domingo, febrero 25, 2007

Colores


Dibujo con el color de tu piel
la pálidad llena luna
y el verde de tus ojos
para verdes aceitunas.


Hago de mi vida un lienzo
con tu mar de suave espuma
y el aroma de tu presencia
en las mañanas de fría bruma.

viernes, febrero 23, 2007

¿Cumplimos los hombres en la cama?

Viene esta cuestión al caso, por distintas circunstancias que me invitan a escribir sobre el asunto. Tanto Merteuil como Neige han sacado a colación temas relacionados en distintos posts publicados en este mismo blog (Masturbarse: la segunda mejor manera de empezar un nuevo día, y Problemas, problemillas y problemones de una mujer soltera trabajadora); por otra parte, el otro día, hablando con una amiga de nuestras cosas, ésta se quejaba de que últimamente tenía muy mala suerte con los hombres con los que se acostaba, ya que parecía que iban sólo a lo suyo, y que al último con el que estuvo incluso le echó la bronca cuando acabó (ella al parecer ni siquiera calentó) para desahogarse un poco. Lo cierto es que, personalmente, sea por la educación en la que he sido formado o por timidez, pocas son las veces que he hablado del tema en general (normalmente con chicas, casi nunca con chicos) y es algo que me apetece plantear, y que creo sería interesante debatir. Además, el anonimato que da el blog quizás facilite el que los comentarios que aparezcan en él sean más sinceros, y nos ayuden a los hombres a entender un poco más qué es lo que necesitan las mujeres en cuanto al sexo en pareja.

Diose la circunstancia extra de que esta semana la pasé en Sevilla, y que el miércoles fui con mi primo a cenar al restaurante San Marcos, en la calle Cuna (que por cierto me gustó menos que en otras ocasiones, aunque esto ya es otra historia). Posteriormente quedamos con un@s amig@s suy@s para tomar unas copas, después nos liamos y, hablando del tema, se nos ocurrió preguntar a los chicos y chicas que nos encontráramos en los distintos bares de la noche sevillana, para luego reflejarlo en este artículo. Por supuesto no fue una encuesta exhaustiva ni tomamos nota escrita de las respuestas, aunque sí mental; por supuesto también, no recuerdo todas las respuestas ni siquiera si las que transcriba aquí son exactas, pero sé que me perdonaréis estas pequeñas lagunas mentales que las circunstancias provocaron en nuestro trabajo; por otra parte, sí recuerdo haber repartido papelitos con la dirección de este blog para que quien quisiera de l@s encuestad@s y no encuestad@s pudiera dejar su opinión exacta sobre la cuestión; también recuerdo haber preguntado a bastantes más chicas que chicos, no porque en general me resulte más agradable, que sí que me resulta, sino porque la opinión que nos interesa es mayormente la de ellas, aunque no por ello dejé de preguntar a algún chico cuando la ocasión se presentó.

Así pues, la primera persona a la que abordé, la camarera del bar en el que estábamos, respondió que ésa era una cuestión muy personal; no sé si se refería a que era una cuestión muy personal para responderla a un desconocido, o simplemente que dependía mucho de la persona a la que se le preguntara. En caso de ser lo segundo, debo decir en mi descarga que precisamente se trata de eso, de conocer la opinión de mujeres individuales en casos concretos para establecer patrones comunes de conducta; si se trata de lo primero, espero que dicha camarera aproveche el anonimato del que os hablaba antes para dejar su opinión sobre el tema, desapareciendo en ese caso el problema de la personalidad de la cuestión.

Aparte de esta chica, y de otras tres que no se tomaron a bien mis preguntas (una, una chica berlinesa que me dijo 1 – que era la peor forma que había conocido para intentar ligar, 2 – que estaba muy borracho y 3 – que como ella era una chica extranjera y yo pensaba que era muy fácil follar con ella por eso le estaba haciendo esa pregunta. A continuación se fue a bailar a la pista y no pude completar mi tarea. La segunda, una chica rubita que estaba con otras dos chicas, rubitas también y que parecían inglesas, se agarró a un chico moreno con barba que estaba con ellas diciendo: 'Estde es mi novvvio, estde es mi novvvio' y no se soltaba, así que le pregunté al novio, quien creo recordar que tampoco me respondió. De todas formas a ambos les di la dirección del blog, así que espero que entren y dejen también su opinión, aunque sea de forma anónima. Ah, la chica berlinesa también se llevó su correspondiente papel. Y la tercera, otra chica que no nos dejó ni siquiera acercarnos, poniéndonos la mano en la cara y mirando hacia otro lado, con gestos ostensibles de que no la molestáramos; esta chica iba con un chico muy educado, que era médico y con el que tuvimos una charla muy interesante. Lástima que no recuerde casi nada sobre ella, pero como también se llevó un papelillo, ojalá que se deje caer por aquí y pueda darnos su opinión profesional sobre este asunto). El resto de la gente reaccionó muy bien, dando opiniones diversas; una chica decía que cuando estábamos muy borrachos no cumplíamos ninguno, pero que si no, en general sí que lo hacíamos; un chico me respondió que, en el plano homosexual, si era él el que le entraba a los tíos, ellos no cumplían, quizás porque iban de sobrados; otros dos chicos afirmaron sin dudar que ellos siempre cumplían; otra chica opinaba que, cuando ella estaba encima, sí que cumplían, pero si era al revés, no; una niña italiana comentó que personalmente tenía muy poca experiencia (sólo había estado con cinco chicos) pero que el único que se portaba, y además muy bien, era el último, que era con el que estaba ahora, y que los otros cuatro, fatal. Y así fue transcurriendo la noche, con muchas más opiniones que ahora mismo no recuerdo, y que espero que mi primo complete en la medida que pueda, la gente con la que compartimos la experiencia corrija, y vosotros enriquezcáis con la vuestra.

Bajo mi experiencia, la complicidad es muy importante (ahora mismo recuerdo que una chica me dijo que con ella siempre cumplían, pero porque era muy selectiva y cuando se iba a la cama con un tío, ya sabía que iba a cumplir), hay chicas con las que creo que he cumplido y chicas con las que estoy seguro de que no, y en definitiva, y a pesar de la eyaculación precoz que algunos aún arrastramos desde la adolescencia y que se presenta cuando menos lo esperamos, tengo mis momentos, aunque como ya he dicho, en mi caso depende también mucho de la otra persona. Y si no, siempre me queda agarrarme a una frase que me dijo una vez una amiga a la que, según dice, independientemente de la ocasión, le gusta mucho follar conmigo: lo importante es el cariño.

martes, febrero 20, 2007

El determinismo de Laplace

Bueno, a ver si soy capaz de explicarme. Básicamente, todo está escrito. ¿Y por qué? Pues, tenemos que partir de la base (y al partir de una base ya estamos condicionando los argumentos, porque tú y yo podemos estar de acuerdo, o no, sobre la base, y las bases pueden cambiar, y yo mañana puedo cambiar mi opinión y afirmar que la base no es correcta, pero como de algo hay que partir, y esto es un desarrollo teórico, y además soy yo el que escribo, pues partimos de una base; opiniones o discrepancias, en los comentarios), tenemos que partir de la bse de que todo son reacciones físicas y/o químicas: si empujamos una pelota, ésta se desplazará interactuando con otros elementos, que a su vez interactuarán con otros, etc; si me pica la cabeza me rasco, o, lo que es lo mismo, yo me rasco (efecto) porque me pica la cabeza (causa); y si estoy escribiendo este artículo, es, 1 – porque estoy en el hospital haciendo tiempo hasta que me llamen, 2 – porque hay un blog que alimentar, 3 – porque últimamente mucho de lo que leo tiene que ver con lo que estáis leyendo vosotros ahora... Por consiguiente yo no decido, el libre albedrío no existe y si pudiéramos tracear hacia atrás las causas de cada consecuencia (cada causa a su vez va a ser consecuencia de otra causa, etc.) llegaríamos al principio de nuestro universo, cuya base (de nuevo las bases) consiste en un único punto de densidad infinita que contiene toda la materia y que debido a una alteración en su singularidad comienza a expandirse (se cree en la teoría del punto único porque se sabe que todas las galaxias se están alejando las unas de las otras de manera uniforme a lo largo del tiempo, y por tanto, lo lógico es pensar que, yendo hacia atrás en el tiempo, esas mismas galaxias cada vez estarían más cerca las unas de las otras hasta llegar al momento en el que toda la materia estaría concentrada en un único punto de densidad infinita). En el momento en que la materia comienza a expandirse aparecen el espacio y el tiempo, las partículas comienzan a interaccionar entre sí originando causas que generan consecuencias, las cuales a su vez son causas de otras consecuencias, etc., y así hasta las causas que me han llevado a mí a escribir este artículo y a ti a leerlo. Todo esto lo sabemos ahora, pero, aún sin saberlo, Laplace dijo cierta vez que si fuera posible conocer en un momento determinado las velocidades y posiciones de todas las partículas del universo podríamos determinar el futuro (simplemente observando la evolución de cada partícula y su interacción con el entorno) y visualizar completamente el pasado (como en una cámara de cine, yendo hacia atrás). Otra cosa es que se pueda, primero por la magnitud de los datos que tendríamos que acumular, y segundo por Heisenberg y su principio de indeterminación, según el cuál nunca se podrán conocer la posición y la velocidad de una partícula al mismo tiempo, ya que para observarla necesitaríamos, por ejemplo, y esto es un símil, emitir fotones de luz que al chocar con esa partícula variarían estos valores, así que cuanto más exáctamente queramos conocer la posición de una partícula menos sabremos sobre su velocidad, y a la inversa. Pero esto ya son disquisiciones para otros artículos, y éste ya se ha terminado.

domingo, febrero 18, 2007

A tu vera

Tu piel está impregnada,
de dulces aromas de la Vera ,
pinos y monte tejido
en verde eterno,
pan horneado de Guijo,
maduras frambuesas en tu boca,
mirada limpia y cristalina,
como las lágrimas que llora
la Garganta de Cuartos,
licor de gloria que embriaga mis sentidos,
que al final me arrastra siempre a tu vera.

lunes, febrero 12, 2007

Vídeo acústico

Hola a todos, aquí dejo un vídeo (que muchos ya habréis visto) que nos grabaron para una entrevista en una web de música libre. Faltan alfonso y ebo, estamos recién levantados y a jud no se le escucha bien, pero aún así os podéis hacer una idea de lo que fue y tú, maría, de lo que pudo ser y lo que ya no será. Un saludo.



domingo, febrero 11, 2007

De mis piedras

Mis muros...
fuertes piedras le dan forma,
piedras y rocas arrancadas
de poderosas montañas...

Pero sabes de lo que te hablo
cuando te digo que quiebras
con un simple susurro
mis cimientos de barro.

(Una tarde de agosto de 2004)

miércoles, febrero 07, 2007

Concierto "Cira y yo"

Aprovecho la revista para hacer un anuncio de unos amigos.

El día 14 de febrero a las 10 de la noche en la Boca del Lobo (Madrid) tocan "Cira y yo".

Os recomiendo a tod@s los que estéis cerca que vayáis a verlos, son buenos (no sólo porque sean amigos míos).

Si queréis saber qué es lo que hacen os dejo dos enlaces:
http://www.myspace.com/cirayyo
http://www.cirayyo.com/

Algunos de los que participáis en la revista ya los conocéis. Espero veros allí.

martes, febrero 06, 2007

La vida sigue

Tantos besos que no dimos
perdiéronse en el olvido;
tantas copas de vino
que no apuramos
por seguir nuestro camino.
Tantas sonrisas,
promesas al aire,
miedo en el alma,
noches vacías.
Tantos amaneceres no compartidos.
Tantas mujeres no vieron mi día.
Afortunadamente
sólo tengo 33 años
y aún me queda mucho por vivir.

domingo, febrero 04, 2007

No somos nadie

Desde que por prescripción facultativa me cuido, soy tremendamente vulnerable a los excesos, a veces mínimos que se presentan. Esto viene a cuento porque el pasado viernes noche quedamos con unos amigos para tomar unas cañas, pinchar algo y poco más. Bien es cierto que regamos las raciones con abundante cerveza. También es verdad que todo estaba condimentado de manera sabrosa, y que las grasas ingeridas en menos de una hora superaban con creces todas las que durante una semana entran en mi organismo. También es verdad que tras la copiosa cena, para eso de la digestión, nos metimos entre pecho y espalda un par de aguardientes de hierbas. Finalizamos todo con una copita de ron con coca-cola y ahí quedó todo. Pero por la noche una gran pesadez de estómago, me hizo dar más vueltas en la cama que una peonza. El amanecer llegó y me encontraba como si me hubieran dado una paliza. Era algo parecido a la resaca ¿Pero era posible tener resaca con el alcohol ingerido?

Ya poco tengo que ver con aquel chaval de diecinueve años y ciento quince kilos que se tragaba una noche de sábado quince bacardís con limón, tras llenar bien la barriga con un gran bocadillo de prueba de cerdo grasienta acompañado de patatas fritas. Y es que no somos nadie. Al final uno termina como en la canción de Sabina, cuando dice eso de “oiga doctor, que ya no se me empina desde que me mandó tener cuidado con la nicotina”

viernes, febrero 02, 2007

La Pena

‘Los dos sabemos que soy muy pesada, pero...’. Era la frase que siempre decías cuando nos separábamos. Era tu manera de justificarte, de pedirme perdón por los momentos de duda, de asegurarme que a pesar de esos momentos me seguías queriendo, y estabas deseando que nos reuniéramos de nuevo lo antes posible.

No era tu última frase, ni la penúltima. No tenía un momento concreto. La soltabas el último día, o la última noche, después de dudar unas cuantas veces y pensar un poco cómo finalizarla. Pero no hacía falta que la terminaras, yo ya sabía cómo seguiría. Por eso te estrechaba entre mis brazos y te cubría de besos, y sentía tu alma, tu energía, calmándome, los últimos momentos antes de la despedida. A ti te sentaba mal que no estuviera triste, porque tú te hartabas de llorar, y yo parecía el tío más feliz del mundo. Y en cierto modo lo era. Porque sabía que más pronto que tarde volveríamos a reunirnos, y que no importaba cuantas veces tuviéramos que separarnos, estábamos hechos el uno para el otro, y cuando las fuerzas del cosmos, o los dioses, así lo quisieran, permaneceríamos juntos y nada podría separarnos de nuevo. Y, entretanto, siempre volverías.

Sólo que esa vez ya no volviste.

Y me hundí en mi dolor.

Primero fueron las distancias, los silencios, las conversaciones telefónicas en las que percibía que algo no marchaba. Sea para bien o para mal, suelo notar esas cosas, percibo cuándo hay algo, tensión, atracción, odio. Y en tu caso percibía dudas. Cuando te pregunté no lo negaste, al contrario, confirmaste una sensación que ya habías notado – y ya me habías comentado – antes, la sensación de que te faltaba algo, que nuestra relación se había estancado y no podía ofrecerte nada más.

- Es que, cada vez que comenzamos a construir algo, tenemos que separarnos, y cuando nos volvemos a ver, comenzar de cero.

Yo no lo veía así, pero en parte tenías razón. Y no me preocupaba, porque preocuparme sería angustiarme, y angustiarme sería sufrir demasiado. Y yo estaba en la treintena, y tú en la veintena, y dos años para mí eran un suspiro, y para ti toda una vida. Más tarde me dijiste que no era sólo la distancia, que te faltaba algo más. Y yo sigo pensando que si no hubiera habido distancia ese algo más no te habría faltado. Y me cago en la puta distancia, y en la puta vida por ser tan injusta. Y en la mierda de la gente que me ha hecho estar alejado de ti, y en mi forma de ser, y mi yo al completo, que me ha impedido coger un avión, dejarlo todo y largarme a París a intentarlo contigo, y a que lo nuestro funcionara o no funcionara por nosotros. Y no por la puta distancia.

Recorro las salas del museo Picasso, en Málaga. Cada una de ellas me recuerda a ti. Ya el sólo hecho de que Picasso pasara gran parte de su vida en París es suficiente para que me acompañes durante toda la visita. Ojalá estuvieras aquí de verdad, comentando conmigo los cuadros y los grabados, y no como una ilusión permanente, pero imposible.

¿Por qué no hicimos más cosas juntos, por qué la necesidad ahora – y no entonces – de compartir una visita al museo, una conversación, trivial y reveladora al mismo tiempo, sobre cualquier cuestión banal, pero que nos hiciera conocernos mejor el uno al otro? Supongo que entonces no tenía prisa, pensaba que ya habría tiempo; la dicha del instante no nos permite ver la fugacidad del momento, y que aquello que en ese tiempo nos parece eterno no está destinado a perdurar. Demasiado tarde descubrimos que lo que no hemos realizado entonces, sea por pereza, o cualquier otra razón, ya no es posible que suceda de nuevo, al menos en las circunstancias en que nos encontrábamos en ese instante, y que nos gustaría que se dieran ahora; que los momentos que dejamos escapar no volverán a repetirse.

Deambulo por las salas con expresión ensoñadora. Tal vez, seguro, conocer a otra chica me ayudaría a superar este momento, si no a olvidarte, imposible olvidarte, sí, al menos, a mitigar el dolor. Pero no tengo fuerzas, ni ganas, para dar el primer paso. Mi autoestima está por los suelos, y al mismo tiempo, ninguna mujer puede compararse contigo, musa entre las musas, esencia de la feminidad. Porque, ¿quién puede conformarse con un terrón de azúcar, cuando se han degustado las mieles del paraíso?

jueves, febrero 01, 2007

Problemas, problemillas y problemones de una mujer soltera trabajadora.

Aunque parezca un tópico, cuando un hombre soltero treintañero tiene piso propio, coche y un buen empleo, suele llamársele buen partido. Pero si en la frase anterior cambias lo de hombre por mujer, y pones una "a" al final de las palabras "un", "solter" y "treintañer", la frase "buen partido" se transforma en "se te va a pasar el arroz", "te van a salir telarañas" o "que pedazo de putón verbenero eres".
Curioso, la verdad.
Yo, si es necesario, y por no discutir con mis compañeros de trabajo, asumo, delante de ellos, lo pasado de mi arroz, fundamentalmente para evitar las típicas conversaciones de besugo sobre los planetas a los que pertenecemos según nuestro sexo.
Sin embargo, trabajar rodeada de tanta testorena pululando por los pasillos, no resulta, en ocasiones, demasiado fácil. Antes, de hecho, me cabreaba muchísimo y luchaba cuan Cristina Almeida con el selecto grupo de cuarentones y treintañeros arrogantes que se hacen llamar compañeros de trabajo. Ahora, desde que practico tai-chi y pilates, definitivamente paso, es decir, que me suda la peluda.
Pero claro, santa paciencia hay que tener cuando uno de los mandamases de turno entra en tu despacho y te dice con las babas colgando: "oye, cuando quieras hago de fontanero en tu casa", ya ves tú qué morbo el de los fontaneros, todavía de bombero, en fin... no desvariemos.
La última vez fue antes de una reunión: "vaya labios", o "que buena estás hija mía", fueron algunas perlas caídas de su babosa lengua. Y yo pensando, encima de baboso, le mola incesto, por lo de hija mía.
Normalmente nos juntamos unos cuantos de la oficina para el almuerzo. He llegado a la conclusión de que es imposible explicarles que cuando una chica sale a una discoteca con amigas NO necesariamente (y reitero NO NO NO) va a ligar. Las chicas en cuestión, salimos a bailar y si se tercia, a contarnos las penas, las últimas compras, o lo pequeña que la tenía nuestro último ex. Pues nada... Ellos en sus trece. Que si nos gusta que nos entren, que si nos sube la autoestima. Ya ves tú, como si el hecho de que un borracho (que no distingue tus tetas de tu culo), te dijera "ven pacá", fuera para subir la autoestima. Más bien sería para bajarla. Ellos, claro está, reniegan de ser borrachos de ese tipo, aunque no suelan acordarse de la cara de la última tía a la que le dijeron lo mismo el fin de semana anterior.
En fin, que aunque suene tópico, es difícil ser mujer (incluso aunque existan las compresas con alas), y mucho más hacer comprender a un tío que te estás volviendo asexual al comprobar que hay una tremenda escasez de buen género.

como puede ser bella

flor que tiene recuerdos.

josé hierro.


alguien me hablado de flores y de jarrones

y no recuerdo haber tenido nunca ninguno

o no recuerdo haberlas dejado allí (si fueron mías)

hace años que no regalo tallos cortados

decoraciones amputadas para el ocio de los salones decoraciones verdes de caras verdes

(la de la habitación de las hojas al tercer día)

decoraciones para las manos sueltas de los palios vertebrados

(paraguas de santos parloandantes) que pululan entre las cortinas

tirando reflejos hacia abajo

(clonar los días y vivir el mismo dos veces como ellos mismos asomados

como ellos mismos inventados)

alguien me ha hablado de mis flores en algún jarrón

y he recordado a josé hierro

(dime)

cómo se deja humanamente de ser dejar de ser un malabarista de los pies (uno en el charco

otro en la hoja

que se hace flotar sin revés)

un herrero de las horas para calzar el tiempo sin necesidad de agujas

quienes sino llevarían la memoria en los zapatos

los zapatos

todavía hay quién les llama tiranos de arrastrar los pasos

me extraño de querer contestarle de decirle

que se vive de los bolsillos de uno

en los que casi nunca hay nada aunque te llenes las manos aunque los robes (todas las mañanas)


memorias para conversar