lunes, abril 30, 2012

Formas de corrupción

El ser humano es corrupto por naturaleza. En toda sociedad, por muy democrática y avanzada que sea, siempre existen ciertos individuos que se aprovechan de las circunstancias y de su posición para el beneficio propio y de los suyos. Y de esto tenemos un montón de ejemplos a lo largo de la historia. La tolerancia a esa corrupción es directamente proporicional al nivel de vida de la ciudadanía. En época de vacas gordas las cosas, aún siendo graves, lo parecen menos y se ven de otra manera.
Hoy es diferente. En la situación económica y social actual, los casos que surgen sientan como una bofetada. La gente, que está harta de apretarse el cinturón y de vivir con estrecheces, clama todo el peso de la justicia para quienes se envuelven en estas tretas.
Pero hay una corrupción distinta a la que voy a llamar corrupción moral. Me refiero a esas conductas, que si bien no son ilícitas, son completamente indecentes. Hace unos días, nuestro máximo representante, el primero de los españoles, ha dado un espectáculo lamentable que ha sido reprobado en medio mundo. Es muy fácil hablar y pedirle sacrificio a los ciudadanos mientras uno se prepara para participar en cacerías solo aptas para millonarios.
Luego dirán que se cuestiona el papel de la monarquía, pero con la que está cayendo, la actitud de varios integrantes de la familia real en los últimos meses, patriarca incluido, es vergonzosa.
Me siento engañado por unas personas, que no nos equivoquemos, están para servirnos y no al contrario. Las imágenes del monarca que han circulado por internet parecen sacadas un tiempo en el que los reyes daban rienda suelta a sus caprichos a costa de los oprimidos súbditos.
Todo el mundo se equivoca, pero estas cosas no deben suceder nunca.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo no soy corrupta y poca gente de la que tengo a mi alrededor lo es: no creo que seamos malos por naturaleza, al contrario, de hecho, si heredamos por genética actos delictivos de nuestros padres..., será nuestro entorno el que decida que sigamos por dicho camino.
Lo que sí ocurre es que nos dejamos hacer: poca gente denuncia (si recopiláramos firmasa contra todo esto, te aseguro que las cosas cambiarían) las cosas más cotidianas: desde algún producto en malas condiciones del supermercado, a una mala atención en una compra, etc.
Para mí España está tan corrupta como Méjico.
Lo que más me molesta es la frustración que me produce esto y que los organismos que tienen que actuar, como es el Defensor del Pueblo, el Fiscal General, la Fiscalía Anticorrupción, los interventores y auditores de la Administración y Cajas... Porque, según dicen, la banca es privada, pero nos obligan a ayudarla. Yo no olvido que ya le inyectamos, con idea de ayudar a pymes a crear empleo y a los autónomos y que este dinero no ha llegado.
Una observación: a quien he visto protestar y quejarse y denunciar, lo han tachado (a todos los niveles: laboral, en la calle por protestarle a un autobús de llegar tarde) de conflictivo.
Me pesa más esta corrupción ya no política, pienso que esta crisis viene porque está generalizada en todos los sectores y niveles de vida y han disfrutado de nuestros impuestos. Que me salgan los sindicatos, que viven de nuestro dinero, al igual que les pagamos a los partidos (cuando deben sufragarse ellos) exigiendo, justamente a los únicos de los que se puede decir que han hecho algo durante años.
Todo es cuestión del cristal con que se mira (existe una dinámica de grupo llamada "Las Gafas"), yo veo que los únicos que han hecho algo son a los que quieren quitar para ponerme yo; que estamos más manejados de lo que creemos, incluso ahora, en esas protestas sociales, también dirigidas a gusto por políticas. No me gusta que insulten a mi inteligencia, por eso no me dejo comer el coco.
Justo los que más exigen y protestan son los que menos han aportado y, si se miran los hechos, más se han llevado, aparte de los ladrones de los políticos, que por omisión o dejadez, lo han permitido.
No sé si es un mal de este país, pero sí hay cobardía, aparte de la envidia que, claramente y más que nunca, le caracteriza.
Insisto en que jamás he oído a los sindicatos manifestarse con los operadores de aeropuertos y ya nos iba en juego nuestros derechos como trabajadores, así como, tras 50 años de existencia, hayamos llegado donde hemos llegado y sea ahora cuando protesten (¿Porque está en juego la subvención pública a éstos?)
Sólo Islandia ha encarcelado a políticos y bancarios. Aquí han dado no sólo salida a uno de los mayores ladrones bancarios, por supuesto, de la cárcel, que ya ni me importa, porque también la sufragan mis impuestos, es que nadie devuelve el dinero que nos han robado de los bolsillos, sino que han declarado amnistía.
Sólo se me ocurre firmar ante todas estas injusticias, así como que no se den subvenciones a tonterías y sí a quien lo necesita, empezando por los que somos españoles de toda la vida.
Sólo tengo que mirar cómo está el Tercer Mundo (aquí tenemos pobreza encubierta) y cómo se han forrado los integrantes de ONGs y han recibido titulaciones a mansalva.
Yo creo, Víctor, que está en la persona actuar o no y te aseguro que yo, como mi familia y muchos, muchos allegados, tenemos límites que no traspasaremos jamás.