Julio 2002
Mi amada se fue
dejándome la luna como recuerdo.
Mi amada se fue
y sólo conservo la miel de sus besos.
¿De qué sirve amanecer
si ella no está aquí?
¿Para qué abrir los ojos
si no la veo a mi lado?
¿Por qué despertar
para seguir sufriendo?
Mejor, entonces, seguiré dormido
y así, al menos, la tendré en mis sueños.
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