Cielos artificiales
-¡Pero si no lleva nada! -exclamó de pronto un niño.
HANS CHRISTIAN ANDERSEN
HANS CHRISTIAN ANDERSEN
Las lágrimas mueren invisibles
cuando las ahoga el reflejo del oro
y el terrible estómago insaciable
absorbe las entrañas de la inocencia.
El arte tiene la música
del caer de las monedas
y el verdadero aroma
de las flores
yace enterrado
en pozos sin fondos.
Una luna de neón brilla
en cielos artificiales
y los caminos de la gloria
terminan en horribles precipicios.
Y ahí se encuentran
el principio y el fin.
3 comentarios:
Pero...¡Que barbaridad!...¡Que poema mas extraordinario!...Me gusta...¡Bravo!.
Un fuerte abrazo desde el abismo de los espacios...
Pero...¡Que barbaridad!...¡Que poema mas extraordinario!...Me gusta...¡Bravo!.
Un fuerte abrazo desde el abismo de los espacios...
Víctor publica a menudo en su web, Papirowebxia, poemas como éste y relatos cortos. En la sección de enlaces, a la derecha, aparece actualizada.
Salu2 varios.
Publicar un comentario