El determinismo de Laplace
Bueno, a ver si soy capaz de explicarme. Básicamente, todo está escrito. ¿Y por qué? Pues, tenemos que partir de la base (y al partir de una base ya estamos condicionando los argumentos, porque tú y yo podemos estar de acuerdo, o no, sobre la base, y las bases pueden cambiar, y yo mañana puedo cambiar mi opinión y afirmar que la base no es correcta, pero como de algo hay que partir, y esto es un desarrollo teórico, y además soy yo el que escribo, pues partimos de una base; opiniones o discrepancias, en los comentarios), tenemos que partir de la bse de que todo son reacciones físicas y/o químicas: si empujamos una pelota, ésta se desplazará interactuando con otros elementos, que a su vez interactuarán con otros, etc; si me pica la cabeza me rasco, o, lo que es lo mismo, yo me rasco (efecto) porque me pica la cabeza (causa); y si estoy escribiendo este artículo, es, 1 – porque estoy en el hospital haciendo tiempo hasta que me llamen, 2 – porque hay un blog que alimentar, 3 – porque últimamente mucho de lo que leo tiene que ver con lo que estáis leyendo vosotros ahora... Por consiguiente yo no decido, el libre albedrío no existe y si pudiéramos tracear hacia atrás las causas de cada consecuencia (cada causa a su vez va a ser consecuencia de otra causa, etc.) llegaríamos al principio de nuestro universo, cuya base (de nuevo las bases) consiste en un único punto de densidad infinita que contiene toda la materia y que debido a una alteración en su singularidad comienza a expandirse (se cree en la teoría del punto único porque se sabe que todas las galaxias se están alejando las unas de las otras de manera uniforme a lo largo del tiempo, y por tanto, lo lógico es pensar que, yendo hacia atrás en el tiempo, esas mismas galaxias cada vez estarían más cerca las unas de las otras hasta llegar al momento en el que toda la materia estaría concentrada en un único punto de densidad infinita). En el momento en que la materia comienza a expandirse aparecen el espacio y el tiempo, las partículas comienzan a interaccionar entre sí originando causas que generan consecuencias, las cuales a su vez son causas de otras consecuencias, etc., y así hasta las causas que me han llevado a mí a escribir este artículo y a ti a leerlo. Todo esto lo sabemos ahora, pero, aún sin saberlo, Laplace dijo cierta vez que si fuera posible conocer en un momento determinado las velocidades y posiciones de todas las partículas del universo podríamos determinar el futuro (simplemente observando la evolución de cada partícula y su interacción con el entorno) y visualizar completamente el pasado (como en una cámara de cine, yendo hacia atrás). Otra cosa es que se pueda, primero por la magnitud de los datos que tendríamos que acumular, y segundo por Heisenberg y su principio de indeterminación, según el cuál nunca se podrán conocer la posición y la velocidad de una partícula al mismo tiempo, ya que para observarla necesitaríamos, por ejemplo, y esto es un símil, emitir fotones de luz que al chocar con esa partícula variarían estos valores, así que cuanto más exáctamente queramos conocer la posición de una partícula menos sabremos sobre su velocidad, y a la inversa. Pero esto ya son disquisiciones para otros artículos, y éste ya se ha terminado.
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