martes, abril 24, 2012

Fuera de Mí

Hoy ha sido un día tranquilo, me lo he pasado en casa. He practicado un poco el no hacer nada. En realidad sí que he hecho algo (he estado leyendo, he dormido, cocinado, he tendido la lavadora y recogido la ropa que ya estaba seca...), así que no se puede decir que haya practicado realmente el arte de no hacer nada. Y, sin embargo, me siento como si realmente no hubiera aprovechado el tiempo.

Debe ser que, aunque ya llevo tres años de viaje y parcialmente alejado del mundo moderno (parcialmente porque de vez en cuando vuelvo a España y doy algún curso) sigo sin quitarme de encima la sensación de que, si no hago algo provechoso, estoy perdiendo el tiempo. Muy interesante, porque en estos momentos realmente no NECESITO hacer nada para subsistir. Tengo dinero ahorrado, vivo en casa de la nena sin pagar alquiler, y de vez en cuando toco en los mercados del fin de semana para compensar en parte los gastos del día a día. Y, sin embargo, no sé, parece que si me paso el día leyendo, no me siento del todo bien.

Hablando de leer, estoy leyendo un libro del que seguramente habréis oído hablar, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, de Haruki Murakami (por cierto, gracias Libo por regalarme el Kindle; cuando lo recibí no lo valoré en su justa medida, y ahora me parece un aparato súper útil). A los escritores japoneses se les va la olla mogollón. El pasado verano me leí otro de otro autor, Paprika, de Yasutaka Tsutsui, un libro de ficción sobre una doctora que utilizando una tecnología muy avanzada trataba a sus pacientes introduciéndose en sus sueños e interaccionando con ellos, y a mitad del libro (quizás algo más adelante) ya comenzaban a suceder cosas absurdas. Pero éste que me estoy leyendo parecía serio (bueno, en rigor no se puede decir que no lo sea), todo bastante normal al principio, con alguna extravagancia que otra (atribuible supongo a la tradición y cultura japonesas, como la importancia que le dan a los adivinos y a las predicciones de futuro) y ya está empezando a mezclar los sueños con la realidad.

Pero me está gustando bastante, ahora mismo me tiene enganchado. Además, estoy en la parte en la que el protagonista se pasa dos días en el fondo de un pozo, mezclando realidad con imaginación, y reflexionando sobre los acontecimientos tan extraños que le están sucediendo en esos días. Y supongo que me he sentido un poco como él, un poco a verlas venir, un poco fuera de mí, viviendo la realidad como una película, o, como dice la princesa, como un juego en el que de vez en cuando echas una moneda y esperas a ver qué es lo que la vida te ofrece.

Estoy ahora mismo en el 19 de Tory St. esperando a ver si viene alguien al que ofrecerle el taller semanal de Danzas Europeas Tradicionales. La semana pasada estuvimos sólo la nena y yo. Hoy ella tiene trabajo y ya me ha dicho que no va a venir, así que probablemente esté sólo yo. En mi película. En mi videojuego.

4 comentarios:

Ricardo dijo...

Hola Didge,
me encanta Murakami, yo estoy ahora leyéndome el 3er. libro de 1Q84. Lo descubrí porque Carlos me regaló Kafka en la orilla. El libro del que hablas también lo he leído y también me gustó.
El kindle a mí también me parece muy útil. Por si no la conoces, te dejo este enlace http://librosparakindle.blogspot.com.es/
Un abrazo.

Lupa dijo...

Hola Wapa!
Bueno no has parado de respirar en todo el día, aunque no hayas sido consciente...por ejemplo je
Si ya tienes lo q necesitas, qué quieres hacer? Qué es hacer? Qué es perder el tiempo? A lo mejor lo que necesitas no tiene nada que ver con lo que hagas en el mundo de la materia...buscamos fuera lo que no encontramos dentro...

All you need is Love, laralaralá!

Te envío AMOR en forma de abrazomolecular jajajaja

Desi dijo...

Pareciera que sientes culpa! No soy tu y no puedo sentir como tu, pero muchas veces cuando dejamos el mundo (sociedad) como tu dices, nos quedan muchos lastres de aquellos impulsos en los que hemos estado viviendo tanto tiempo. Mas no nos damos cuenta que, aun alejados del mundo, nos sigue quedando un mundo, nuestra pequeña sociedad y en ese nuestro mundo se construye con los que se es. Para poder construir en ese mundo hay que conseguir el mejor de los medios en el que tu Ser pueda expresarse. Ese día no sentirás mas culpa ni sensación de no hacer nada.

Imagina que nadie te juzga, porque no existe ese alguien, pero estas tú y tu Ser, construye entonces para ellos.

Bueno sobre todo un beso y menos paranoias.

Anónimo dijo...

Es difícil salirse de esa rueda donde nos han metido, cada vez aprietan más la tuerca y las salidas se reducen... Es muy difícil deshacerse de lo aprehendido en la sociedad, volvernos individuos pensantes, incluso nuestros genes juegan en el equipo contrario...