viernes, marzo 06, 2009

Prunning, weeding & trimming

Hoy ha tocado sol. Así que he salido al césped de mi nueva casa en Waitati, a escribir un poco. Son las 9:30h de la mañana del sábado, las 21:30h del viernes en España. Ulises y sus libros tocan hoy en la sala Taboo, en Lavapiés. Estaban ahora mismo haciendo las pruebas de sonido. Yo hoy lo dedico a ver los alrededores, unos amigos de Louise me recogen a las 12 y me llevan por ahí de paseo.

Waitati está situada en la costa sudeste de la isla sur, a 30km. al norte de Dunedin. Dunedin fue fundada por escoceses, la primera ciudad en Nueva Zelanda con universidad. Hoy en día ya no es la universidad con más estudiantes, esa distinción le corresponde ahora a Auckland, pero sigue siendo una referencia por aquí, sobre todo en cuanto al flujo de estudiantes extranjeros que vienen de intercambio, aunque parece que este año han venido muchos menos. Será por la crisis.

¿Y qué coño hago yo aquí?

Pues, de momento, podar, quitar malas hierbas y cortar. A través del Helpx (una página similar al Wwoof) contacté con Louise, una bibliotecaria muy maja que vive con cuatro gatos y un jardín que no le da tiempo a cuidar, por lo que a cambio de comida y cama, trabajo cuatro horas al día intentando arreglarlo.

¿Y qué experiencia tengo yo con jardines?

Ninguna.

Pero de eso se trata, de aprender. El primer día me pidió que podara una parte del seto con rosas y unas plantas con muchas hojas. Louise sabía queyo no tenía ninguna experiencia con jardines, sabía lo que se jugaba, y se fue a trabajar. Y yo me puse a podar :).

Comencé con calma, con mucho miedo de cortar lo que no debía. Poco a poco me di cuenta de que algunas plantas tenían el tallo demasiado largo y se enredaban las unas con las otras. Me dio la impresión de que estaba todo muy desordenado.

Hace tiempo que me apetece llevar orden a mi interior. Y hace tiempo también que me di cuenta de que me resulta mucho más fácil llevar orden a mi interior si existe orden en mi exterior. Por eso todas las mañanas, al rato de levantarme, hago la cama. De esa manera, cada vez que entro en mi habitación me resulta mucho más fácil relajarme (otra cosa son todos los trastos que tengo tirados por el suelo, pero al menos la cama está hecha).

Así que apliqué la misma teoría: lo que esté enredado, lo desenredo, y si está muy enredado (es decir, casi todo) lo corto y lo tiro.

A las dos horas había desechado la mitad del seto, pero me gustaba como había quedado.

A Louise también. Llegó de trabajar y me dijo que tenía muy buena pinta.

Mi conclusión es que estoy adquiriendo nuevos conocimientos a base de aplicar la experiencia que tengo en otras áreas.

Y que Louise hace un bizcocho de zanahoria delicioso.

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