sábado, marzo 31, 2007

Sin título

Esta mañana me he levantado algo tristón. Será que he dormido poco, o quizás (que ella no quiso pasar la noche conmigo) los chupitos de licor que tomamos anoche. El día está frío y gris, como mi ánimo. Las nubes no dejan pasar el sol y a la vez hacen de espejo, reflejando su luz por todas partes. La melancolía es hermosa.

Ahogo mis penas con amigas que, como yo, sólo buscan un poco de cariño, un instante de éxtasis para engañar a la soledad. Un sucedáneo vacío y triste de la felicidad.

He leído por ahí que escribir es una buena terapia para la depresión. Si Merteuil se está agarrando a sus malabares, a mí me está salvando este blog.

Neige (a ver si te vemos pronto por aquí) me dice que las cosas que escribimos en esta página son muy tristes. ¿Cómo no van a serlo, si la vida es a veces una puta mierda?

martes, marzo 27, 2007

Dragon Fest


dragon festival - green dragon


Hace unos días estuve en un sitio en el que había quince carpas de diferentes colores y tamaños, y con diferente música.

En el que el camino de entrada estaba jalonado de coches, tiendas de campaña y puestos de comida y bebida, en un caos organizado.

Un sitio en el que caminando te encontrabas una carpa llena de gente bailando en la que la música era fenomenal. Y seguías caminando y te encontrabas otra carpa con música aún mejor.

Y bailabas un rato y al salir te cruzabas con malabaristas con cariocas de fuego. Y bolas luminosas.

Y dos chicas paseaban a lomos de un caballo blanco.

Y en el centro, cerca de la zona habilitada para acampar, había un espacio para la meditación y el relax. Y con música en directo.

Y durante el día andábamos en camiseta porque el sol de marzo pega en Granada que da gusto. Pero cuando anochece refresca, Sierra Nevada es alta. Claro que sólo pasas frío al ir de una carpa a otra, porque bailando en medio de la gente te calientas. Y despertarte por la mañana y ver los picos nevados también se agradece.

Y en ese sitio disfrutamos de sesiones de tai-chi, cantos chacras y percusión oriental.

Y por la noche había una dj que era una señora en sus cincuenta con el pelo largo y rojo que pinchaba una mezcla de drum&bass con downtempo. Y había padres bailando con niños de cabellos dorados y ojos azules. Los mismos que nos encontramos al día siguiente en el Carnaval de los Niños.

http://dragon-festival.com

lunes, marzo 26, 2007

EL RETIRO, ISLA DE LUZ. I.



Merteuil está durmiendo hecha un ovillo, cubierta totalmente por las mantas. Su mano las arroja violentamente hacia sus pies y aparece su cara, con los ojos hinchados y bufando:

  • Joder, como odio tener sueños bonitos...¿cómo era?...ah, sí, Unax me abrazaba...estábamos en su cama...pero dentro de un avión... y nos íbamos...¿a dónde?...me besaba la nariz y yo me reía... las azafatas, que eran Cris y Azu, nos traían unas llaves y nos volvíamos locos de contentos...entonces aparecíamos desnudos en la playa, Unax me tocaba el ombligo y salía un rayo de luz de dentro que apuntaba hacia uno de sus pezones...
Se frota la cara con las palmas de las manos y suspira.
  • Y ahora quién tiene ganas de levantarse! Ni las dichosas azafatas son ya mis amigas ni Unax mi novio....y tampoco hay nadie que ocupe sus lugares...ni siquiera tengo dinero para coger un avión!....Se ríe desesperada y canturrea....ouh ouh ooo... la peor pesadilla es despertaaaar cuando no se tiene otro lugaaar más allá de los sueñooos....

Se vuelve a cubrir con las mantas y se repliega tanto sobre sí misma q parece que no hay nadie en la cama. Su cabeza pegada a sus rodillas, sus brazos agarran su cabeza. Aprieta los ojos con rabia.

  • No quiero levantarme...odio los fines de semana solitarios...odio los días de diario tan vacíos....odio mi vida....quiero volver a subir al dichoso avión!!...

Se acurruca todavía más, intentando conciliar el sueño, pero sabe que ya no podrá, la realidad de su cama vacía se ha tragado sus sueños. Se levanta y se asoma a la ventana. Una pareja besándose en la calle.

  • Ya no me acuerdo a que sabe un beso....

Se va al cuarto de baño y se queda de pie frente al espejo, recorre su cuerpo con la mirada, y se detiene en el reflejo de los ojos que la miran.

  • Mis ojos no tienen vida ya, mis manos han perdido el placer de tocar, mis senos se marchitan porque nadie los acaricia. Cierra los ojos y respira profundamente. Mi alma se pudre lentamente, mi corazón se ha olvidado de sentir, mi mente está dominada por el caos...imposible buscar algo de amor allí...Abre los ojos y se abraza suavemente. Ni siquiera me apetece tocarme, hasta los placeres de la masturbación me han abandonado!

Con pasos lentos vuelve a la habitación, la pareja se ríe y juguetea en la calle.

  • ¿Cómo sonaba mi risa?

Intentó reír para recordar.

  • Patética, ni las de los anuncios de la tele suenan tan falsas. Recordó entonces lo que le decía siempre su abuelo. Sonríe siempre, aunque tu sonrisa sea triste, porque más triste que tu sonrisa triste, es la tristeza de no saber sonreír. Sonríe de nuevo con una pequeña mueca, de medio lado, sin emitir sonido alguno. Alza los brazos y mira hacia arriba. Lo intento abuelo, lo intento.

Mientras se preparaba el desayuno hablaba en voz alta.

  • Bien, ¿qué puedo hacer hoy?, ya hemos comprobado muchas veces que quedarse encerrada en la habitación no es de gran ayuda...así que tengo que salir...bien, ¿y a dónde quiero ir?...puf, mala pregunta, mi primera respuesta es a tomar por culo y la segunda a la mierda...

Entonces empieza a llorar de amargura, de rabia, con ganas de reventar, como lloraba de niña, sacando toda la rabia y la frustración que sentía dentro.

  • Vamos Merteuil, sácalo todo, que no quede nada para que no haya un próximo ataque de llanto...

Pero sabe que es inútil, mañana el llanto acudirá a ella, puntual, y quedará lejos la idea de que le sirva de alivio porque nunca se le acaban las ganas de llorar.

  • ¿Puede alguien llegar a deshidratarse a través del llanto? ¿Cuántas lágrimas se necesitaría derramar?...Podría recogerlas en una botella...y luego arrojarla al mar! sí!, para que la resaca se la trague...pero, y si alguien al otro lado del océano la encuentra algún día...y la abre! ¿sentirá entonces ganas de llorar?...puff, que putada

Sus divagaciones han conseguido que deje de llorar, los surcos de lágrimas y mocos empiezan a secarse en su cara. Sin expresar ningún tipo de emoción se ducha, se viste y se sienta en la cama.

  • Ya lo he vuelto a hacer mal, no he prestado ni la más mínima atención a mis actos...al estoy aquí y ahora...así nunca encontraré el camino del guerrero...bueno, hablando de caminos, ¿a dónde coño voy ahora?...no sé para que pregunto.

Como tantas otras veces en las que no sabía que hacer, Merteuil se fue al Retiro. Su refugio. Se sentó al sol, cerca del sonido de los tambores.

  • Déjate envolver por la música, muévete a su ritmo...o al tuyo...siéntete libre, no sola...aquí y ahora...no pienses en mañana, ni en ayer...piensa en ahora, es lo único que importa...

Un rasta africano se acerca a ella.

- Hola, amigaa Merteuil! Que alegríaa verte! ¿Que tal estáás?

- Hola Juddy!...Le da dos besos sonriendo. Aquí estoy, disfrutando de estos ratos en el Retiro.

- Claro tía, para eso está la vida, para disfrutarla.

- Y tú, ¿que tal?...

- Yo estoy alegrre, hombreee... las cosas en el Retiro están cada vez peor, pero que le vas a hacerr...Saca una china del bolsillo. Toma, hazte uno...Merteuil la coge y comienza a rebuscar en su bolso papel y tabaco. Ayer un poli a caballo me dió con la porra...que cabrón.. y yo muy tranquiloo le preguntaba que porqué me pegabaa si yo no había hecho nadaa, y entonces volvió a pegarme y yo volví a mirarle muy tranquilo y le volví a preguntarr que porqué hacía eso...se puso muy rabioso, no sabía que hacer, quería que yo me cabrease para tener una excusa y volverme a pegar...me daba la risaa por dentro... tenías que haber visto su cara.... se acabó marchando... y qué le vas a hacer!! más pierde él, no creo que se fuera orgulloso de lo que había hecho...pero yo sí...

La gente, habituales o pasajeros, bailaba,charlaba, reía, jugaba con el balón, con los hakis... al son de la música. Merteuil se olvidó de sí misma y se dejó llevar. Y se sintió viva hasta bien entrada la noche.









domingo, marzo 25, 2007

El sótano. Fragmento

El angosto pasillo terminaba en una puerta de chapa. El suelo, gris y negro. A la izquierda, en el hueco de las escaleras unos muebles destrozados se dejaban pudrir por el paso del tiempo, los insectos y gusanos. Astillas húmedas que un día fueron un conjunto firme y sólido descansaban para siempre abandonadas en el patético rincón. Telas de araña cubrían buena parte de los restos, en ellas pegados gordos moscones secos cuyas entrañas fueron engullidas por peludas arañas negras que acechaban en la oscuridad. Olía a orín rancio de rata.

La puerta de chapa estaba cerrada . Su mano temblorosa sacó del bolsillo una llave roñosa y áspera, la introdujo en la cerradura y giró. Con un chirrido estridente la puerta se abrió hacia adentro. Pequeños fragmentos de pintura saltada y óxido cayeron al suelo. Otro pasillo aún más húmedo y sucio. Ahora el techo había bajado hasta casi rozar la cabeza al caminar. Una gotera se abría a la derecha con su incansable sangrar, hasta formar un charco embarrado en el suelo. La luz, una pequeña bombilla de pocos vatios y muchos años que colgaba triste de un cable casi machacado por los dientes de atrevidos roedores. El olor a humedad, intenso, penetraba a través de los muros como un invisible velo, y el frío del subsuelo se empezaba a sentir.

domingo, marzo 18, 2007

Días perdidos

El día gris
de sol viudo
se aurruca en unas manos
de viejo papel
y dormita en la pereza
de lo mediocre,
sin remordimientos ni llantos.

El día gris
conoce lo efímero de su ser
y deja que pase el tiempo lento
sin levantar la cabeza
y sin abrir unos ojos
que ya nacieron cerrados.

El día gris
no rompe el silencio
pues pasa de puntillas.

El día gris
es el hijo bastardo
del calendario,
es el odiado y el perdido.

viernes, marzo 16, 2007

Llanto

Llora el mar las olas
que caen sobre la arena
Lloran las cumbres ríos
de hielo y piedras

Llora la mañana
sobre la hierba
gotas de rocío
que el sol se lleva

Lloran, a lo lejos,
fugaces estrellas,
y mil y un deseos
de amor van con ellas

Rompen a llorar los niños
lloró Jesús en Judea
llora el mundo entero, y yo,
lloraré cuando te vea.

(1992)

miércoles, marzo 14, 2007

Me pierden las francesas

Sé que suena a tópico, pero es así. No sólo porque mi gran amor haya sido una chica de París; es su acento, su tono de voz, esa melodía de niña bien que parece que no ha roto un plato en su vida, y el contraste posterior en la alcoba, cuando despliegan toda su experiencia en las artes amatorias; experiencia acumulada no en sus veinte, treinta o cuarenta años de vida, sino en generaciones y generaciones de hijas, madres y abuelas, en una forma de comprender el sexo y las relaciones de pareja imbuida en su cultura, en una sociedad en la que el respeto a la forma de ser de una mujer está a años luz de la que existe en sus países vecinos, en un país en el que es normal recetar la píldora en la adolescencia 'por problemas de acné'. Me pierde su feminidad, su forma de moverse, sus gestos, su forma de vestir, pero sobre todo me pierde su voz. El sábado volvía de atocha hacia mi casa y escuché hablar a una chica en francés; automáticamente mi piel se electrizó, mis manos comenzaron a sudar y mi corazón se aceleró; y una gran sonrisa cruzó mi cara, al tiempo que giraba la cabeza buscando el origen de aquella voz. Fueron sólo unos segundos, los suficientes para vislumbrar un cabello corto, una piel blanca y unos ojos cautivadores que me tranportaron al tiempo en que disfrutaba con la dulzura que me regalaba Anne, los versos declamados con la frescura siempre virgen de Céline, el descaro con el que Blondine hablaba de sexo o los suspiros que no contenía Melanie al tener un orgasmo. A todas ellas, y a mis francesitas futuras, gracias por hacerme un hombre más feliz.

martes, marzo 13, 2007

hace poco, el viejo anónimo garcía me contó una historia, singular y traviesa. como las que le gusta saborear, con su vaso de callos del día, como él llama al güisqui de la tarde.
le conté mis cosas, enredadas con un viejo socio de viajar para acá y para allá, y de que no me atrevía a dar cualquier paso, que nos llevará a las manos, o la pérdida de una relación de años.
anónimo, con su mano grandota y esos ojos marrones abiertos, iguales a esas lagunas cerradas, que dejan pasar la noche no más que lo justo, cogió su puro y el mechero que le regaló su padre en la habana.. y me habló.
un hombre bebía con su amigo a altas horas de la noche. entre suspiro y suspiro de alcohol, el amigo le dijo al hombre que sentía la necesidad de decirle que le notaba, ya hacía tiempo distante y pensativo.
el hombre miró a su amigo, y aunque pudo pararse en la sonrisa que desplegaba su boca, le pedió que no preguntara.
el amigo insistió.
y el hombre, enterrando su mano en unos de sus bolsillos, saco el puño cerrado, y le dijo a su amigo.
-sí me dices que hay fuera del puño, te diré que me ocurre.

el amigo se echo a reír, y le contesto que le veía como siempre, mordaz y borracho.
entonces el hombre, se levanto, abrió el puño y dijo:

-creí que me ocurría una sola cosa, ahora veo que eran dos, y que no me ocurría sólo mí, sino a los dos. la primera, que no me conoces. la segunda, que me acuesto con tu mujer..


Ayunar en tiempos de cólera

Me ha dicho mi profe de yoga que es sano ayunar una vez a la semana. Al parecer, limpia el cuerpo de toxinas acumuladas. Además el otro día, leyendo una novela sobre meditación, el guía espiritual del protagonista le ordenaba ayunar durante una semana seguida.

Si te paras a pensar las posibles explicaciones físicas, supongo que tiene su razón de ser. Los riñones están continuamente limpiando la sangre de nuestro organismo, sangre que también continuamente intoxicamos con aditivos y productos de nuestra dieta alimenticia. En gran parte somos lo que comemos, y hoy en día es difícil encontrar productos que sean totalmente sanos e inocuos para nuestro organismo (de los productos comerciales ni hablamos, pero es que incluso los productos ecológicos con las más altas exigencias de calidad se ven afectados por diversos factores: reminiscencias de cosechas anteriores tratadas con productos químicos, plantaciones vecinas o simplemente aguas residuales que se mezclan con el agua de riego). Por otra parte, por muy sano que sea un alimento gran parte de él simplemente 'sobra', bien sea porque no nos es necesario o porque ya tenemos acumuladas suficientes reservas de dicho elemento. Teniendo en cuenta que continuamente estamos terminando de hacer la digestión, comiendo, o comenzando la digestión de nuevo, es normal que nuestros riñones no den abasto y haya muchos residuos innecesarios o no deseados que, o bien se acumulan en distintas zonas de nuestro cuerpo, o bien viajan indefinidamente a través de nuestros conductos internos, por venas y arterias llegando al corazón, cabeza, hígado, pulmones...

De esta manera, en el momento en el que dejamos de comer durante un tiempo y no hay alimentos nuevos que procesar, los riñones pueden dedicarse a realizar 'labores de mantenimiento' y limpiar la materia acumulada. Y la verdad es que físicamente se nota; tras un día sin comer la boca está zarapastrosa, la lengua blanca y notas un sudor más denso (y también más oloroso), todo ello supongo que por las toxinas que tu cuerpo anda eliminando. Es importante por ello beber muchos líquidos (la deshidratación no está contemplada en el programa). Tampoco se hace duro, a base de tés, zumos y sirope de arce se lleva bastante bien, entre otras cosas porque no es lo mismo tener hambre y no comer porque no puedes que tener hambre y no comer porque no quieres. También es una forma de autocontrol, ejercitas el control de tus deseos primarios, aunque ya os digo que un día de ayuno no resulta tan duro. Estoy pensando en ayunar durante más tiempo, digamos tres días, he leído que el tercero sí que resulta difícil. Vosotros, ¿qué pensáis?

domingo, marzo 11, 2007

Misterios de la red

Estaba ese día matando el tiempo en una navegación a la deriva. Buscaba sin saber el qué y leía al azar fragmentos de los más variados temas. Otras veces, detenía mi mirada en fotografías, o me dejaba seducir por algún diseño flash en el que alguien anónimo buscaba su lucimiento.

Fue entonces cuando vi aquel poema. Estaba en un foro de poesía, donde escritores desconocidos dejaban trozos más o menos acertados de sus obras. Aquellos versos me llamaron enseguida la atención. Eran de una belleza sublime, de una crudeza impresionante, de una profundidad abismal. Hablaba del amor y el dolor, tema redundante en todos los poetas, pero lo hacía desde una perspectiva nueva para mi. Enseguida lo hice mío, pues parecía retratar mis propios sentimientos.

Quise saber quién lo había escrito, pero en la cabecera solo un nombre lo identificaba: Luna.

Me quedé profundamente apenado. No podía localizar el alma que había derramado tan precioso poema, escondido entre la maraña de la red.

Esa noche me fui a la cama soñando con Luna. Imaginaba una mujer, con el rostro difuso, entre nieblas, cuyos indefinidos rasgos me atraían. Pero veía sus manos con toda nitidez. Unas manos jóvenes, de largos y finos dedos. Tomaba entre ellos una pluma y sobre un papel blanco comenzaba a escribir.

jueves, marzo 08, 2007

Ojos poderosos

Cuerpo de mujer,
alma de poeta,
ojos poderosos.

No existen las estrellas
sin ti,
no existe el firmamento
si tú no lo contemplas,
no pasa el tiempo
si no estoy a tu lado.

¡Te necesito tanto!

El duende del ayer
vuela,
y me ofrece
recuerdos dolorosos,
que muestran una vida imposible
en la que no estás tú.

Y lloro, y me sumerjo en la pena
soñando algo que no será,
y viviendo algo
que no puede ser.

Únicamente el sueño eterno
podrá salvar mi alma de la agonía.

(Noviembre del 2000)

martes, marzo 06, 2007

Volver a Pachelbel

Para sentir la música solo hace falta escuchar con el corazón. Os dejo esta belleza de youtube.


domingo, marzo 04, 2007

Pasa el pasado

Pasa el pasado
por el antiguo paso
donde retumbaron mis pasos;
y no puedo pasar
por el arco del olvido,
sin ver que la vida pasa
en lánguidos suspiros,
con el peso del paso
de los años perdidos.

Escrito un día de finales de septiembre de 2004