martes, marzo 08, 2011

Un Agujero en mis Pantalones

Tengo un agujero en mis pantalones de tela. Soy un olvidadizo, así que comenzó siendo un agujero diminuto, y como no lo cogí a tiempo se convirtió en un agujero de dimensiones bastante considerables. Lo cosí, pero se descosió. Lo cosí de nuevo, pero volvió a descoserse. Y claro, la solución fue ponerle un parche.

Me gusta coser. Y me gusta poner parches. Aparte de ser un ejercicio de meditación muy productivo, me recuerda que la vida que llevo ahora es un lujo, donde lo más importante que tengo que hacer en este momento es coser y poner un parche. Y sin prisas, puedo tardar más, tardar menos, empezar ahora o terminar la semana que viene. No hay ningún problema. Y también puedo equivocarme y comenzar de nuevo. No tengo ningún deadline al que atenerme.

Y al poner este parche me he equivocado. Porque lo he puesto por dentro del pantalón, en vez de por fuera. Es mi primer parche en un pantalón, así que tengo derecho a equivocarme. Y una consecuencia de esto es que el agujero se sigue viendo. Y como el pantalón es verde y el parche lo he cogido de un calcetín multicolor de los que tengo (uno azul con dibujos de maripoosas y corazoncitos) la impresión que da es que el agujero sigue estando, y lo que se ve a través de él son mis calzoncillos.

La gente ve mi agujero con el parche y me dice: 'Tienes un agujero en los pantalones'. Algunos sonríen al decirlo, otros parecen algo incómodos. Pero en cuanto les digo que no, que lo que parecen calzoncillos es en realidad un parche, se quedan más tranquilos.

Y esto es lo que me resulta interesante: existe un único trozo de tela entre el exterior y mi cuerpo, ya que no llevo ropa interior. Si llevara y no hubiera puesto un parche al agujero, y esa ropa interior fuera azul con dibujos de mariposas y corazoncitos, la gente estaría incómoda, o avergonzada. Pero siendo la misma tela, sólo que no en forma de ropa interior, sino de parche, la percepción cambia. ¿Y por qué, me pregunto? Al fin y al cabo en ambos casos es un trozo de tela que evita que se me vea el trasero. El hecho es el mismo (un trozo de tela de colores tras un agujero en el pantalón), pero la percepción es distinta: ropa interior vs parche en el pantalón. Incluso podría no tapar el agujero, llevar calzoncillos, y decirle a la gente que no son calzoncillos, que es un parche en el pantalón cosido por dentro. Y se quedarían tan tranquilos.

Como sabéis, me fascinan los condicionamientos mentales, los patrones adquiridos de comportamiento, y cómo ante el mismo hecho reaccionamos de forma diferente según la interpretación que le demos. Lo que me convence más y más de que la realidad no es algo estático que percibimos, sino una creación de nuestra interpretación, interpretación que hace a su vez que reaccionemos y actuemos generando de nuevo nuestra realidad de la forma que más se adapte a nuestras necesidades. El mundo no es como es; el mundo es como más nos conviene a nosotros.

Al final, como decía, me equivoqué, por lo que descosí el parche y volví a coserlo, esta vez por fuera. Al ser un agujero de desgaste, un parche interior no iba a solucionar el problema.

2 comentarios:

Ricardo dijo...

Sí que es curioso lo que cuentas.
Se me ocurre una explicación. Un calzoncillo es una prenda íntima/interior, es decir, hecha para que no la vea la gente, por lo menos no toda la gente, sólo los/las elegidos/as, mientras que un parche sí que está aceptado que lo vea todo el mundo.
Es "normal" que la gente se siente incómoda cuando ve algo que se supone que no tiene que ver.
La historia está, y creo que es lo que tú planteas, que al final somos nosotros mismos (y nuestro entorno) los que nos estamos creando esas reglas que condicionan nuestra realidad.

SolAR dijo...

Que risa me das.