hipocresía, odio, falta de respeto, cerebros huecos, almas grises. Además allí fuera nadie me espera, no tengo nada que hacer. Aquí ayudo a las enfermeras, hablo con mis compañeros de las habitaciones contiguas durante horas, nos escapamos por las noches para fumar y comer lo que hemos ido robando durante el día. Los locos llaman a mi puerta buscando mi compañía y yo llamo a la de ellos cuando requiero de la suya. Hace poco me pusieron a trabajar en la biblioteca “A ver si así se recupera” dijeron los médicos. Y vaya si me he recuperado, tanto que no quiero salir de aquí.

Hace poco leí un microrrelato de Chuan Tzu: “Soñó que era una mariposa y al despertar no supo si era un hombre que había soñado ser una mariposa o una mariposa que estaba soñando ser un hombre”. Y yo no sé si soy una persona cuerda fingiendo estar loca o una loca fingiendo estar cuerda. Lo que sé es que soy más feliz aquí dentro, en el micromundo de los locos cuerdos, que ahí fuera, en el macromundo de los cuerdos locos.

lunes, diciembre 16, 2013

5 años de vícaro: 3 en 1

Fecha original de publicación: 12 de agosto del 2007
Autor: didgewind
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Cogí el coche, un Mercedes de hace 20 años, y me fui para San Roque. Llegué a la dirección que me habían dado, aparqué y llamé a la puerta. Me abrió un chaval sudamericano, con gorra. Parecía que me estaban esperando.

- Pasa.

Dentro, en el salón, había bastante gente. Seis chicos ocupaban distintos sillones y sofás. Un par se estaban haciendo un porro, otros dos charlaban y fumaban, otro miraba la tele con ojos idos. El último estaba preparando fichas y cartas. Una chica me miraba curiosa, otra se estaba metiendo una raya, supongo que de coca, usando la carátula de un cd. Me miró con ojos vidriosos.

- Hola, dije.
- Hola, respondió. ¿Quieres una?

- Bueno.

Cogí la carátula y el billete enturulado que me ofreció. Lo apoyé en la mesa y me metí. Un poco cayó de nuevo de mi nariz al cd. Nunca se me ha dado bien meterme rayas.

- ¿Tienes algo para beber?

La coca siempre me queda mal sabor en la garganta.

- ¿Una cerveza, coca cola...?

- Coca cola está bien, gracias.

Me senté en el sofá. Me ofrecieron un porro. Era bueno. Algunos chicos se sentaron alrededor de la mesa. Repartieron fichas.

- ¿Tú vas a jugar?

- ¿Qué es, póker?

- Sí, póker.

- Venga, va.

Sonreí tontamente. No debería fumar mucho, esa hierba, o costo, o lo que sea, era fuerte, y no me iba a enterar de la partida.

- ¿Cuantas fichas quieres?

- ¿Cuánto estáis jugando?

- Yo qué sé, 10 euros, 20...

- Espera, a ver cuánto tengo.

Saqué el monedero. Aproveché para sacar también las llaves del coche, y el móvil, y los dejé encima de la mesa. Así estaba mucho más cómodo. Me sentía observado. ¿Era una expresión burlona lo que veía en los ojos de esa chica? Será la marihuana. Me pasaron otro porro.

- ¿Cuantas fichas vas a querer?

- Sí, perdona.

Abrí el monedero. Tenía 30 euros. Saqué también una bolsita con un polvo blanco, ¿coca o speed? Ni idea. Se la di al chaval de las fichas.

- Dame 15 euros, y hazte unas rayas si quieres.

- ¿Qué es?

- La verdad es que no lo sé.

Algo de polvo se me quedó pegado a los dedos. Los pasé por mis labios para ver qué era, pero la marihuana había alterado mis sentidos. Bebí coca cola. Las burbujas chocaban contra mi paladar. Parecían petas zetas. El de las fichas le dio la bolsa al chaval de su derecha. Creo que es coca, le dijo. Se puso a barajar y repartió cartas. Me ofrecieron otro porro, pero esta vez lo decliné. Tenía una buena mano.

- ¿Y qué tal todo?

- Bien, como siempre.

- Te pongo tus cosas aquí, al lado de la tele.

- Toma. Me pasaron de nuevo el cd. Y tu bolsa.

- ¿Qué es al final?

- Zarpa.

Zarpa, farlopa, coca, perico. Cada generación renombra sus vicios, como si así los conocieran más e invocaran poderes nuevos para controlarlos. Estaba buena. ¿Qué coño hacía yo con una bolsita de buena farlopa en mi monedero? A saber de cuándo sería, pero la hierba no me dejaba pensar bien. Jugamos varias manos. Los porros seguían pasando, a veces fumaba, a veces no. Nos hicimos una cuantas (zarpa, farlopa, perico, coca) rayas más. Estaba perdiendo, pero tranquilamente.

- Dame otros 15.

No se puede jugar al póker fumando. Pero bueno, no se trata de ganar. Me lo estaba pasando bien.

- ¿Me dejas el teléfono para hacer una llamada?

Me volví para encontrarme unos ojos azul intenso mirándome inquisitivamente. Era la chica del principio, la de la expresión burlona.

- Sí, claro, acerté a contestar.

- Toma, te lo cambio por un porro.

La chica cogió el móvil. Marcó un número y se fue para otra habitación.

- Oye, ¿vas o no vas?

- ¿Perdona?

- Que si vas.

Intenté concentrarme. Lo importante es no dar la sensación de que no te enteras, pero a mí me resulta complicado. Mis gestos, mis movimientos, me delatan. Soy como un libro abierto.

- Voy, voy. ¿Cuánto hay que poner?

- Dos fichas, dijo sonriendo. Un libro abierto.

- Nosotras nos vamos, hasta luego.

- Chao.

Seguimos jugando y lo perdí todo.

- ¿Quieres más fichas?

- No, gracias, creo que me voy para casa.

Me levanté para recoger mis cosas. Faltaban el móvil y las llaves del coche. Estaba super fumado y no me atrevía a preguntar.

- Oye, la chica ésta, ¿ha dejado mi móvil por algún sitio?, le pregunté al que repartía fichas.

- Yo qué sé, tío, tú sabrás a quién le dejas las cosas.

- Es que también me faltan las llaves del coche.

- El coche está atrás, lo hemos movido. Ven por aquí.

Fui con él por un pasillo largo y oscuro. Estaba algo asustado. Me abrió una puerta que daba a la calle, del otro lado de donde había entrado.

- Vuelve cuando quieras, me dijo, sonriendo. Y cerró.

La puerta no tenía asa, ni timbre al que llamar. Me di la vuelta y salí balanceándome a la calle. El coche no estaba por ninguna parte. Paré un taxi, me monté y me fui para casa.

Así que de una tacada me quedé sin móvil, sin coche y sin pasta. Y sin la poca autoestima que me quedaba.

lunes, diciembre 09, 2013

5 años de vícaro - Feminismo: el gran triunfo del machismo

Fecha original de publicación: 16 de junio del 2007
Autor: neige
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Es cierto que a lo largo de los tiempos han existido profundas desigualdades e injusticias que, con más o menos acierto, se han corregido: racismo, xenofobia, prohibición del voto a causa del género, persecución de la homosexualidad...

Afortunadamente, hemos superado una buena parte de estos problemas, al menos en lo que llamamos Occidente. Fruto, principalmente, de las ideas liberales de la Ilustración, donde el ser humano se reviste de una serie de derechos que sólo tienen como límite los derechos de los otros, su bienestar y la ley. A eso se le llamó Estado de Derecho.

En un Estado de Derecho se supone que todos somos ciudadanos con las mismas oportunidades, libertades y deberes, independientemente de nuestro género, condición sexual, raza o religión. Hasta aquí todo parece perfecto.

Es evidente que no todos los ciudadanos aceptan las reglas del juego, sigue habiendo gente que es racista, xenófoba, homófoba o misógina, y sin llegar a tanto, es cierto que todavía hay dosis de machismo que llevan a ciertos hombres a pensarse superiores a las mujeres. Pero quiero creer que no son la inmensa mayoría y que para perseguir estas cosas están las leyes. Luego, en mi caso, como mujer, ¿para qué quiero una ley que nos discrimine nuevamente aunque sea de forma positiva?

Y lo de "positiva" tiene muchos matices, para mí la discriminación es siempre negativa. Porque yo, que trabajo en un lugar donde la mayoría son hombres, la nueva ley será la excusa de los machistas para decirme que si he llegado donde estoy es porque hay que cumplir la cuota.

Por otro lado, pienso que el movimiento feminista radical ha sido el mejor triunfo del machismo de siempre.

La mujer, para igualarse al hombre, no ha pretendido adquirir sólo sus mismos derechos, que son intrínsecos a su condición de seres humanos, sino que se ha masculinizado. Es algo que se siente en todas partes. Si una mujer decide dedicarse a ser ama de casa es vista como una esclava, si un hombre toma la misma decisión se supone que es un mantenido. La mujer se ha cargado con la responsibilidad de tener los hijos, de amamantarlos, de educarlos y, además, de ser sexy, atractiva, de ser la puta que el marido necesita, para que no se vaya a buscarlo fuera de casa, de trabajar, de triunfar en su carrera, incluso aunque no le guste. La mujer está obligada a trabajar, aunque sea en una oficina, en el empleo más aburrido del mundo, para demostrar que se merece ser como el hombre.

Automáticamente se ha infravalorado el trabajo que han hecho nuestras antepasadas, nuestras madres y abuelas que "no trabajaban". Ser ama de casa se ha convertido en sinónimo de fracaso personal, de falta de realización. Nosotras, las hijas, no aspiramos a ser como nuestras madres o abuelas, queremos parecernos a nuestros padres o abuelos. No queremos encerrar nuestra vida entre cuatro paredes dedicándonos a la aburrida tarea de criar hijos o administrar el hogar.

En resumen, no hemos alcanzado más derechos, sino más deberes. La mujer busca la aprobación de los hombres, masculinizándose, informándose de como satisfacerlos sexualmente, realizando, si es preciso, jornadas agotadoras tanto en casa como en el trabajo. ¿Para qué? Para no ser como nuestras abuelas, unas mantenidas.

¡Qué gran equivocación! El feminismo radical ha echado por tierra el trabajo que las mujeres han hecho por la Humanidad a lo largo de la historia. Porque la Humanidad ha sobrevivido gracias a las mujeres, que han alumbrado las nuevas generaciones y las han educado. En tiempos de guerra, las mujeres han reconstruido lo que los hombres destruían. Aún así, las mujeres consideramos un triunfo nuestra entrada en el ejército, a ser posible fuera de la retaguardia.

Hasta en la moda, nos visten hombres que desean ser mujeres, transformando nuestras curvas pensadas por la naturaleza para generar vida, en líneas andróginas, para satisfacer su ego desesperados de artistas. Y las mujeres, lejos de levantarse frente a tal atentado contra la salud, caen en la trampa, se arrastran en el lodo de la anorexia para enfundarse la talla 36 del vaquero de moda.

Mientras la mujer se masculiniza, el hombre se aprovecha de las circunstancias. En el matrimonio, la mujer amamanta y cría, pero a la hora de invitar en un bar, que cada uno se pague lo suyo, no sea que resulte machista.

Mientras la mujer se vuelve más sexy para el hombre, el hombre responde con celos, agresiones y asesinatos. Ya no sólo los hombres, hasta los niños de 17 años se despechan de tal manera que asesinan a sus "ex".

Las mujeres son educadas para que sepan hacer de todo, pero los hombres siguen siendo educados de la misma forma.

Quizá el mundo funcionaría mejor si en vez de habernos masculinizado las mujeres, se hubieran feminizado un poco los hombres. Probablemente, en ese caso, y atendiendo a las estadísticas, habría mucha menos gente en la cárcel por delitos de sangre.

Nuestro verdadero triunfo, el de la mujer, llegará el día en que no queramos ser iguales a los hombres, y estemos orgullosas de nuestra singularidad como mujeres, algo que no tiene nada que ver con que, como ciudadanos, tengamos los derechos de cualquier ser humano a decidir nuestro futuro.

domingo, diciembre 08, 2013

En Bhagsu, con Músicos Ambulantes

Aquí estoy tocando el didge en la india con músicos que van de acá para allá más la señora de la casa tocando el djembé. Mi pelo es parcialmente naranja por un tinte de heena que llevaba en esos momentos. Besos.

lunes, diciembre 02, 2013

5 años de vícaro: Mi zahir mi soledad

Fecha original de publicación: 20 de mayo del 2007
Autor: didgewind
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Estoy leyendo El Zahir, un libro en el que Paulo Coelho nos viene a recordar que el amor es el motor del mundo. Un Zahir es aquello con lo que una vez entramos en contacto, acaba poco a poco ocupando nuestro pensamiento, hasta que no somos capaces de concentrarnos en nada más. Para Coelho es una mujer. Para mí, en éstos, los peores años de mi vida, mi Zahir es mi soledad. Lo ocupa todo. Vaya donde vaya, mire donde mire, mi Zahir no me deja nunca. Nadie a quien amar ni nadie quien me ame. Nadie con quien pasear, nadie con quien soñar. Si el amor mueve montañas, si es la esencia de que está hecha la vida, los que no aportamos ni recibimos amor somos seres muertos e inútiles que deambulamos por las calles incapaces ni de mover una roca. Si no hay amor no hay movimiento, si no hay movimiento no hay vida y si no hay vida no hay amor...y si no hay amor no hay movimiento...y doy otra vuelta más a mi círculo vicioso.

Mi Zahir me lleva a veces al puente Segovia, y por suerte (buena o mala, nunca se sabe) tengo vértigo, así que no me asomo demasiado. En realidad, el ayer, el hoy y el mañana me producen más vértigo aún y no dejo por ello de asomarme y caer en su abismo, en el de recordar cómo una a una fui perdiendo a todas mis amigas, en el de vislumbrar un hoy en el que nadie desea mi compañía, en el de un futuro vacío, ni siquiera negro. La vida pasa, pesa y pisa mis sueños pero nada se posa en ella. Me dejo arrastrar por las horas que pasan y pesan y pienso: cuando uno siente hambre, come, cuando siente sed, bebe, cuando tiene un sueño lo persigue, pero cuando no siente nada no hay nada que perseguir porque nada nos alivia. Y si no se persigue nada no hay movimiento... Así que me repito cada día: si no venzo a mi Zahir más me valdría morir. (Repeating in my head__ If I can't be my own__ I'd feel better dead).

Es curioso cómo un libro que se supone optimista y lleno de frases que inducen a vivir, a mí me inducen a no encontrarle ningún sentido a mi vida. Quizás porque Coelho para vencer o conseguir a su Zahir se ayuda del misticismo y ése es un lenguaje que a mí no me llega. Quizás porque su victoria hace más patente mi derrota. Quizás porque me recuerda que no tengo nada ni nadie que me haga saltar hasta tocar las nubes.

Sigo con el viaje de mi vida, con mi Zahir al lado recordándome que lo haré sola y que vaya donde vaya nadie estará esperándome. Esa sensación me vuelve loca cada día, nadie con quien hablar, nadie con quien reír, nadie a quien le importe si vivo o muero, ni siquiera a mí... y entonces vuelvo otra vez a pensar en lo innecesario de mi presencia.

Tengo que acabar con él, con mi Zahir, con mi soledad, porque ella esta acabando conmigo, debo impedir que siga ocupándolo todo porque si no seré un pez muerto al que se lo lleva la corriente del río y no hay nada más triste y despreciable que estar muerta en vida. Pero sin ilusiones, sin sueños, sin nadie a mi lado, no sé cómo voy a conseguirlo... o más bien no sé para qué.

lunes, noviembre 25, 2013

5 años de vícaro: Huída hacia adelante

Fecha original de publicación: 19 de mayo del 2007
Autor: didgewind
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Hace tiempo que ya nadie

se pasa por casa.

La gente sólo viene

cuando hay grandes fiestas

o si invitamos a cenar.

Pero ya nadie me llama

y me dice

'qué hay kike, me paso

por tu casa

y nos tomamos un té

o un café'.

Ni siquiera un porro.

Hubo un tiempo en que

todos los días

cuando llegaba a casa

por la noche

siempre había gente en el salón.

Sarah, Micheal, Manuela,

y tantas otras personas

que hacían mi vida diferente.

Mucho más amena.

No tan rutinaria.

Claro que antes estaba Sergio

y Sergio daba mucho juego.

Ahora la gente del piso trabaja

y su vida social

se juega en otras canchas.

El único que a veces se pasa es Ángel,

pero él es el vecino

y vive en el cuarto.

Realmente

desde que vivo en un quinto sin ascensor

mi vida ha cambiado mucho.

lunes, noviembre 18, 2013

5 años de vícaro: Sin Título

Fecha original de publicación: 31 de marzo del 2007
Autor: didgewind
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Esta mañana me he levantado algo tristón. Será que he dormido poco, o quizás (que ella no quiso pasar la noche conmigo) los chupitos de licor que tomamos anoche. El día está frío y gris, como mi ánimo. Las nubes no dejan pasar el sol y a la vez hacen de espejo, reflejando su luz por todas partes. La melancolía es hermosa.

Ahogo mis penas con amigas que, como yo, sólo buscan un poco de cariño, un instante de éxtasis para engañar a la soledad. Un sucedáneo vacío y triste de la felicidad.

He leído por ahí que escribir es una buena terapia para la depresión. Si Merteuil se está agarrando a sus malabares, a mí me está salvando este blog.

Neige (a ver si te vemos pronto por aquí) me dice que las cosas que escribimos en esta página son muy tristes. ¿Cómo no van a serlo, si la vida es a veces una puta mierda?

lunes, noviembre 11, 2013

5 años de vícaro: Masturbarse: la segunda mejor manera de empezar un nuevo día

Fecha original de publicación: 31 de enero del 2007
Autor: merteuil
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Los rayos de sol de primera hora de la mañana asoman ya por entre los edificios y se reflejan en los cristales de las ventanillas de los coches que forman una larga caravana en la M-30. Llevan un buen rato parados. Los rostros de la gente que va en su interior reflejan cara de pocos amigos, salvo el de una chica que sonríe, Marteuil. Sube la música con la mano derecha (The Smiths) y después se la coloca en la entrepierna por debajo de la falda. No lleva bragas. Un tanga reposa en el suelo, al lado de sus pies descalzos. Comienza a mover suavemente los dedos, acariciándose con movimientos circulares el clítoris y suspira de placer. Con la mirada perdida observa la fila de coches que tiene delante.

Merteuil (sus pensamientos): Tengo lo menos 45 minutos para darme placer... ¿Cuantos orgasmos tendré tiempo de disfrutar? Nunca hay manera de contarlos, en el séptimo pierdo la cuenta... me encanta esta canción... Ahh, creo que el primero ya esta aquí....

La fila de coches de su izquierda comienza a moverse. Un señor trajeado de rostro muy serio pasa a su lado. Luego pasa una chica con cara de borde que va hablando sola. Un matrimonio que no se habla va detrás.

Marteuil (ronroneando): Sííí... puf... qué bien. Sus dedos se detienen unos instantes para volver a deslizarse lentamente a un lado y a otro. Poco a poco los va moviendo con mayor rapidez... Ahhh... Los detiene y aprieta las piernas con fuerza. El coche que tiene delante ha empezado a avanzar y saca la mano de debajo de su falda para meter primera. Se mueven unos metros y vuelven a detenerse. No hay dos sin tres... Se lleva las manos a su clítoris, que está húmedo e hinchado y lo acaricia con ansia. Ahhh, joder... Sus dedos se detienen otra vez. Mira a su izquierda y ve a un conductor gritando al de delante. Se ríe. Mira a su derecha. Una mujer que va discutiendo con un hombre que va a su lado le recuerda a la rancia de su vecina. Se vuelve a reír y comienza otra vez a mover sus dedos. Qué maravilla de atasco, cuanto más dure mejor. No entiendo a esta gente con tanta prisa, ¿a dónde tienen tanta urgencia de llegar? ¿Tan maravilloso es su destino que piensan que estar en un atasco es perder el tiempo? ¿Una caravana de coches es lo que les separa de la felicidad en la que viven? Creo que la mayoría se preocupan tanto de no llegar tarde que no piensan en que se puede disfrutar por el camino.... Ahhh.... qué bien... el cuarto..... ahhhh... el quinto... Ahhh.... Ahhhh... Dios... ¿Por qué se dirá Dios, cuando se tiene un orgasmo?.... Mierda, ahora que venía otro tengo que volver a poner primera porque los coches se mueven... ¡Joder, yo quiero que siga habiendo atasco!

La caravana se disuelve poco a poco. Merteuil conduce hasta la puerta de un enorme edificio gris y aparca. Mira hacia el último piso y la sonrisa desaparece de su rostro.

Merteuil: Puf, necesito unos cuantos orgasmos más que me den la fuerza necesaria para subir. Permanece un rato dentro del coche sin parar de tocarse y de gemir. Lo malo de la masturbación femenina es que nunca se encuentra el momento de parar, llegado un límite de excitación siempre se quiere más. Resignada deja de tocarse y se pone el tanga y las sandalias. Se baja del coche estirándose la falda y no puede evitar apretar las piernas y contraer su rostro de placer. Madre mía, como no me controle me voy a correr otra vez en el ascensor... ¡¡y a ver quién más sube en él!!

martes, noviembre 05, 2013

Sublevación

-Estoy harto de oír cuentos -dijo mientras se levantaba de la silla con precipitación.
Sabía que era el momento de poner las cartas sobre la mesa. Había comenzado a hablar y ya no podía echarse atrás. Muchas veces imaginó esa situación y, sin haberlo previsto, surgió en el lugar más inoportuno. Ella lo contemplaba con asombro.
-Siéntate, por favor -respondió la mujer intentando acariciar sus manos esquivas -, no tienes ni idea de lo que dices.
-Todo son mentiras –el muchacho elevó el tono de voz mientras la miraba con los ojos inyectados de odio -, fantasías que te inventas. Te pasas el día rodeada de libros y sola. ¿Quién eres para contar mi vida?
-Lo siento, pero tú no existes -respondió la mujer con dulzura -. ¿No te has enterado de que no eres más que un personaje de uno de mis cuentos? Y ahora voy a terminar con esta situación ridícula.
Rompió el folio en pedazos e hizo una pelotita que tiró a la papelera.

 
Víctor M. Jiménez Andrada
Publicado en “Un rato para un relato”, Rumorvisual, 2010

lunes, noviembre 04, 2013

5 años de vícaro: Dormir con alguien (de) nuevo

Fecha original de publicación: 23 de enero del 2007
Autor: didgewind
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Mi pecho contra su espalda, mirando ambos hacia la izquierda de la cama; mi brazo derecho rodeando su cintura; acoplo mis piernas recogidas entre las suyas, también recogidas; como una sillita de la reina. Pero no puedo pegar mi pelvis contra la suya, somos sólo amigos y si tengo una erección en medio de la noche puede resultar muy embarazoso, aunque seguro que es una tontería, ya no somos críos y es una reacción fisiológica involuntaria, y además, en sueños; si no tuviéramos TAN claro que somos sólo amigos, o mejor, si fuéramos amantes o casi o amantes esporádicos entonces no importaría, al contrario, probablemente ella se sentiría deseada y halagada, sin necesidad de que ése sea el orden, pero no lo somos, así que me retiro ligeramente hacia atrás y dejo un espacio de seguridad aceptable. ¿Cómo sitúo mi brazo izquierdo? Me duele si apoyo todo el peso de mi cuerpo sobre él, y si lo doblo apoyado en su espalda, además de ser incómodo ya no dormimos tan juntos, parece como si necesitara un espacio entre ella y yo, y no es así, al contrario, necesito sentir su piel, su calor, el olor de su pelo... que hace que me pique la nariz, espera, mejor paso el brazo por debajo de la almohada y de su cuello, así asomo mi cara sobre su cabeza y además de poder respirar a gusto estoy como por encima suya, protegiéndola. Mucho mejor. Pero no puede estar cómoda de esta manera, con mi brazo bajo su cuello, aunque esté la almohada por medio se le va a quedar el cuello rígido, con tortícolis por la mañana.

- ¿Estás cómoda?

- Yo sí, ¿y tú?

- Yo estoy de puta madre.

Parece que puedo dormir tranquilo...

Me despierto entre sudores, ¿qué hago mirando al techo? ¿Y mi brazo izquierdo, dónde está? ¿Por qué me duele tanto? Vaya, se me quedó dormido... A ver cómo lo saco de debajo de la almohada sin que se despierte... De momento, a ver si moviéndome un poco, lentamente, consigo arquear ligeramente el codo y así ya se hace algo más soportable, ya me preocuparé luego de sacarlo del todo. Menuda erección que tengo ahora, ¿y por qué estoy vuelto hacia arriba? ¿Qué estaba soñando? Vale, ya recuerdo, soñaba que ella se movía un poco, entre sueños, y al mínimo roce con su cuerpo yo me corría; luego se daba la vuelta, me besaba y me volvía a correr; metía a continuación su mano bajo mi ropa interior y me corría de nuevo; y en ese momento le he dicho que no sabía lo que estaba pasando, y a jurarle y perjurarle que no me había sucedido nunca... y luego me he dado la vuelta para dejar de sentir su piel y no correrme otra vez. Eso explica que me encuentre ahora en esta postura, me he debido mover en sueños. Y el brazo me duele horrores, a ver si consigo sacarlo sin despertarla... Venga, y ahora, ¿cómo me pongo? Quiero seguir sintiendo su calor, pero encontrar la postura adecuada es complicado: mejor me quedo así, bocaarriba, que estoy bien, y dejo mi brazo apoyado sobre su pierna, que sepa que sigo ahí...

¿Qué hago de nuevo de lado? Espera, estoy muy bien, no me duele el brazo, y delante tengo mucho espacio... ¡porque ella no está! Joder, sí que está... pero detrás. Ahora me doy cuenta, sillita de la reina pero al revés; sus piernas se acoplan recogidas entre las mías; su brazo izquierdo rodeándome, su mano apoyada en mi pecho; mirando ambos hacia la derecha de la cama, y su pecho contra mi espalda. Puedo sentir su pelvis bien apretada contra mi pelvis, y su brazo derecho... a saber. Yo estoy estupendamente, supongo que ella también, puedo sentir su respiración lenta y tranquila, debe estar dormida. Seguiré su ejemplo, buenas noches, cielo.

miércoles, octubre 30, 2013

El tiempo perfecto

Las horas se condensan
en el techo de la habitación
y caen sus gotas
sobre nosotros.

La imagen se forja en mi memoria
y ya no existen tus ojos,
llenos de presente,
en el indómito futuro
que edificamos sin cimientos.

lunes, octubre 28, 2013

5 años de vícaro: Der cicerone

Fecha original de publicación: 16 de enero del 2007
Autor: andreas
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me quieres

porque puedes contar con los dedos que te faltan

porque cuando juegas a las escondidas

tengo encendidas las luces de esos lugares donde te aferras a las rodillas

porque mis ventanas son como puertas

y a los pájaros de esa felicidad lírica y fallida le alcanzan sus nidos con nuestras alpargatas

me quieres

porque cuando llueve a las nubes (las que nos vuelan entre la naríz y la frente)

les espanta mi tambor de hojalata

mis palabras de hierro mis ganchos de risa maldicha mi maneras de niño resabido

porque hablo tu nombre cuando todo en ti está callado y no sabes volver.

lunes, octubre 21, 2013

5 años de vícaro: El plan

Fecha original de publicación: 10 de enero del 2007
Autor: ricardo
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Federico es un tipo que está un poco cansado de cómo van sus historias con las mujeres. Lleva un tiempo pensando en cambiar de actitud, los rollos de una noche a veces se complican, los que quieres que duren más a veces - la mayoría de las veces - no tiran para adelante... esas cosas que pasan.

El caso es que pretende simplificar el proceso y se le ha ocurrido la siguiente idea. Visto que la mayoría de las veces son las mujeres las que eligen, o por lo menos eso se dice, y teniendo en cuenta que a él le gustan bastantes mujeres, está pensando en decirle a todas las mujeres que le gustan precisamente eso, que le gustan. No importa que tengan novio o estén casadas o sean lesbianas o pasen de él. Ninguna de esas cosas importa. El único criterio es que le gusten y el objetivo es informarlas a todas. Parece que es simple y además Federico tiene bastante paciencia, con lo que a la larga, y con un poco de suerte, igual sale bien. No tiene que ser ahora, pero las que tienen novio o marido puede que un día lo abandonen o sean abandonadas y, tal vez, se acuerden de él, y, tal vez, a él le sigan gustando. No tiene nada que perder, además no tiene vergüenza.

Con esta idea en mente, una noche, coincide con varias amigas y hablando con dos de éstas les comenta el plan. Una de ellas le tira los planes abajo con un buen argumento: es muy probable - y de hecho cierto - que entre todas las mujeres que le gustan a Federico haya algunas que sean amigas y que se comenten la jugada:

- ¿Sabes lo que me dijo Fede el otro día?...

- ¡No jodas! A mí también. ¡¡¡Qué cabrón!!!

Lo que en un principio podía ser un punto a favor se convierte rápidamente, y sin entender muy bien por qué, en un puntazo en contra.

martes, octubre 15, 2013

Limones

Me irritas
cuando traes limones secos
que me evitan
necesarios tragos agrios.

lunes, octubre 14, 2013

5 años de vícaro: Julio 2002

Fecha original de publicación: 28 de diciembre del 2006
Autor: didgewind
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Mi amada se fue
dejándome la luna como recuerdo.
Mi amada se fue
y sólo conservo la miel de sus besos.

¿De qué sirve amanecer
si ella no está aquí?
¿Para qué abrir los ojos
si no la veo a mi lado?
¿Por qué despertar
para seguir sufriendo?

Mejor, entonces, seguiré dormido
y así, al menos, la tendré en mis sueños.

lunes, octubre 07, 2013

5 años de vícaro: El geranio inmortal

Fecha original de publicación: 21 de diciembre del 2006
Autor: carlos
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Aquel día salíamos de “El final” después de tomarnos quince o veinte té’s. El té era nuestro, lo llevábamos en un bote y nos echábamos cucharadas en vasos de agua caliente que Pepa nos cobraba de vez en cuando. Los clientes del bar miraban el bote con curiosidad. Debían pensar que aquella hierba del bote era alguna droga que consumíamos con regularidad.

En la puerta, todavía con cachos de hierbajos de té pegados entre los dientes, Vicente soltó una reflexión de ésas que sólo un genio como él es capaz de soltar, y que el intelecto de uno tarda años en asimilar. Si es que lo hace alguna vez.

Dijo Vicente: “Tío, con los avances de la clonación, en el futuro será posible hacer un clon de ti mismo y así evitar la muerte. Si tienes una enfermedad, sólo necesitas crear un clon tuyo sin ella y si tú te mueres queda tu clon. Seremos inmortales.”

Yo, desde mi ignorancia le contesté: “Amigo, tu clon será igual que tú, pero no serás tú. Será una copia de ti, pero lo que tú eres es intransferible. Si la pinchas, lo único que tienes garantizado es que habrá otro tío igual que tú, pero no podrás continuar tu vida en él.”

Vicente, al escuchar esto, se quedó serio durante unos segundos. En aquel momento pensé que se había dado cuenta de que su reflexión era estúpida. Pero ahora, mirándolo con perspectiva, tengo mis dudas. 

Quizás estaba triste porque yo no había comprendido con profundidad el sentido de su reflexión :-)

Hoy creo entenderlo mejor, aunque seguramente necesite unos cuantos años más para comprenderlo por completo.

Me di cuenta el otro día.

Resulta que hace un año, en un viaje a Sevilla, cogimos un trozo de un geranio y lo plantamos en casa. Y brotó.

Llevo un tiempo pensando en cortar otro trozo del geranio, para plantarlo en otra maceta y tener así otro ejemplar, digamos que una copia de seguridad. No me gustaría que se secara y quedarme sin él.

Este pensamiento hizo que me asaltara una duda existencial: si corto un trozo del geranio, lo transplanto y crece, y en un futuro se muere el brote de geranio que traje de Sevilla, ¿se habrá muerto “el geranio de Sevilla”?

Estaba ahí, con el comecome de mi duda, y pensé que debía compartirla con alguien. Así que pregunté a Natalia: “Natalia, si cortamos un trozo del geranio de Sevilla, lo plantamos en otra maceta y agarra, y después se muere el geranio original… ¿dirías que se ha muerto el geranio de Sevilla?”

Su respuesta fue contundente: No.

Yo también creía que no.

Entonces me di cuenta de que ni siquiera estaba seguro de que el geranio sevillano del que cogí mi brote inicial fuera el geranio original. Tal vez era una copia de una copia, un brote de un brote de otro brote. Puede que el original muriera ya hace años, y puede que ni siquiera fuera de Sevilla.

Lo mismo el original era de Murcia y había otro en su casa trasplantándolo de un lado a otro para que “el geranio de Murcia” no se le muriera. Este sinsentido me hizo darme cuenta de que el geranio de Sevilla era inmortal porque nunca nació ni existió en realidad, más allá de en mi necesidad de darle un nombre.

Y entonces creí entender algo, de manera difusa, subliminal. Y después volví a no entender nada.

Puede que te parezca una locura, pero tengo la sensación de que me queda mucho que aprender de ese geranio. Si lo hago te lo contaré desde este lugar mágico y entrañable que nos conecta hace tiempo,

Con cariño,

Carlos

domingo, octubre 06, 2013

Verdaderos amigos

Hacía años que no veía a Roberto. Lo encontré por casualidad en un bar de la Plaza Mayor y fue tal la alegría que decidimos tomar unas cañas juntos. Después de un par de horas habíamos evocado todos los acontecimientos pasados. A partir de ahí, vimos que nada en común podíamos contarnos. Comenzamos a aburrirnos. En ese momento resolvimos, muy acertadamente, poner fin a nuestra amistad con la última cerveza. Desde entonces no pasa una semana sin llamarnos para saber el uno del otro.

lunes, septiembre 30, 2013

Significados

La abuela quiso conservar la memoria de su nieto fallecido cuidando las plantas que había dejado. Tan bien lo hizo que pronto las hojas asomaron por encima de una tapia que daba a la calle. No logró comprender las palabras de los policías cuando la arrestaron aquella mañana, ni el empeño de los agentes en llevarse las macetas.

domingo, septiembre 15, 2013

Valoraciones

Temía la alegría y la rapidez con la que unas manos ansiosas lo harían pedazos. Su piel brillante y colorida quedaría reducida a un amasijo deforme sobre el suelo. Nunca entendió porqué tenía que ser él la parte menos importante del regalo si después de todo era la más llamativa y visible.

viernes, septiembre 06, 2013

Decadencia

Cuando tuvo que fotografiar la decadencia no se le ocurrió mejor idea que salir a la puerta de su casa, dirigirse hacia la tapia medio derruida de una obra abandonada y tomar varias instantáneas. Sobre la desconchada pared, habían pegado sucesivos carteles anunciando conciertos y otros espectáculos. Se superponían unos a otros formando un grosor considerable. Medio arrancados, dejaban entrever, como libros de historia, acontecimientos pasados. Supo que tenía la foto perfecta cuando dio, por casualidad, con el cartel amarillento y desgarrado de un grupo de rock cuyo vocalista murió trágicamente a las pocas semanas de aquel evento.

viernes, agosto 30, 2013

La protesta

Pensó que desnudarse en mitad de la calle era una buena forma de protesta. Solo consiguió un puñado de miradas lujuriosas sobre su piel pálida, algún que otro desprecio, una fotografía a todo color en el periódico local, unos días de fama efímera, un buen resfriado y una denuncia por escándalo público.

sábado, agosto 10, 2013

Una pompa de jabón

La pompa de jabón se desplazó suave y temblorosa a un par de metros del suelo. El hombre pudo distinguir sobre la superficie jabonosa el reflejo de su rostro. En un instante, él desapareció sin dejar rastro, pero su imagen quedó atrapada para siempre en la delicada burbuja.

martes, julio 30, 2013

Didgeridoo en Devil's Gullet

Aquí un vídeo tocando el didgeridoo en un lugar sagrado aborigen en tasmania, Devil's Gullet.

El didgeridoo que utilizo es un mi/fa que compré en Bali con madera de eucalipto de Timor Oriental.

Lo dejé con su hermano do en Warburton, Victoria. ¡Ay, cuánto os echo de menos...!

Mucho amor.

Reinos frágiles

Se sentía poderosa y temida. Sus deseos eran órdenes para los súbditos. Pero su reino era minúsculo, casi ridículo, y bastó un suspiro de mariposa para derrumbar el palacio que se había hecho construir sobre pilares de cristal.

martes, julio 23, 2013

Percusión en primos

Buenas. Me estoy dedicando ahora a dar talleres de percusión en ritmos primos (5, 7, 23 tiempos...) y he subido un vídeo a youtube con una introducción al tema. Os lo dejo aquí. Está en inglés, pero con subtítulos en español.

Tiene que ver también, por supuesto, con técnicas para romper patrones de condicionamiento y esquemas mentales.

Besos.

lunes, julio 22, 2013

El tiempo perfecto

Las horas se condensan
en el techo de la habitación
y caen sus gotas
sobre nosotros.

La imagen se forja en mi memoria
y ya no existen tus ojos,
llenos de presente,
en el indómito futuro
que edificamos sin cimientos.

jueves, julio 18, 2013

¿De qué cóño estamos hablando?

I am in the path of enlightement. Do you wanna be my friend?

(traducción: 'Estoy en el camino de la iluminación. ¿Quieres ser mi amig@?')

lunes, junio 03, 2013

Cómo se siente una mujer

Hola a todos. Os dejo una entrada sobre un tema que me inquieta mucho últimamente y que habréis podido vislumbrar un poco en mis últimos artículos. Besos.

http://elblogdematina.blogspot.in/2013/05/como-se-siente-una-mujer.html

miércoles, mayo 22, 2013

Caótica


Confusión,
cáos, ruido, delirio.
El ventilador aspira, y suspira...
Gente inerme se relaciona
con sus miedos descuidando
al pasar
las arenas movedizas.
No hay ruido.
Sólo hay cáos.
y silencio.
El silencio precede al cáos.
El cáos precede al olvido.
Una chica se sienta
a mi lado.
'Can I sit here?'
Asiento
sin emitir sonidos.
Últimamente me encuentro
bastante atractivo.
Las chicas me sonríen
al pasar.
Será mi cuerpo
que ha empequeñecido.
Y las arenas movedizas
siguen ahí.
(La chica se levanta. Una mesa se ha quedado libre y se dirige hacia ella, con pasos nerviosos).
'Did you ask for a massala chai?'
Vuelvo a asentir
con voz silenciosa.
sin hacer ruido.
Quizás mañana
cuando aprenda belly dancing.
Quizás.
Quizás.
Quizás mis hermanas
me habrían salvado
si hubieran nacido.
Quizás.
Quizás.

lunes, mayo 20, 2013

Letras Breves nº. 11

Os invito a descargaros y compartir libremente el número 11 de LETRAS BREVES. Está listo para imprimirlo a dos caras y doblarlo como un tríptico. Lo podéis difundir, está bajo licencia Creative Commons.
    


domingo, mayo 05, 2013

Kali


Kali nació en San Petersburgo, de madre rusa y padre georgiano. Tiene 27 años. Lleva cinco en la India, entrando y saliendo. Eso se nota en su energía, en su forma de hablar, en su mirada.

- Me haces reír mucho. Me gusta el sentido del humor español.

A Kali es fácil hacerle reír, y se ríe con una risa franca, alegre, que ilumina el mundo a su alrededor.

- Cuando sonríes, el mundo entero sonríe contigo.

Y Kali sonríe, y llora. Sonríe porque es feliz. Llora porque quizás no entiende por qué el resto del mundo no puede ser feliz también.

- Woa, he pasado mucho tiempo sola, relacionándome con gente pero sin pareja, y esta semana contigo está siendo muy intensa. Están aflorando emociones que no sabía que estaban ahí.

A Kali y a mí nos gusta mirarnos a los ojos, y observarnos, y darnos amor sin tocarnos. A veces una sombra de duda, o de incomprensión, o de melancolía dibuja su rostro y yo sonrío, porque sea lo que sea está bien y es como tiene que ser.

- Te agradezco profundamente el que me ofrezcas este espacio donde puedo expresarme y compartir contigo sin sentirme culpable o juzgada.

Y yo le contesto que tengo la sensación de que la humanidad está evolucionando hacia un estado de consciencia en el que ofrecer ese espacio emocional será la norma, y no la excepción; y al mismo tiempo me siento culpable por haber contribuido al estado en que las cosas en general, y la relación hombre – mujer en particular, se encuentran en este momento.

- Es extraño, porque he tenido muchas relaciones de pareja, pero estos días contigo es como si nunca realmente hubiera compartido como pareja; es algo totalmente nuevo para mí.

Kali es un cielo, estoy aprendiendo mucho con ella. A veces muestra su alma de tigresa y muerde; otras veces, cuando explora profundamente en su interior, la diosa Kali se manifiesta a través de ella con rabia, poderosa y a la vez serena, con ira contenida, ira que quizás expresa la rabia de generaciones de mujeres que a lo largo de la historia, hermanas, hijas y madres, han sufrido y sufren en silencio por los abusos y la violencia que nosotros, los hombres, ejercemos sobre ellas.

miércoles, mayo 01, 2013

¡Qué suave!

¿Es nuevo?

sábado, abril 20, 2013

Tomando Consciencia: Homofobia


El otro día quedé con un par de amigos a los que veo muy de vez en cuando. Nos tomamos un café, hablamos de nuestras cosas (en un espacio emocional que no nos cuesta crear cuando estamos juntos, olé por vosotros) y luego nos fuimos a tomar una copa a un local cercano. El chico que nos atendió era muy simpático y muy femenino, cosa que comentamos cuando se retiró. No recuerdo en qué contexto, porque he dicho que fue el otro día pero en realidad hará de esto como uno o dos años. Nada ofensivo, de eso estoy seguro, porque si no sí que me acordaría.

Antes de irnos Luis y yo fuimos un momento al lavabo y Manuel se quedó pagando la cuenta.

Al salir, Manuel preguntó '¿Sabéis lo que me ha pasado con el camarero cuando he pagado la cuenta?' a lo que Luis contestó 'Que te ha dado su número de teléfono'.

Fue un comentario jocoso, que me hizo gracia. Reacción que me hizo ser consciente de mi homofobia inconsciente.

¿Qué hay de gracioso en la idea de que un camarero que quizás fuera gay le diera su número de teléfono a Manuel? O, siendo más específicos, ¿qué le encontré de gracioso a la situación?

Pensando en ello, me parece que lo que me hace gracia, y a Luis y a Manuel, es que este hecho (imaginario) implicaría que el camarero piensa que Manuel también es gay, por la razón que sea (su forma de hablar, sus movimientos...).

Y eso nos hizo gracia.

Insinuar que alguien tomara a Manuel por gay nos hizo gracia. Al igual que nos habría hecho gracia si el objeto de la burla hubiera sido yo, o Luis.

Pero, ¿qué tiene de gracioso?

¿Es que considero que alguien gay es alguien inferior, y por eso implicar que sea gay alguien que no lo es me hace gracia?

Por más que lo pienso, lógicamente no le encuentro la gracia por ningún lado. Y, sin embargo, me hace sonreír. Lo que me demuestra hasta qué punto existe una homofobia inconsciente oculta dentro de mí.

De esta experiencia saco dos enseñanzas:

La primera, que no debo subestimar el poder del condicionamiento inconsciente por muy consciente que crea ser de determinados condicionamientos.

La segunda, que hay que ser infinitamente compasivo, pues yo soy el primero que debe ser compadecido.

jueves, abril 18, 2013

Pasando página

Cuando mi madre murió, bueno, no exactamente cuando murió, sino algo más tarde, mi padre nos dijo a mis hermanos y a mí que eligiéramos algo con lo que quedarnos de entre los colgantes y pulseras que le habían pertenecido. Yo, entre otras cosas, me quedé con un colgante de madera, muy lindo, que si mal no recuerdo le había traído mi hermano Manolo de Brasil. Era un colgante de varias piezas de madera, en listones redondeados que disminuían de tamaño conforme se alejaban del centro. La gente lo veía y me decía que era muy lindo. Incluso escribí un artículo sobre él.

El otro día lo regalé. Como práctica de no apego. Hace aproximadamente un año decidí ser más consecuente y ofrecer cualquier colgante o pulsera que llevara encima, si alguien mostraba algún interés por ello. Ese alguien a veces lo aceptaba como regalo y a veces no. El otro día un amigo me comentó que le gustaba el colgante que llevaba puesto, y se lo di.

Mientras se lo ponía le conté la historia del colgante. Me emocioné. Es difícil ser hombre algunas veces, este condicionamiento de 'Los hombres no expresan sus sentimientos y, por supuesto, no lloran' sigue estando muy presente en mí, así que no lloré desmesuradamente, pero sí que se me humedecieron los ojos. La mujer de mi amigo, en eso las mujeres también nos llevan ventaja, lo notó, y le tradujo a mi amigo la historia del colgante (yo hablando en inglés, ella traduciendo al bahasa). Me emociono ahora que lo escribo en papel.

Creo que también me siento culpable porque no sé hasta qué punto el no apego es el camino a seguir, y a lo mejor estoy traicionando la memoria de mi madre actuando de esta manera. Claro que probablemente este sentimiento de culpabilidad sea un truco del ego para reafirmar su identidad. Whatever.

El caso es que estoy pasando página. Que no significa olvidar a mi madre, creo, sino más bien que afloren mis sentimientos de pena, mirarlos a la cara y darme a mí mismo la oportunidad de aceptarlos.

martes, abril 16, 2013

La educación

El semáforo del paso de peatones está en rojo. Un chico y una chica, de no más de dieciocho o diecinueve años, caminan agarrados de la mano. Él lleva unas gafas de sol —aunque la tarde está rozando su final—, el flequillo de punta, una cazadora blanca con el cuello levantado, unos pantalones vaqueros caídos y unas zapatillas de deporte, seguramente de precio prohibitivo para una familia de clase media. Ella es muy bonita, su cara irradia una dulzura infantil que salpica las miradas clandestinas. Sus labios, gruesos y ligeramente pintados, prometen las cerezas de besos nuevos. Tiene los ojos grandes y marrones, como almendras. Su cabello, negro y muy liso, le llega a los hombros. Viste una cazadora de piel negra que estiliza su figura y una faldita corta. Tiene las piernas muy largas, cubiertas por unas medias negras, y calza unas botas con unos tacones de vértigo. En la mano libre lleva un cigarrillo a medio consumir. Avanzan ensimismados en su amor y no perciben el color del semáforo, ni se percatan de que el resto de peatones están detenidos. Una señora está a punto de llamarles la atención, pero para entonces se han metido en el asfalto. El conductor frena y toca el claxon, no por molestar, sino para que los jóvenes se den cuenta de la imprudencia y tengan más cuidado. Es un señor que conduce un viejo coche y que anda más cerca de los sesenta que de los cincuenta. Con expresión de bonachón en su cara, menea la cabeza de lado a lado y sonríe, como suave reprimenda. Los jóvenes se quedan parados en la mitad de la carretera, cortando el tráfico. El chico lo mira desafiante y le muestra los dientes a la vez que le dedica un corte de mangas con gesto de chulería torera. Ella se dirige también al pobre hombre, que mira a través del parabrisas con estupor, como si fuera testigo de una escena irreal. La muchacha se lleva la mano a la entrepierna, sin importarle que su falda se eleve varios centímetros, se aprieta bien fuerte y le regala una frase acuñada finamente en las fraguas selectas de los burdeles más infames: “Me vas a comer el chocho, puto viejo”. Luego cruzan tranquilamente, como si nada hubiera pasado. El conductor arranca lo más rápido que puede, no sea que al chico, en una sobredosis de testosterona, le dé por sacar una navaja y apuñalarle allí mismo. Víctor M. Jiménez Andrada Publicado en Cáceres en tu mano, 13/feb/2013

miércoles, abril 10, 2013

Dicen que lo dijo Nelson Mandela dicen que no...Bueno, da un poco igual de quién sea el texto :))

"Nuestro miedo más profundo no es que seamos inadecuados. Nuestro miedo más profundo es que somos inconmesurablemente poderosos. Lo que nos asusta es nuestra luz no nuestra oscuridad. Nos preguntamos: quién soy para ser brillante, encantador, talentoso, fabuloso? En realidad, quién eres para no serlo? Jugar a ser insignificante no le sirve al mundo .No hay nada inspirador en encogerse para que los demás no se sientan inseguros a tu alrededor. Hemos nacido para poner de manifiesto la gloria de Dios que hay dentro de nosotros. Que no está sólo en algunos, sino en cada uno de nosotros. Y, al dejar que nuestra propia luz brille, inconscientemente le damos permiso a otros para que hagan lo mismo. Al liberarnos de nuestro propio miedo, nuestra presencia, automáticamente, libera a otros".

martes, febrero 19, 2013

El Principio de Mediocridad Sexual

Os dejo el enlace a un artículo de Jot Down Cultural Magazinehttp://www.jotdown.es/2013/02/juan-abreu-el-principio-de-mediocridad-sexual/. Está mucho en sintonía con lo que me llevo trabajando desde hace un tiempo, la honestidad total. Os dejo aquí un extracto para que veáis de qué se trata. Besos.

El ochenta por ciento de la plenitud sexual (¡y de la felicidad!) depende de nuestra capacidad para conversar con nuestra pareja. Cariño, la próxima vez que me la chupes, méteme el dedo en el culo. Sí, me gusta. ¿Por qué no te lo había dicho antes? Porque desconocía el principio de mediocridad sexual y ahora que lo conozco quiero una vida sexual más real y más honesta.

viernes, febrero 15, 2013

El secuestro de la estatua ecuestre

 Una grúa avanza por la calle solitaria
      —la escoltan sirenas que rasgan las sombras—
y alcanza la plaza donde mora el dictador derrocado
por la parca inmisericorde y el olvido.
Es la mejor hora para arrancar avisperos
aunque hay guantes de policía
por si hace falta consolar nostalgias.
Cuatro operarios indiferentes
cruzan con eslingas la estatua ecuestre
que pronto se eleva por los aires
con un solemne redoble de motor.
(alguien sonríe ante la desproporción
de los testículos del animal y la cabeza del dueño).
La imagen es casi cómica:
               el caballo parece asustado en un último relincho
               y el jinete un muñeco indefenso ante el vaivén.
Un camión se lleva, bajo el anonimato de una lona,
al que durante años ha presidido la nación y la plaza.
Se le condena, según sentencia judicial, a cadena perpetua
en el rincón más apartado del almacén del museo municipal.
El silencio regresa con el repartidor de periódicos.
El muchacho despeja sus fosas nasales
con el intenso olor a desinfectante
de los aspersores que riegan el jardín
al pie del pedestal vacío.

 

Víctor M. Jiménez Andrada
Publicado en Versos del insomnio. Ed. Letras Cascabeleras A.C., 2012

miércoles, febrero 13, 2013

jueves, enero 31, 2013

Susurros

Por los laberintos que preceden al alba
las palabras se afilan y penetran como estiletes
en la carne ablandada por el alcohol y las horas.
Buscan detrás de la fachada,
con la violencia de un yonqui en pleno mono,
hasta que hallan escondido, en el fondo de una caja,
un secreto que tirita de miedo
ante una hebra de luz.
Una vez arrancados los visillos,
las promesas se licuan y vierten
por los sumideros
sin que el cobijo de unos besos
calme el corazón arrepentido.

Víctor M. Jiménez Andrada
Publicado en Versos del insomnio. Ed. Letras Cascabeleras A.C., 2012

martes, enero 29, 2013

Buceando el Liberty

Buenas, os dejo un vídeo buceando en apnea un carguero estadounidense de la segunda guerra mundial, en Tulamben, Bali.

Lo del buceo en apnea es la polla.

besos.


miércoles, enero 23, 2013

Tensión Sexual


Tengo dolores de espalda desde los 13 años. Estuve un tiempo sin saber por qué, hasta que Julio Carmona, un magnífico fisioterapeuta amigo de mi padre, me hizo una revisión completa y me dijo: 'Tu problema es que juegas mucho al fútbol y tienes los isquiotibiales muy desarrollados pero muy poco flexibles, por lo que te tiran mucho de los músculos de la espalda. Te vendría bien flexibilizar esa parte, reforzando las abdominales y realizando estiramientos específicos'.

Desde entonces, y ya ha pasado un tiempo, tengo épocas. Épocas en las que hago abdominales y estiro frecuentemente, y me molesta poco; otras en las que me despisto, y me molesta más; a veces, no sé por qué razón, me da un pinchazo (avisando durante los días previos con molestias menores) y tengo que pasar un día entero en cama y varios con movilidad limitada.

Hay una constante que parece repetirse y es que cada día siguiente de practicar cualquier tipo de actividad sexual, los dolores vuelven a aparecer. Esto resultaba un tormento en mi adolescencia, cuando entre el fútbol, levantarme temprano para ir a clase, y las pajas que me hacía cada noche solía amanecer con un dolor de tres pares de cojones.

Sin embargo, esta relación entre sexo y dolor no ha sido nunca algo muy claro para mí: más o menos me daba cuenta del hecho, vislumbraba la posibilidad de que existiera una cierta correlación, pero siempre la había achacado a mi sentimiento de culpa (el poder de la mente y mi educación católica): ya saben, me hago una paja, me duermo pensando que no debería haberlo hecho, me despierto con dolor de espalda, si no me hubiera masturbado no me dolería, me levanto de mal humor, etc., etc., etc.

Ahora que estoy practicando la meditación y la consciencia activa descubro cosas que antes me estaban vedadas. Una de ella ha sido el darme cuenta de que mientras practico sexo tiendo a tensar mucho los aductores, los isquiotibiales y los músculos de las piernas en general. E intento ser consciente de ello (es una de las enseñanzas del Vipassana y de la meditación en general, practicar la consciencia activa en cualquier momento y en cualquier lugar) y enviar una orden mental a esos músculos para que se relajen; y también me he dado cuenta de que al relajar de forma consciente esos músculos, mi excitación disminuye. Lo que también me viene muy bien en relación a la eyaculación precoz.

martes, enero 22, 2013

MOOJI

Quería insertarlos sin los 20 primeros segundos de intro (que no sé que tienen que ver con el contenido del video) pero no he sabido hacerlo :))





lunes, enero 21, 2013

De revolutionibus #7: Test de Iluminación

Si crees que estás iluminado, vete a pasar una semana con tus padres.

martes, enero 15, 2013

Camiones de la basura

 A las dos de la madrugada
los camiones de la basura
fumigan el silencio
con el rugido metálico de sus tripas.
Los contenedores derraman
la fiesta de las margaritas deshojadas,
las fotografías rotas en color sepia
y las barras de carmín vacías.
Antes del amanecer
los camiones vomitan
sobre los residuos
del día anterior
y del anterior
y del anterior
y del
a
n
t
e
r
i
o
r

Los inmensos montones palpitan
y forman un archivo desordenado de recuerdos
donde escarban, sin pudor, los rapsodas.
 

Víctor M. Jiménez Andrada
Publicado en Versos del insomnio. Ed. Letras Cascabeleras A.C., 2012

miércoles, enero 02, 2013

Los sonidos del insomnio

La levadura fermenta al calor de hornos ancestrales
en el momento que la sirena de un coche patrulla
clama en la oscuridad impenetrable
de miles de almas dormidas.
El llanto desconsolado de un bebé
rebota en las esquinas
del cuarto donde habitan los anhelos.
El filamento de una bombilla vieja
incendia el bosque de sombras
y unos ojos parpadeantes, para los que todo ha acabado,
se abren con el escozor que provocan las heridas sin cicatrizar.
          Se respira en el horizonte de las horas
                        el preludio de otra noche de insomnio.
 

Víctor M. Jiménez Andrada
Publicado en Versos del insomnio. Ed. Letras Cascabeleras A.C., 2012