miércoles, mayo 02, 2007

Vivir en Onubacanilandia

El otro día fui al cine a ver la película "Hannibal Rising". Me gustó mucho, ¿para qué negarlo? Cierto es que yo ya sentía una morbosa simpatía por tan elegante personaje, pero después de ver la peli me invadió un sentimiento a medio camino entre la compasión y la admiración.

No tendría todo esto mucha importancia, de no ser porque mi admiración por Aníbal ha crecido en los últimos tiempos de un modo proporcional a la plaga que asola el pueblecito donde vivo y la ciudad donde trabajo.

La plaga no es que el rio Tinto se haya vuelto más rojo, o que los mosquitos se hayan vuelto más grandes. No, ójala.

La plaga de la que hablo es una plaga de seres a medio camino entre la ameba y el mono: los canis. Bueno decir que están a medio camino entre las amebas y los monos es insultar a demasiadas especies a la vez. Dejemos pues de llamarles seres, y démosle un nombre más apropiado: engendros.

Pues bien, estos engendros que se comunican entre sí con frases tales como: "me vá a shupá la punta la polla" o "me va a comé el pitorro del coño", se diferencian de los demás seres vivos en su indumentaria, su lenguaje, su cobardía y sobre todo, su mala leche.
Eso sí, un cani te putea si va en grupo, porque a solas, no hay huevos.

Son niñatos que no respetan nada y odian a todo el mundo: los pijos por pijos, los heavis por heavis, los perros por perros, etc. En fin, destilan odio por cada poro de su piel. Muchos además presumen de ser auténticos racistas.

Y en Onuba, ciudad antes tranquila y agradable, la plaga ha inundado cada rincón. No sé que habremos hecho de malo para tener que soportar tan deleznable plaga. Los niñatos se pasean en sus coches tuneados con su chandal tuneado con el movil tuneado y la neurona tuneada haciendo ruido. Con la música a todo volumen, los bajos retumbando por todos lados, a ritmo de los patéticos Camela o Haze.

Da igual que seas joven o viejo, ellos te faltarán al respeto. Si vas con tu coche y ellos están ocupando la carretera tendrás que pararte, y ni se te ocurra pitar o gesticular porque te pondrán de puta o de cabrón para arriba.

Es por ello, que cada vez que salgo de mi casa y los veo sentados en la plazoleta, fumando porros y vociferando con su ropa hortera y sus modales de engendro (aunque la mayoría son o niños de papá o niños de traficantes de algo, porque si no no se explica como pueden tener semejantes cochazos), pues eso, que cada vez que los veo me viene a la cabeza la imagen de Aníbal con la boca llena de sangre y relamiéndose, mientras recorta unas setas en el bosque para cocinar las mejillas del capullo de turno. ¡Quién fuera Aníbal!

3 comentarios:

peligrossa´maríha dijo...

Lo siento por la invasión de canis en tu pueblo...de verdad, porque me estoy imaginando la generación de la que hablas, que tienen dos bofetones pero consiguen joder a todo el mundo...

Cénatelos a todos! En estos casos hacer de Aníbal es un favor para la humanidad...je

Victor Manuel Jiménez Andrada dijo...

Tuve una experiencia con un cani de los que dices hace unos meses. Yo estaba parado tranquilamente en un semáforo rojo, y detrás de mi a toda leche, el cani en su coche tuneado y con la música a tope. Eran las ocho. Yo iba a trabajar y él, pues supongo de donde vendría. Se saltó el semáforo sin mirar siquiera. Y le pegué una pitada (grave error). Frenó en seco. Quedó el coche cruzado en la calle y se bajó. Fue hacia mi coche y me regaló todo tipo de insultos. Entonces pensé... "¿y si me bajo del coche y le inflo la cara a leches?"- Decidí entonces pasar de él, mirar al frente y esperar a que se cansara del espectáculo que estaba montando. Al final se aburrió y se largó. Sinceramente me quedé con ganas de haberle dado un buen susto, pero estaba claro que el que más tenía que perder era yo.

malabarista infernal dijo...

Casi todos optamos por lo que dice Victor, demostrar más cordura y no entrar al trapo de provocaciones de seres estúpidos y poco respetuosos con los demás y con ellos mismos, pero tenemos claro que son minoría, ¿que ocurriría si un dia todas las personas que pasamos por el mundo intentando estar bien y no molestar a los demás nos juntaramos y decidiésemos no tolerar más a estos estúpidos?
no sería mejor para todos?
Yo también querria ser Annibal en muchas ocasiones