Su presencia
Ha llovido mucho desde aquella primavera pero hoy me he despertado sintiendo de nuevo su presencia. Me miraba desde arriba, mientras mi cuerpo se desvanecía en los brazos de Morfeo. Sentí su aliento fresco cuando sus labios se aproximaron a los míos y mis ojos se confundieron en el mar embravecido de su mirada. Al día de hoy, ni siquiera sé si vive o ha muerto, pero su alma vuela libre muchas noches por mis sueños. (noviembre 2005)
1 comentario:
Tras llegar aquí a través del blog de una amiga, Molécula, tengo que decir que me ha encantado la entrada. Es precioso recordar con tanto cariño algo que ha veces ha quedado oculto en algún rincón de nuestra mente y creíamos que habíamos olvidado.
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