jueves, marzo 22, 2012

Cuestión de Género

La idea tomó forma en mi cabeza a partir de la visita a Alendar, una comunidad que intenta ser autosuficiente situada en las montañas cerca de Santander. Resulta que una de las chicas que viven allí suele acabar los plurales en e en lugar de en a u o, como regla la RAE. Yo, muy ufano y queriendo impresionar a mi compañera de viaje con mis conocimientos, le expliqué que en Asturies solían terminar los plurales en e, como herencia del lenguaje tradicional. Pero la chica que así hablaba respondió que en su caso no era por eso, sino que más bien era una cuestión política. Para Anus, quien está licenciada en filología hispánica, por cierto, la utilización sistemática del masculino en los plurales genéricos (referidos a un grupo de hombres y mujeres) o incluso del femenino (como acepta desde hace tiempo la RAE) es discriminatorio en su base, por lo que ha llegado al compromiso de utilizar una nueva terminación (en e) para expresar esta circunstancia, y dejarse de problemas.

Personalmente no entro ahora a debatir si la utilización de una terminación u otra es más o menos discriminatoria, pero sí aplaudo la coherencia de una persona con su pensamiento y sus experiencias. En el caso de las mujeres la discriminación de género a la que se ven sometidas es mucho más obvia que en los hombres, es un día a día continuo y constante, así que no me extraña que Anus, una persona coherente donde las haya, aporte su grano de arena y sea consecuente con sus ideas, aplicándolas además en un campo en el que es una experta.

Lo que sí se desarrolló en mí a partir de esa conversación fue una idea práctica, también relacionada con el lenguaje, para ayudarme a explorar más mi lado femenino, machacado por la omnipresencia de mi parte masculina, y a reconocerme y aceptarme más como mujer. Cuanto más consciente me hago más me doy cuenta de lo machista y homófobo que hay en mí, así que todas las herramientas que me faciliten la tarea de, primero, aceptarme, y después, eliminar dichos patrones de condicionamiento son siempre bienvenidas. Por eso os pido que, si lo recordáis y os apetece, cuando utilicéis el lenguaje para referiros a mí lo hagáis en forma de ella, en vez de él. Por ejemplo, 'Hablé con Didgewind el otro día y dice que está un poco cansada de tanto viaje'.

¿Qué espero conseguir con esto? Pues mi razonamiento es que si externamente se me trata con un género femenino, de forma inconsciente me resultará más fácil aceptar internamente esa parte femenina. De esa manera no se tratará únicamente de un trabajo personal sino que tendré un apoyo externo por parte vuestra.

Y si no sirve para nada, tampoco se pierde nada por probar.

2 comentarios:

Ricardo dijo...

Muy bien didgewind, ya nos contarás si te sientes cómoda con el nuevo género.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Bienvenido al mundo femenino...
Besos
E